Argentina: Masacran en Jujuy a manifestantes que ocupaban tierras pacíficamente

30/07/11 -Fueron enterradas esta tarde en el cementerio de Libertador San Martín. Familiares de uno de los muertos increparon a integrantes de la CCC y les impidieron el ingreso al velatorio.

30/07/11 -Fueron enterradas esta tarde en el cementerio de Libertador San Martín. Familiares de uno de los muertos increparon a integrantes de la CCC y les impidieron el ingreso al velatorio.

Los restos de las cuatro víctimas de la brutal represión registrada durante un desalojo en Jujuy fueron despedidos hoy por familiares y amigos e inhumados en el cementerio municipal de Libertador San Martín.

Mientras que la Corriente Clasista y Combativa se mantiene firme en seguir con la toma de los terrenos ocupados («De acá no nos vamos y creemos que la semana que viene vamos a poder lotear para empezar a trabajar la tierra y construir», dijo Enrique Mosquera, jefe de la CCC en Jujuy), familiares de una de las víctimas tomaron distancia del movimiento y les impidieron el ingreso al velatorio. Clarín presenció cuando hermanas y allegados de Félix Reyes acusaron a Mosquera y a otros integrantes de haber iniciado «el lío» que derivó en la muerte del joven.

En tanto, desde la Corriente Clasista y Combativa afirmaron que los disparos fueron ejecutados por personal de seguridad de la empresa Ledesma, propietaria de los terrenos ocupados.

Mosquera insistió en que «las balas que mataron a estas personas, incluido al policía, salieron del lado de la empresa, ya que tenemos denuncias y testimonios de la gente que vio a gente de seguridad de Ledesma con armas de fuego».

En la misma línea se manifestó la abogada de la CCC, Mariana Vargas, quien acusó hoy a guardias del ingenio por el supuesto uso de «armas de fuego» durante el desalojo del jueves y señaló que intentará ser incluida como querellante en la causa por la muerte de cuatro personas.

«Estamos juntando pruebas porque nos vamos a presentar como querellantes adhesivos en la causa como militantes de la Corriente», indicó.

Vargas afirmó que «los guardias de seguridad emplearon armas de fuego». Por otra parte, destacó la decisión del gobierno de quitarle la propiedad de la tierra a la actual dueña al sostener que la única salida posible es la expropiación de los terrenos».

El gobierno jujeño remitió ayer un proyecto de ley para expropiar tierras en Libertador San Martín, Fraile Pintado y Pampa Blanca a la Legislatura jujeña para solucionar problemas habitacionales en la provincia.

Ya son cuatro los muertos por la represión en Jujuy

30/07/11 – 03:02

Falleció un hombre que también había sido herido durante el desalojo del terreno ocupado por piqueteros que reclaman vivienda. Se sumó a los tres que murieron el jueves. El predio sigue tomado.

Juan José Velázquez tenía 37 años, era casado y tenía cuatro hijos. Lejos de militar en algún partido político u organización social, “Juanjo” trabajaba como jardinero de Calilegua, un pequeño pueblo rodeado por las Yungas jujeñas, ubicado a cuatro kilómetros de Libertador General San Martín. “El jueves bien temprano le avisaron que estaban tomando un predio con la promesa de construir viviendas. Aunque tenía una casilla precaria, no la pensó dos veces y rajó para allá en su bicicleta. Era de las personas más queridas en el pueblo.

Lo conocían todos. Lo devolvieron muerto, con un tiro en la cabeza que nunca pudieron sacarle”, contó su amigo Mauricio León, con los ojos hinchados del llanto y la voz todavía entrecortada. Después de agonizar durante más de un día, Velázquez murió ayer poco antes del mediodía en la Capital jujeña. “Juanjo” fue la cuarta persona que perdió la vida por el enfrentamiento del jueves a la mañana, cuando unos 250 policías avanzaron para desalojar a 750 familias que ocuparon un predio de 15 hectáreas en Libertador General San Martín. La gente usurpó los terrenos, pertenecientes a la empresa Ledesma, para pedir por la construcción de viviendas sociales en una ciudad con buena parte de su población sufriendo de emergencia habitacional. Ayer, durante todo el día, se respiró una tensa calma, tanto en el pueblo como en la zona donde está ubicado el predio usurpado. La mayoría de las escuelas y clubes no abrieron. Los tres bancos que tiene la Ciudad no dejaron entrar a sus clientes por miedo a destrozos. “Nos advierten que organismos de extrema izquierda están viajando desde San Salvador para acá. Vienen a vengarse de la muerte de sus compañeros. Por eso muchos comercios bajaron sus persianas por precaución”, Gustavo Araos, vecino y peluquero de Libertador. En las mismas carpas construidas con lonas y bolsas de residuos que resistieron la represión policial, unas 500 familias permanecían ayer en el predio de Ledesma.

“Muchos van a empezar a construir durante el fin de semana. El terreno ya se loteo y cada familia ocupó un lugar para levantar su vivienda. De acá no nos vamos. Espero que el Gobierno Nacional y el Provincial no vengan de nuevo a matarnos. Pero estamos dispuestos a resistir hasta las últimas consecuencias”, expresó Enrique Mosquera, líder de la toma y de la Corriente Clasista y Combativa. En diálogo con Clarín, el doctor Roberto Maizel, director del hospital de Libertador, señaló: “Actualmente tenemos dos internados que están fuera de peligro. A uno de ellos lo tuve que operar yo mismo ayer, para sacarle una bala del tórax. El otro paciente, también con un balazo pero en el estómago, evoluciona favorablemente”. Desde la Gobernación de Jujuy señalaron que en el hospital de San Salvador había 9 heridos de bala, cuatro de ellos policías y el resto manifestantes. Todos fuera de peligro. Los más comprometidos eran otros dos policías “con politraumatismos varios en la cabeza por haber recibido piedrazos”, informaron desde el hospital. Además, con heridas leves, “se atendieron a más de 70 personas”.

El fondo del conflicto es la crisis habitacional de esta zona de la yunga. San Martín creció exponencialmente. El intendente Jorge Ale estimó que viven allí unas 70 mil personas. “Al menos el 15% de la población necesita urgente una mejora en su vivienda. Y la realidad es que si Ledesma no entrega tierras no hay manera de que el pueblo se expanda”, señaló. El fiel reflejo de la situación es el precio de los alquileres. En los alrededores de la plaza donde están la Municipalidad y la iglesia, por un dos ambientes cobran “arriba de los $ 1.200”, precios perfectamente comparables con varios barrios del norte y centro porteño. “El costo del alquiler también se alimenta por la imposibilidad de la gente de comprar una casa. Acá, son contados con los dedos de la mano los que pueden juntar el dinero necesario para comprar una vivienda., explicaron en una de las pocas inmobiliarias de la ciudad. En dos habitaciones, sin gas y con cloacas colapsadas, Jorgelina Miseré vive junto a sus seis hijos y diez nietos, en el barrio carenciado 9 de febrero, pegado al predio donde ocurrió la violenta represión. “Todas estas tierras pertenecen a Ledesma. A mi casa me la dieron hace unos años gracias a que la empresa entregó estos predios. El tema es que el Gobierno Nacional y Provincial prometieron la construcción de casas de las que finalmente no se hicieron. Nosotros mismos tuvimos que construir las viviendas. Ahora, la empresa no quiere entregar más lugares- contó a este diario-. Mis hijos, que tiene sus propias familias y viven conmigo, se sumaron a la ocupación del predio con la esperanza de vivir aunque sea un poco mejor”.

Por falta de vivienda, también marcharon mujeres de policías también marcharon

30/07/11

Cuando lo que abunda es la carencia y el desamparo, suelen aparecer este tipo de situaciones que, aunque lindan con el absurdo, reflejan todo el peso de la más cruda realidad. Ayer, cuando el sol caía sobre la Yungas jujeñas, unas 60 esposas de policías de Libertador General San Martín se manifestaron por las calles del pueblo para pedir tierras donde poder construir sus casas. Todas ellas aseguran padecer la emergencia habitacional que azota la región, viviendo con sus familias en casas hacinadas, viejas y maltrechas. Inclusive amenazaron con usurpar, hoy, terrenos ya cedidos por la empresa Ledesma pero que, a pesar de muchas promesas, todavía no se construyeron las viviendas anunciadas.

Todo esto en medio de una ciudad triste y estresada por los sangrientos enfrentamientos del jueves. Lo más curioso: la mayoría de los esposos de estas vecinas de Libertador participaron del brutal desalojo que dejó cuatro muertos y al menos 60 heridos. “Todos sufrimos por vivir en casas precarios, sin comodidad, todos amontonados. Nosotros habitamos una casa de tres ambientes y somos 11 personas . En total tres familias. Mi marido y su hermano son policías y participaron del desalojo del lunes.

Estamos tan necesitados y desesperados como los que ocuparon esas tierras . Parece que acá hay que acampar en cualquier lugar para que nos escuchen. Y eso vamos a hacer”, advierte Analía Valverdi, presidenta de la Comisión de Esposas de Policías de Libertador General San Martín. A su lado, su cuñada, Carolina Castillo agregó: “ mi marido es policía y cobra $ 2.000 en la mano, la mitad en negro.

Alquilar un dos ambientes cuesta $ 1.200. No tuvimos otra que mudarnos a la casa de mis suegros”.

Minutos antes de arrancar con la marcha, cinco representantes de la Comisión aceptaron hablar con Clarín . “Tenemos una montaña de papeles presentados en Nación, Provincia y Municipio.

Todos nos toman el pelo . Juegan con nuestra necesidad. Nuestros maridos son policías y nos prometen terrenos para construir.

Tenemos un convenio firmado desde 2008 y nunca cumplieron” , dice Analía Wierna. “El año pasado, desesperados por la falta de respuestas, le mandamos una carta a la Presidenta.

Un enviado nos llamó y viajamos para ver al Ministro De Vido. Pagamos los pasajes.

Nunca nos atendieron.

Ni en la casa Rosada ni en el Ministerio. Son unos sinvergüenzas”, dijo Corina Ramirez.

“Con mi marido, todavía estamos pagando, en cuotas, el chaleco antibalas.

En la policía no te dan borseguies ni cascos. Es de no creer, pero en el desalojo ni siquiera le dieron tonfas (cachiporras)”, dice Luciana Aciar.

“Se ve que a la Presidenta le venden una realidad muy diferente de la que vivimos en el norte. O no querrá darse cuenta. Acá la crisis habitacional abarca a la mayoría de la gente. Y el trabajo que hay es mal pago y con buena parte del sueldo en negro”, agrega Valverdi, mientras el resto asiente.

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