Despenalizar y reconocer derechos sexuales y reproductivos, no significa legalizar el aborto en Venezuela

Por: Mujeres en Lucha

Caracas, 15 de septiembre de 2022.- A partir del mes de agosto 2022, la Ruta Verde, campaña y plataforma por la despenalización legal y social del aborto en Venezuela, se está promoviendo la recolección de firmas para introducir por iniciativa popular un proyecto de ley orgánica por Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos. Desde Mujeres en Lucha, organización feminista conformada por mujeres independientes y militantes del Partido Socialismo y Libertad, consideramos que la organización y articulación para promover dicha ley, es progresiva, sobre todo, tomando en consideración el nivel de retroceso político, social y legal que impera en el país, ya que durante años gobiernos patronales no han reconocido ni garantizado el derecho al aborto, ni siquiera gobiernos que se presentan mediáticamente como feministas y socialistas.

Desde Mujeres en Lucha afirmamos que impulsar una iniciativa por los derechos sexuales y reproductivos como una vía para despenalizar el aborto, no significa postergar la lucha por la legalización del aborto en Venezuela, de hecho, esta la iniciativa organizativa para la recolección de firmas es un indicativo de que estamos listas para realmente dar el debate hasta lograr el derecho por el que estamos luchando.

El aborto es un secreto a voces

Sin importar la condición de clase, estado civil, creencia religiosa, edad y etc., en Venezuela se practican abortos. Cada persona, esté de acuerdo o no, conoce e incluso ha acompañado a otra, o ha escuchado hablar de otras personas, que se ha practicado un aborto. De hecho, los organizamos internacionales han revelado que la muerte por abortos clandestinos en Venezuela es la tercera causa de muerte de la mujer en Venezuela, muertes que pueden ser evitadas.

Se quiera o no se quiera asumir, en Venezuela la interrupción de embarazos no deseados, es una práctica recurrente, situación que se da en un contexto de hipersexualización, poca y nula educación sexual, doble moral, yugo religioso, bajo mandato de maternidad obligatoria, con dificultad para acceder a métodos anticonceptivos, en precariedad, trabajo desregulado, con salarios por debajo de $15, cada vez mayor desigualdad social y racismo, hechos que afectan particularmente a la mujer trabajadora y a las más pobres que se ven obligadas a practicar abortos en condiciones insalubres e inseguras y con mayor riesgo de cárcel y muerte.

Hablamos de una problemática de salud pública que afecta la vida y salud de las mujeres y que puede ser fácilmente reconocida y garantizada, sin embargo, el sistema patriarcal y capitalista concibe a la mujer solo como cuerpos gestantes, paridoras en serie y mano de obra barata, como una vía para seguir perpetuado la discriminación y la explotación de las mujeres.

En pocas palabras, las mujeres, particularmente las más pobres, soporta sobre los hombros un sistema de producción cuyo único fin es, que unos pocos acumulen el mayor capital posible a costa de la discriminación y la explotación de mano de obra barata y de la naturaleza. Encajando en estos principios patriarcales y capitalistas, el gobierno de Maduro aplica un plan de ajuste capitalista, donde la única política pública dirigida hacia las mujeres es en calidad de paridoras en serie, confinadas al trabajo gratuito en casa y en la comunidad o expuestas al trabajo desregulado, informal con un discurso de emprendimiento económico y en el mejor de los casos, la mayoría de las veces, empleadas en el sector público y privado, con los salarios más bajos.

Será ley

Ante un escenario de tanto retroceso político y social como el que se vive en Venezuela, es imperativo seguir luchando por la total legalidad del aborto seguro y gratuito, con educación sexual laica y distribución gratuita de métodos anticonceptivos. Consideramos que enfocar la iniciativa en los derechos sexuales y reproductivos, bajo el criterio de factibilidad, es adaptar la lucha de las mujeres al marco impuesto por grupos de poder anti derecho, dentro y fuera del gobierno.

Estamos convencidas de que actualmente existen las condiciones para que las mujeres y personas trans-nobinarias, logremos materializar un proyecto de ley autónomo que garantice el aborto seguro y gratuito en cada hospital de Venezuela, consideramos que estamos listas para lograrlo sin intermediación de funcionarios o funcionarias públicas o partidos patronales y con la participación amplia de las mujeres venezolanas que se quieran sumar a esta lucha.

Con la fuerza de la movilización, históricamente las mujeres, en la mayor parte del mundo, hemos logrado conquistar derechos. Debemos convencernos del poder transformador que podemos alcanzar con la fuerza de la movilización amplia, unitaria e independiente ante los intereses del gobierno, partidos patronales y grupos religiosos. Así como nos estamos organizando por esta ley orgánica, podemos seguir avanzando en simultáneo hasta materializar una propuesta de legalización del aborto en Venezuela que contemple educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir.

Insistimos en esta exigencia completa e integral porque la legalización permite regular a nivel nacional la práctica de la interrupción de embarazos no deseados y garantiza la gratuidad de este, favoreciendo las condiciones de vida y salud para la mujer trabajadora, de sectores populares y rurales del país.

Por eso, este 28 de septiembre, en el día de acción global por la legalización del aborto, vamos juntas a la calle, vamos a movilizarnos de manera contundente hasta lograr arrancarle a este gobierno patriarcal y capitalista el reconocimiento del derecho que tenemos sobre nuestros cuerpos.

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