Venezuela tiene la cuarta peor crisis alimentaria del mundo desde 2019

Por Laclase.info

Caracas, 22 de abril de 2020.- Ayer la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, difundió el “Informe mundial sobre las crisis alimentarias de 2019”, realizado en conjunto con organizaciones no gubernamentales aliadas. Según los datos aportados por el documento de los 28.5 millones de habitantes de Venezuela, 9.3 millones sufren de inseguridad alimentaria y requieren asistencia, el 32,63%.

Al detallar, el Informe mundial precisa que de esos 9.3 millones de habitantes de Venezuela en situación de inseguridad alimentaria, 7 millones se encuentran en condición moderada y 2.3 millones en condición extrema. Además, 17 millones solo tienen una seguridad alimentaria marginal y precaria, el 59,64% del total de la población. Entonces, en el país solo 2.2 millones, el 7,7% de la población se alimentan de manera adecuada y oportuna, en cantidad y calidad. En ese marco, cuando se compara con otros países, Venezuela es el cuarto en el mundo con mayor población en situación de inseguridad alimentaria.

La depauperación gradual y sostenida de la situación alimentaria desde el año 2013, es producto de la crisis económica legada por Hugo Chávez, y el ajuste económico aplicado por su sucesor Nicolás Maduro, que se han cristalizado en un saqueo de la economía venezolana por empresarios y altos burócratas del Estado a partir de la fuga de capital, sobredimensionamiento y dependencia de las importaciones, corrupción administrativa y prioridad absoluta del pago de la deuda externa. Esto se ha agravado con las sanciones imperialistas de los EEUU, aplicadas desde agosto de 2017 y acentuadas en enero de 2019.

Seguramente, en el trascurso de 2020, la presente crisis alimentaria que padece el pueblo venezolano se ha agudizado por los efectos negativos de la pandemia del Covid-19, que al imponer la paralización parcial de la economía mundial, ha provocado el desplome de los precios del petróleo, la extracción petrolera venezolana y del envío de remesas familiares al país.

En ese sentido, diferentes organizaciones sindicales y políticas como el Partido Socialismo y Libertad (PSL), han planteado la concreción de un plan obrero y popular para la emergencia económica y sanitaria, que promueva un programa nacional de importación y producción de alimentos, insumos productivos, equipos médicos y material sanitaria básico; que se financie con recursos originados en el repudio del pago de una deuda externa odiosa, la recuperación de los miles de millones de dólares robados y fugados al exterior por las diferentes fracciones del empresariado y la alta burocracia estatal; una reforma tributaria progresiva donde se elimine el IVA e incrementen los impuestos al capital; la eliminación y disminución de los gastos suntuarios, militares y policiales del Estado; la revocación de las sanciones imperialistas y el retorno de los fondos estatales confiscados por EEUU y la estatización del 100% de la industria petrolera.

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