Ante la crisis de dirección: Proponemos unir a las y los revolucionarios

Por Partido Socialismo y Libertad

No cabe duda que los pueblos no dejan de luchar. Desde el 2011 una gran rebelión obrera y popular recorre el mundo. Su pico se produjo en el 2019 con huelgas generales en muchos países, movilizaciones y protestas que han tumbado varios gobiernos y regímenes. Millones en todo el mundo se siguen movilizando contra los planes de ajuste de los gobiernos y los patronos, los cuales buscan descargar la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador. Incluso el pasado año en plena pandemia continuaron las protestas y huelgas.

Es decir, luchas hay todos los días en todos los rincones del planeta. Pero el gran problema es que no hay direcciones revolucionarias a la cabeza de todas esas luchas. Son luchas espontáneas y sin una clara dirección, que reflejan el hartazgo de millones de trabajadores y jóvenes ante las calamidades e injusticias del capitalismo y los gobiernos que lo regentan en todos los países.

Los pueblos luchan y derriban gobiernos, cambian regímenes pero militares, nuevos partidos burgueses reciclados o supuestos progresistas, sustituyen a los derrocados. Ante la insatisfacción de los reclamos obreros y populares, nuevos levantamientos y rebeliones se producen, y así se repite el ciclo.

Desde nuestra corriente la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional y en Venezuela el Partido Socialismo y Libertad consideramos que la solución a la crisis de dirección no vendrá de una sola organización. Sabemos que lamentablemente muchas organizaciones de izquierda han capitulado al sistema. en muchas de ellas siguen habiendo compañeros y compañeras que continúan reivindicando al socialismo, y también hay muchos luchadores independientes que siguen reivindicando la lucha intransigente contra el capitalismo y por el poder de los trabajadores y la revolución socialista.

En Venezuela ya hemos tenido la experiencia catastrófica con el falso socialismo chavista y el Psuv, que condujeron al país al hambre y a la crisis más brutal conocida por nuestro pueblo. Y vemos el fracaso de todos los progresismos y gobiernos de centroizquierda en nuestro continente, de Syriza en Grecia o Podemos en el Estado español.

Por ello, sin sectarismo ni autoproclamación, desde la UIT-CI y el PSL le proponemos a los luchadores, sin importar sus procedencias políticas, tratar de acordar un programa mínimo revolucionario para iniciar un proceso de discusión y de experiencia común en la lucha de clases para ir viendo la posibilidad de conformar un reagrupamiento de organizaciones e individuos sobre la base de los puntos mínimos revolucionarios, que sometemos a su consideración:

1. Apoyo a todas las luchas obreras, campesinas, indígenas, estudiantiles y populares contra el imperialismo, sus gobiernos y el ajuste capitalista. Por salario, contra los despidos y en defensa de los sistemas públicos de salud, educación y jubilaciones. Contra las privatizaciones. En el marco de la pandemia !Que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores! No al pago de la deuda externa, por la expropiación de las transnacionales, la banca y las empresas estratégicas.
2. !No a las agresiones imperialistas contra los pueblos! Apoyo a la lucha de los pueblos del medio oriente, norte de África, y en especial la lucha del pueblo palestino contra el estado sionista de Israel.
3. Por la autodeterminación nacional de los pueblos catalán, kurdo, saharaui y otros.
4. Apoyo a la lucha de las mujeres.
5. Contra todas las burocracias sindicales reformistas o patronales. Por plena autonomía de los sindicatos respecto de los Estados, gobiernos y patronos. Contra la criminalización de la protesta. Por nuevos dirigentes clasistas y antiburocráticos.
6. Por la independencia política de la clase trabajadora. No al apoyo a gobiernos burgueses sean “progresistas”, de falso socialismo del siglo XXI o alguna otra variante reformista y de conciliación de clase.
7. Por la construcción de una internacional revolucionaria y partidos revolucionarios en cada país.

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