Argentina: Solidaridad con las víctimas

“Perdimos hasta nuestras propias vidas”, decía un vecino desesperado. No es para menos. Otra vez el pueblo trabajador sufre decenas de muertes -que van en aumento con el correr de las horas-, miles de damnificados, desaparecidos y enormes pérdidas materiales. Llamamos a la más amplia solidaridad con los afectados. Y a reclamar soluciones inmediatas a los gobiernos de turno. ¿Quiénes son los responsables de semejante tragedia? ¿La lluvia y el clima? ¿O la desidia de los políticos
patronales como Macri, Cristina, Scioli -o Bruera, el intendente
de La Plata-, quienes no hacen las obras necesarias que evitarían semejantes catástrofes?

Es cierto que la lluvia fue histórica, pero se había anunciado un “alerta” meteorológico que desoyeron tanto el gobierno de la Ciudad, como el Nacional y el de la provincia de Buenos Aires, como ya nos tienen acostumbrados. Desde el macrismo y el kirchnerismo se acusan mutuamente diciendo que “no hay que sacar rédito político con la desgracia”, para encubrir que ellos son los responsables. Macri “acondicionó” la ciudad para el Turismo
Carretera, pero va a destinar este año menos dinero para prevenir inundaciones que en 2005/2008. ¡Ni siquiera ante una posible inundación reforzó la limpieza de los sumideros! Cristina habló el 2 de abril sin siquiera mencionar la catástrofe o solidarizarse con las víctimas. Después, producto de la indignación popular, estuvo obligada a ir a La Plata. De Vido le reprochó al PRO falta de “previsión”… ¡cuando el kircherismo fue cómplice de la masacre de Once provocando 52 muertos y 800 heridos! Y Scioli se la pasa diciendo “que gestiona para la gente”, cuando en La Plata ya reconoció 48 fallecidos.

A estos políticos no les interesa solucionar los graves problemas sociales a pesar que suben las tarifas, el transporte y los impuestos. ¿Y las obras anunciadas en campaña electoral? Hace años que muchas están presupuestadas y no se ejecutan. Siendo reclamadas por los vecinos con movilizaciones. Pero estos políticos miran para otro lado.

Las únicas obras que se llevan a cabo son las que engordan los bolsillos de las patronales amigas del PRO y del kirchnerismo a través del negocio inmobiliario, no las que necesitan los vecinos. O promueven mega emprendimientos como Tecnópolis o el Metrobús de la 9 de Julio, eliminando espacios verdes que ayudarían a absorber el agua.

¡Que se indemnice ya a todos los damnificados y se hagan las obras!

“No recibimos ayuda de ninguna de las autoridades”, repiten por televisión los damnificados. La solidaridad, como siempre, vino de parte del pueblo. ¡Se tiene que indemnizar totalmente a las víctimas, no con subsidios miserables! Macri y Scioli ofrecen líneas de crédito en vez de poner todos los fondos públicos a disposición. Y si bien Cristina fue a Tolosa, ese mismo día dispuso pagar otros 2.400 millones de dólares por la ilegítima
deuda externa con reservas del Banco Central, mientras da en cuentagotas la asistencia social. ¡En medio de miles de damnificados que se quedaron sin nada! Una vergüenza.

Nuestro partido -como parte del Frente de Izquierda se pone a disposición de los damnificados. Llamando a hacer colectas en los lugares de trabajo, estudio y barrios. A que las organizaciones sindicales y estudiantiles (CGT, CTA, FUA, FUBA, etcétera) tomen la solidaridad en sus manos y llamen a movilizar reclamando soluciones de fondo.

Hay que movilizarse para lograr que se reparen todos los daños en forma inmediata. Que se indemnice a las familias de los fallecidos de acuerdo a todo el daño causado, y se le de todo el apoyo psicológico necesario. Que se destinen partidas presupuestarias extras para proveer alojamiento, medicamentos y alimentos gratuitos a todas las víctimas y se las exima del pago de los impuestos. Que se imponga un impuesto especial a las multinacionales, banqueros, grandes empresarios y terratenientes para hacer frente a la catástrofe. Que se suspendan los pagos de la deuda externa para destinar esos fondos para asistir a las víctimas y a construir las obras necesarias que eviten las inundaciones. En definitiva, para que los daños los paguen quienes los provocaron, no los trabajadores y el pueblo.