“Apostamos a la protesta obrera y popular para que se concreten nuestros reclamos y derrotar el paquetazo del gobierno”

Por Laclase.info

Entrevista a Miguel Angel Hernández, dirigente del Partido Socialismo y Libertad

Caracas, 15 de diciembre de 2021. Finaliza el 2021. El octavo año de recesión económica y el cuarto con hiperinflación. Sin embargo, hay algunos indicios de cierta recuperación económica, impulsada por el comercio; el incremento del precio del petróleo, en el marco de un leve aumento de la producción; las cuantiosas remesas de los más de 5 millones de venezolanas y venezolanos que emigraron en los últimos años, y la dolarización de la economía, exceptuando los salarios que siguen en bolívares.

Un pequeño sector de la sociedad se estaría beneficiando de esta situación en detrimento de la inmensa mayoría que sigue con salarios de hambre, y sobreviviendo a duras penas. Mientras tanto el gobierno continúa aplicando un brutal ajuste y abriendo la economía a la empresa privada y las transnacionales.

Una eventual recuperación económica el próximo año, más o menos sostenida, podría tener un influjo que tonifique la disposición de las trabajadoras y trabajadores a salir a luchar. Ya es un hecho el incremento de la producción de petróleo, gracias al esfuerzo de las trabajadoras y trabajadores de Pdvsa, quienes contra viento y marea y a pesar de las criminales sanciones imperialistas, han sido actor clave en esta todavía limitada recuperación de la extracción de crudo.

Por otra parte, los contagios de Covid19 estarían disminuyendo, aunque aún no se ha vacunado la totalidad de la población.

En este marco termina el 2021 y comienza el 2022. De allí que sea interesante analizar las perspectivas para las luchas de las trabajadoras y trabajadores venezolanos el próximo año.

Conversamos en ese sentido con el compañero Miguel Angel Hernández, dirigente del Partido Socialismo y Libertad, organización que tiene una importante presencia en el sector petrolero, a través de su corriente sindical C-cura que encabeza José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv). Sabemos que cómo vaya la industria petrolera, en gran medida irá la economía del país.

¿Cómo caracterizan la coyuntura política actual del país, y qué perspectivas ven?

Estamos en una situación muy compleja y difícil en el terreno de la lucha de clases. Producto de la crisis económica y social que ya vivimos desde hace varios años, agravada por las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, y en los últimos dos años por las consecuencias de la pandemia. A eso hay que sumar la derrota de la rebelión del 2017 que sin duda pesa en el conjunto del pueblo trabajador. Esta conjunción de factores ha ocasionado cierto retroceso en las luchas y en su masividad, sobre todo en los dos últimos años. Sin embargo, la gente sigue luchando en las regiones por servicios, por salarios, y otros reclamos. Son peleas parciales y todavía limitadas. Pero vemos que es posible que esta incipiente recuperación económica que se estaría produciendo, podría potenciar las luchas e incidir favorablemente reanimando al movimiento de masas. Para el próximo año tenemos esa expectativa, de que Venezuela entre en la dinámica de movilización y rebeliones populares que se ha venido produciendo en el último período en América Latina. En el PSL apostamos a que haya un crecimiento de la protesta obrera y popular como la única vía para lograr que se concreten nuestros reclamos y derrotar el paquetazo del gobierno de Maduro.

¿Cómo creen que se podría concretar esta perspectiva para las luchas?

Nosotros desde el PSL hemos venido haciendo unidad de acción con distintas organizaciones sindicales y trabajadores, con los cuales en muchos casos no tenemos coincidencias políticas, pero sí estamos de acuerdo en movilizarnos por reclamos muy concretos y urgentes del pueblo y los trabajadores, como la lucha por un salario igual a la canasta básica, en defensa de los contratos colectivos, contra el memorando 2792, por servicios públicos, por la libertad de las trabajadoras y trabajadores presos, en rechazo a la criminalización de la protesta y por plenas libertades democráticas. Esto también lo hemos desarrollado en el seno del movimiento de mujeres, que sin lugar a dudas es el sector que más se ha movilizado en el último período. Junto a diversas organizaciones feministas y desde nuestra agrupación Mujeres en Lucha, hemos coincidido en la lucha por el aborto legal y contra la violencia machista. Otro tanto hemos hecho en el seno de los trabajadores petroleros a lo largo del año, con nuestra corriente sindical C-cura. De hecho, el año está concluyendo con asambleas y movilizaciones en distintas áreas petroleras. En el PSL estamos conscientes que es necesario mantener viva la llama de la protesta obrera y popular, y en ese sentido vamos a seguir apostando en el 2022 por la más amplia unidad de acción para luchar por todos estos reclamos.

En ese marco de unidad de acción ¿qué le plantean a la izquierda?

Hay que seguir haciendo unidad de acción, sin ninguna duda. El PSL ha mantenido durante todo el año una relación estrecha con otras organizaciones como Marea Socialista, LTS, En Común, y sectores de la APR. No obstante, tendríamos que evaluar el próximo año las posibilidades de profundizar esa unidad de acción con esas organizaciones. Incluso de avanzar en acuerdos políticos, y seguir enfrentando el paquetazo de ajuste del gobierno. Es un debate que debemos hacer en el 2022.

El rechazo al gobierno se expresó en las pasadas elecciones regionales, así como el descontento con la oposición patronal

Sí, efectivamente. Si algo dejaron en claro los recientes comicios es el hartazgo del pueblo venezolano ante el gobierno de Maduro y el Psuv. Casi un 60% de abstención. Además el partido de gobierno solo obtuvo el 19% del total del padrón, en el marco de un decrecimiento permanente de la votación hacia ese partido, incluso en términos absolutos. Mientras que en el otro lado de la acera el cuestionamiento a la oposición patronal y proimperialista es evidente. Una oposición dividida, debilitada, sumida en escándalos de corrupción. Y lo que es peor, completamente entregada a los intereses imperialistas, muy alejada de las necesidades del pueblo trabajador. Definitivamente no son alternativa para el pueblo venezolano.

Desde el PSL creemos que en Venezuela es urgente construir un partido verdaderamente revolucionario. Que no tenga nada que ver con el falso socialismo chavista. Con un programa de independencia de clase. Sin ningún tipo de compromiso con las distintas variantes de la oposición burguesa y patronal. Nuestro partido está abocado a construir ese partido revolucionario, en tal sentido llamamos a los activistas que siguen creyendo en la necesidad de luchar por el socialismo, a que desarrollemos juntos una verdadera izquierda revolucionaria que se plante como alternativa ante el Psuv y los partidos de la oposición patronal. Venezuela está huérfana de ello. Nuestro país requiere una izquierda que rescate las tradiciones de lucha del movimiento obrero y popular. Una izquierda intransigente que tenga como norte ayudar a la movilización del pueblo trabajador por sus reclamos y contra el paquetazo de ajuste de Maduro.

¿Creen que es posible salir de esta crisis?

Sí, sin duda es posible salir de esta crisis económica y social. Por lo general, las recetas que se difunden en los medios son formuladas desde una perspectiva capitalista, de apertura económica, colocando las inversiones extranjeras como una panacea, cuando la historia latinoamericana deja en claro que las inversiones sólo han acarreado más desigualdad y expoliación de nuestras economías y recursos naturales. Nosotros desde el PSL creemos que es posible salir de esta crisis pero tomando medidas para recuperar el nivel de vida de las trabajadoras, los trabajadores y el conjunto de los sectores populares. No entregando las riquezas a través de leyes leoninas como la “antibloqueo” o la de zonas económicas especiales, ni abriendo la economía a los negocios capitalistas, eliminando impuestos a las importaciones, y otras medidas de apertura económica.

¿Y qué proponen como salida?

Planteamos que deben ser los trabajadores y trabajadoras, los sectores populares a través de sus organizaciones sindicales y sociales quienes impongan con su lucha y movilización un Plan Obrero y Popular alternativo al paquetazo gubernamental. Una política económica distinta que tenga como objetivo hacer pagar a los empresarios y transnacionales la crisis, y que no sigamos siendo los trabajadores los que soportemos en nuestros hombros las consecuencias trágicas de la crisis. En ese marco proponemos instrumentar un impuesto a los grandes capitales, grandes empresas y transnacionales, como por ejemplo, el Grupo Polar, el Grupo Cisneros, Alfonso Rivas & Cía. A los bancos como el Provincial, el Mercantil, Banesco; a las empresas petroleras, a las que prestan servicios a Pdvsa como Halliburton, Weatherford, Schlumberger; las de telecomunicaciones como Digitel y Movistar, entre muchos otras.

Junto al impuesto a las grandes empresas, otra medida clave que proponemos es rescindir los contratos de empresas mixtas. Que Pdvsa sea 100% estatal, sin transnacionales y gestionada por sus trabajadores, trabajadoras, técnicos y profesionales. Que Chevron, Total, Statoil, las petroleras chinas, rusas, etc., no sigan siendo socias en nuestra principal industria. Otras medidas urgentes serían suspender todos los gastos militares y policiales, y confiscar bienes de los corruptos; igualmente habría que luchar por repatriar los recursos en manos de Estados Unidos y la Unión Europea, y lograr la eliminación de las sanciones imperialistas.

Estamos en una situación de verdadera emergencia social. Ya atravesábamos una tragedia en el país, que desde el pasado año se agravó con la pandemia. Por ello, con todos los recursos que se podrían obtener con las medidas antes mencionadas, habría que conformar un Fondo Económico y Social de Emergencia, para tomar medidas urgentes para recuperar el nivel de vida del pueblo trabajador y recuperar la economía. No podemos permitir que los trabajadores que son la base del funcionamiento de nuestra economía mueran de mengua y hambre. Además que es imposible que con salarios de hambre como los actuales, se pueda salir de esta pavorosa crisis. El principal estímulo para impulsar la recuperación económica debe ser igualar el salario a la canasta básica, y además, en el marco de la pandemia, establecer una renta de cuarentena para las trabajadoras y trabajadores informales.

Con parte de los recursos del Fondo Económico y Social se podría impulsar un plan nacional de recuperación y construcción de escuelas, hospitales y viviendas, así como de toda la infraestructura del país para generar trabajo genuino y dinamizar al conjunto de la economía. Con los recursos que vayan surgiendo de este plan económico obrero y popular se puede impulsar la recuperación de la industria petrolera, en particular de las refinerías, para comenzar a resolver la escasez de gasolina; de las empresas básicas de Guayana, y de todo el sistema eléctrico nacional, tres bastiones clave para lograr una reactivación económica sostenible en el tiempo. Y con los recursos que se vayan generando, instrumentar un plan de adquisición masiva de alimentos e insumos sanitarios.

A esto sumamos la exigencia que cese la restricción a las libertades democráticas, la libertad de todas las trabajadoras y trabajadores presos, y garantías democráticas para la realización de elecciones nacionales y locales transparentes y con participación sin restricción de todas las organizaciones políticas.

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