A luchar por salario igual a la canasta básica calculado en dólares

Por Partido Socialismo y Libertad (PSL)

Si algo resalta de la espantosa crisis social que padece el pueblo venezolano desde hace unos años es la desaparición del salario, y la destrucción progresiva de las convenciones colectivas, esto último favorecido por el leonino memorando 2792, que es parte del paquetazo de ajuste que el gobierno denominó como Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica.

La pobreza que se ha generado a partir de la caída del ingreso de la familia trabajadora es la expresión más notoria de la crisis económica que ya se extiende por 8 años, y la hiperinflación que sufrimos desde hace 4.

La miseria creciente determinada por los salarios de hambre afecta por igual a trabajadores y trabajadoras tanto del sector privado como público. Sin embargo, en este último la situación es dramáticamente grave, impactando a universitarios, maestros, trabajadores y trabajadoras de la salud, petroleros, trabajadores de empresas básicas, ministerios y otras dependencias estatales, así como a los jubilados y jubiladas de estas instituciones. Una manifestación dantesca de esto fue la reciente muerte de la profesora Isbelia Hernández de la ULA en Mérida, y la situación de desnutrición y deshidratación en que fue encontrado su esposo, Pedro Salinas, también docente de dicha universidad.

Después de años de caída brutal de la economía, se estaría produciendo un efecto rebote favorecido por la dolarización del comercio y un muy leve repunte de la producción petrolera. Esto estaría beneficiando a un sector de la sociedad con acceso a la divisa estadounidense, en detrimento del conjunto de los trabajadores y trabajadoras, especialmente a activos y jubilados del sector público. Mientras que los empresarios y comerciantes venden sus productos en dólares, la mayoría de la clase trabajadora sigue ganando en bolívares devaluados, profundizándose la desigualdad social.

El gobierno con bombos y platillos hace propaganda divulgando la especie que habría una “recuperación” de la economía. A esto contribuyen economistas burgueses que opinan con frecuencia en los medios.

Sin duda, sectores empresariales nacionales y extranjeros, comerciantes, especialmente los más grandes, y algunos sectores de la economía que se mueven en el circuito dolarizado, están haciendo su agosto, obteniendo ganancias en plena crisis, mientras la mayor parte de las trabajadoras y trabajadores del país sobreviven con salarios miserables, complementados precariamente por las bolsas de Clap y los bonos que otorga el gobierno.

En el sector petrolero, por ejemplo, se viene produciendo una lenta recuperación de la producción de crudo y de gasolina, la cual, por cierto, se expende en divisas en muchas estaciones de servicio, a plena luz del día. No obstante, la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de Pdvsa no están viendo esa recuperación de la producción en sus bolsillos.

En los hechos el gobierno, dolarizó la compra y venta de bienes y servicios. Se olvidó de despotricar contra el “dolar criminal”, y ya no responsabiliza a la página web Dolar Today de las penurias económicas. Incluso las tarifas para realizar transacciones en registros y notarías aparecieron en la gaceta oficial sustancialmente incrementadas y expresadas en bolívares, petros y dólares.

Desde el Partido Socialismo y Libertad (PSL) hemos venido insistiendo en que debemos luchar por lograr un salario igual a la canasta básica. No hay otra manera de evitar que el eje fundamental de la economía y la sociedad, que es la clase trabajadora, muera de hambre e inanición. Pero además es injusto que mientras los empresarios y comerciantes venden sus productos en dólares, la mayoría de la clase trabajadora sigue ganando en bolívares devaluados.

Si hay algún atisbo de recuperación de la economía, esto debe reflejarse en una recuperación importante de los salarios. En tal sentido, desde el PSL planteamos al pueblo trabajador que debemos organizarnos para luchar por un salario igual a la canasta básica pero que sea pagado en dólares, o en todo caso su equivalente en bolívares o petros. Hoy un trabajador no debe ganar menos de $ 600, que es el costo de la canasta básica, según el Cenda. Igualmente, debe establecerse una escala móvil de salario, ajustándose trimestralmente de acuerdo a la variación del dólar respecto al bolívar.

Pero paralelamente a la lucha por salario, debemos enfrentar el paquetazo de ajuste del gobierno de Maduro, que descarga la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador, y pelear por un Plan Obrero y Popular alternativo, instrumentando un impuesto a los grandes capitales, grandes empresas y transnacionales; rescindiendo los contratos de empresas mixtas: ¡Que Pdvsa sea 100% estatal, sin transnacionales y gestionada por sus trabajadores, trabajadoras, técnicos y profesionales!; suspendiendo el pago de la deuda externa y los gastos militares y policiales; confiscando los bienes de los corruptos; repatriando los recursos en manos de Estados Unidos y la Unión Europea, y luchando por lograr la eliminación de las sanciones imperialistas.

En ese marco proponemos conformar con todos esos recursos un Fondo Económico y Social de Emergencia, para tomar medidas urgentes para recuperar el nivel de vida del pueblo trabajador y la economía.

A esto sumamos la exigencia que cese la restricción a las libertades democráticas. Libertad de todas las trabajadoras y trabajadores presos, y garantías democráticas para la realización de elecciones nacionales y locales transparentes y con participación sin restricción de todas las organizaciones políticas.

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