6 de agosto de 1945: el imperialismo norteamericano lanza la bomba atómica en Hiroshima

In this Aug. 6, 1945 photo released by the U.S. Army, a mushroom cloud billows about one hour after a nuclear bomb was detonated above Hiroshima, Japan. A contentious debate over nuclear power in Japan is also bringing another question out of the shadows: Should Japan keep open the possibility of making nuclear weapons, even if only as an option? It may seem surprising in the only country ever devastated by atomic bombs, particularly as it marks the 67th anniversary of the bombings of Hiroshima on Aug. 6, 2012, and Nagasaki three days later. The Japanese government officially renounces nuclear weapons, and the vast majority of citizens oppose them. (AP Photo/U.S. Army via Hiroshima Peace Memorial Museum)

Por Laclase.info

A las 8 y 15 minutos de la mañana se detuvieron los relojes sobre el cielo de Hiroshima. LittleBoy descargó toda su energía nuclear sobre la ciudad japonesa de 350 mil habitantes, a unos 600 mts. sobre el suelo. Se hizo detonar a esa altura para producir más destrucción.

El 6 de agosto de 1945, hace hoy 75 años, el imperialismo norteamericano lanzó la primera bomba atómica, en el marco de la segunda guerra mundial, matando en el acto a unas 70 mil personas y destruyendo un 80% de los edificios de la ciudad.

El objetivo fue lograr la rendición de Japón que seguía luchando tenazmente contra Estado Unido. En mayo habían muerto Mussolini y Hitler, y la Alemania nazi ya se había rendido. Pero en el Pacífico los japoneses seguían combatiendo.

Estados Unidos venía trabajando en la bomba atómica desde el año 1941. En el 45 el Proyecto Manhattan, nombre de la investigación para producir la bomba, ya la tenía lista. Truman, a la sazón el presidente norteamericano, con el argumento de salvar vidas, debido al alto número de víctimas que estaba produciendo la guerra en Asia, y a las estimaciones que la inteligencia norteamericana tenía sobre una invasión por tierra del Japón, decidió lanzar la bomba en Hiroshima, y 3 días después en la ciudad de Nagasaki.

Aún hoy sigue el debate sobre si era necesario o no lanzar la bomba atómica en las ciudades japonesas. Truman salió de la presidencia de Estados Unidos con ese estigma que lo acompañó toda su vida.

En rigor, ni Hiroshima ni Nagasaki eran objetivos militares. La mayoría de sus habitantes eran civiles. Se estima que en total murieron unas 250 mil personas en ambas ciudades, entre mujeres, niños y ancianoos, de ellas la mitad murió en el instante de la deflagración. La destrucción causada y el impacto psicólogico en los habitantes de todo el mundo aún perdura.

El lanzamiento de las bombas atómicas, más allá de lograr la rendición de Japón, tuvo un objetivo político y estratégico de largo plazo. Con el poderío destructor mostrado por la tecnología en manos de Estados Unidos, se enviaba un mensaje a todo el mundo, y en particular a la Unión Soviética.

El terror que se generó tras las explosiones en Hiroshima y Nagasaki, fue un componente importante del encumbramiento de Estados Unidos como principal potencia imperialista en el mundo, y tuvo un significativo efecto psicólogico en el contexto de la guerra fría con la URSS en los años posteriores.

Como dijera Henry L. Stimson, exsecretario de Guerra de los Estados Unidos: “La bomba atómica fue más que un arma de una terrible destrucción, fue un arma psicológica”. Lo cierto es que el único país que ha atacado a un país y a civiles con una bomba atómica es el imperialismo norteamericano.

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