76 años del levantamiento de Varsovia: el día que Stalin traicionó a Polonia

Por Laclase.info

El 1 de agosto de 1944 se inició el levantamiento del pueblo de Varsovia contra la ocupación nazi, el cual se extendió hasta el 2 de octubre de aquel año, y fue la más importante rebelión civil contra la Alemania nazi durante la segunda guerra mundial.

El alzamiento se denominó Operación tempestad y fue planificado por el Armia Krajova, Ejército Nacional polaco, el cual representaba al gobierno constitucional que se encontraba exiliado en Inglaterra. Su objetivo era liberar Polonia antes de que lo hiciera la Unión Soviética.

En el levantamiento participaron unos 50 mil efectivos, la mitad de ellos partisanos. Comandados por el general Tadeusz Bor-Komorowski. Inicialmente las fuerzas armadas contaban con 16.000 soldados al mando del general Rainel Stahel. Progresivamente se fueron incorporando unos 90 mil efectivos que se encontraban en ciudades y pueblos aledaños.

La propaganda soviética había desatado una campaña contra el Armia Krajova, acusándolos de no combatir a los alemanes, y esperar a que el ejército soviético liberara a Polonia. En julio los soviéticos transmitieron un mensaje radial exhortando al pueblo polaco a levantarse. Mientras que los alemanes alertados de que se preparaba un alzamiento militar, llamaron a que 100.000 polacos se presentaran en distintos puntos de la ciudad para construir fortificaciones. El Ejército Nacional polaco vio en ello un intento por desmembrar la resistencia y contraordenó que la decisión alemana no fuera acatada.

Todos estos acontecimientos precipitaron el inició de la Operación Tormenta. Durante los primeros 4 días el Armia Krajova logró tomar la mayoría de los barrios de la ciudad. No obstante, los alemanes trajeron numerosos refuerzos de otras localidades de Polonia, recuperando la iniciativa. Los nazis asesinaron miles de civiles, violaron mujeres y fusilaron a los insurgentes que eran capturados.

Las tropas del Ejército Rojo soviético se encontraban muy cerca de la ciudad, las mismas avanzaban arrolladoramente desde el este. En el mes de septiembre ya estaban a orillas del Vístula. No obstante, por órdenes de Stalin se negaron a prestar apoyo a los insurrectos, incluso no aceptaron que los aviones aliados partieran de sus bases aéreas para enviar suministros a los insurgentes y soldados del ejército nacional polaco, que se encontraban sitiados por los nazis.

Stalin esperaba que el ejército polaco fuera liquidado por los alemanes para después entrar a la ciudad, y sin oposición interna, instalar un gobierno supeditado a sus intereses. Lo cual sucedió posteriormente y fue refrendado en la conferencia de Potsdam en 1945, donde Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Soviética se repartieron sus zonas de influencia tras la segunda guerra mundial.

Los insurgentes enfrentaron a la Wehrmacht y tropas de las SS mejor armadas durante 63 días, tras los cuales debieron rendirse. El saldo fue de más de 250 mil civiles muertos, la mayoría ejecutados. La ciudad fue destruida en un 85% por órdenes directas de Hitler.

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