Abajo el estado de emergencia de Castillo contra la justa lucha de los pueblos

Por Partidos de las y los Trabajadores Uníos (sección de Perú de la UIT-CI)

Abajo el estado de emergencia de Castillo contra la justa lucha de los pueblos. Tomemos la calle contra el alza de precios y este modelo capitalista de acumulación neoliberal. El pueblo trabajador quiere solución, no represión.

Mediante DS N°034-2022-PCM, el gobierno decretó la inmovilidad social obligatoria desde las 02:00 hasta las 23:59 horas del 05 de abril en Lima Metropolitana y Callao. Castillo declaró estado de emergencia contra el pueblo trabajador el mismo día que marco el inicio de la dictadura fujimorista hace 30 años. La represiva medida se anunció a media noche y tomo por sorpresa a toda la capital del Perú que alberga a más de 10 millones de personas donde más del 70% viven de su trabajo diario en el sector informal y con sueldos de hambre.

La población está indignada y protesta por el incremento del costo de vida ante el alza de precios de la gasolina, los fertilizantes y los principales productos de primera necesidad. La gente necesita trabajo con derechos y buenos salarios, pero Castillo mira para otro lado y opta por la fuerza de las armas y la represión. Con esto echa más gasolina al fuego porque no soluciona la necesidad económica de las familias trabajadoras, por el contrario, con esto fortalece las posiciones retrogradas y represivas de la derecha y la ultraderecha, que siempre uso al ejército y la policía para acallar al pueblo, y que ahora buscan oportunistamente aprovecharse de la indignación popular para volver a ser gobierno.

La crisis social es responsabilidad del gobierno de Castillo y sus aliados que durante más de seis meses no ofrecieron ninguna respuesta a las postergadas demandas obreras y populares del país, por el contrario, fueron sus políticas conciliadoras y de pactos con los corruptos partidos del régimen que llevó adelante desde el primer día de gobierno, junto con sus errores y los escándalos de corrupción de su entorno más cercano, más la mercenaria labor de la prensa capitalina, lo que terminó diluyendo las expectativas de cambio que mucha gente esperaba de este gobierno supuestamente de izquierda que ahora se cae a pedazos.

El pueblo trabajador y las comunidades andinas y amazónicas esperaban ser reivindicados y ver mejoras en su calidad de vida, pero ha ocurrido lo contrario. El capitalismo neoliberal que la derecha y la ultraderecha defienden sigue intacto y operando a favor de las ganancias de los grandes bancos y empresas capitalistas. El saqueo voraz de nuestros recursos y la contaminación de nuestro medio ambiente continúan. La pobreza, la desigualdad y el hambre se acrecientan. La educación y la salud pública continúan abandonados. El reciente aumento salarial en menos de cien soles es insuficiente y no resuelve nada.

Los precios por las nubes y los salarios por los suelos. Ese es el problema que ni el deslegitimado gobierno ni el Congreso de mayoría neoliberal podrán resolver, ambos son partes de la crisis y, con justa razón, la gran mayoría exige “que se vayan todos”.

El pueblo trabajador y los sectores populares de todo el país deben organizarse, ganar la calle y movilizarse, no junto a la derecha ni la ultraderecha vacadora, sino para luchar por una salida de fondo que rompa con la lógica explotadora de este capitalismo neoliberal, pero en lo inmediato es necesario luchar por garantizar el consumo de las familias trabajadoras con: 1) plan económico de emergencia para garantizar la seguridad alimentaria del país con apoyo real a nuestra agricultura para sancionar la especulación de precios y combatir su alza injustificada; 2) anulación inmediata de los corruptos peajes; 3) aumento del presupuesto para el sector salud y educación y no para la tramposa deuda externa. No más precarización laboral ¡Nombramiento ya!; 4) aumento salarial y de jubilaciones a todos los trabajadores del sector formal, acorde al costo de la canasta familiar; 5) entrega inmediata de una renta básica (bono) a todas las familias trabajadoras del sector informal; 6) devolución inmediata de los fondos de las AFPs a sus propietarios; 7) recuperación con control de los trabajadores del gas y el petróleo para poner los recursos al servicio del pueblo ¡Fuera Repsol del Perú!, 8) unir todas las luchas con los sectores populares, del campo y las ciudades, para sacar adelante estas medidas hasta lograr un gobierno de los trabajadores y trabajadoras.

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