Bergoglio Papa: Carta de un ateo a un amigo católico

En la foto, hace 35 años, Bergoglio con Videla.

Querido Samuel

En la foto, hace 35 años, Bergoglio con Videla.

Querido Samuel
Tu sabes que soy ateo, pero creo que la humanidad tiene en los pobres, los oprimidos, los trabajadores (sean cuales sean sus convicciones religiosas) una enorme esperanza de hacer una sociedad que merezca por fin el nombre de humana. Y también sabes que respeto profundamente las creencias religiosas y espiritualidad de cada persona. Pero no respeto en lo más mínimo a los que se escudan en esas creencias para disculpar a los explotadores, para justificar la opresión de la mujer o de los homosexuales, para se cómplices de los banqueros y de mantener a los pobres en la exclusión. Se que tú no eres de estos últimos.
Desde ese lugar te quiero pedir que reflexiones Samuel: ya nada puedes esperar de esta Iglesia institución vendida a los ricos, enemiga de los pobres, de las mujeres, de los homosexuales, de los niños, del cualquier verdadero amor humano… Tu me podrás argumentar, quizá, que la Iglesia está compuesta de todos los creyentes… Pero no. Ese es un cuento para engañar incautos, buenas gentes que seguramente son mayoría entre los creyentes. Pero la verdadera Iglesia son esos Papas derechistas, que son los que mandan y son «infalibles». Este Bergoglio en particular es parte de lo más negro de esa negra institución. Bendijo a la dictadura argentina de Videla, entregó a los curas obreros jesuitas desaparecidos y torturados, sin que la Iglesia hiciera nada y en particular sin que la compañía de Juesus , dirigida por Bergoglio tampoco hiciera nada. Aunque él dice ahora que se entrevistó con Videla para «defender» a los curas que estaban siendo torturados. PERO NO DIJO NADA PUBLICAMENTE COMO TAMPOCO DIJO NADA DE LOS 30.000 DESAPARECIDOS COMO IGLESIA. Lo que sí dijo, no Bergoglio, sino monseñor Aramburu, que era en ese momento el jefe de la iglesia argentina fue que «LOS DESPARECIDOS SON GENTE QUE ESTÁ PASEANDO POR EUROPA».
Por eso como latinoamericano de corazón que soy, no me enorgullece para nada que ahora haya un Papa argentino. Sería como estar «orgulloso» de Videla, Banzer o Pinochet. No. Yo estoy orgulloso del Che, de Bartolina, de Tupac Katari, de Cesar Lora, de mi compañero «petiso» Paez, dirigente obrero, que se pasó 8 años torturado en la cárceles de Videla, sin quebrar sus convicciones socialistas revolucionaris. Y también de esos curas tercermundistas que en Bolivia, Brasil, Argentina, arriesgaron su vida y dejaron sus comodidades por servir a los pobres, siguiendo el ejemplo de Jesús. Pero no estoy ni un poquito orgulloso de la Iglesia argentina.
Es decir, querido Samuel, si tu eres, como lo eres, creyente en la Iglesia de Cristo, del amor por los semejantes, no puedes alentar ninguna esperanza en esta Iglesia de Bergoglio, cómplice de los peores genocidios, desde Hitler a Mussolini, Franco y Videla.
un gran abrazo
Miguel

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