14 octubre, 2024

Chávez admite cierre de módulos de Barrio Adentro y declara en emergencia la salud

El presidente Chávez reconoció públicamente la crisis de la salud, y la declaró en emergencia. Anunció además la creación de un fondo de inversión para las Misiones, el cual estará administrado por Luis Reyes Reyes, vicepresidente para el área social. El planteamiento lo hizo en el segundo Consejo de Ministros Ampliado, realizado en el día de ayer en San Juan de los Morros, estado Guárico.

El presidente Chávez reconoció públicamente la crisis de la salud, y la declaró en emergencia. Anunció además la creación de un fondo de inversión para las Misiones, el cual estará administrado por Luis Reyes Reyes, vicepresidente para el área social. El planteamiento lo hizo en el segundo Consejo de Ministros Ampliado, realizado en el día de ayer en San Juan de los Morros, estado Guárico.

Admitió que en este momento hay 2.000 módulos de Barrio Adentro abandonados, y en ese sentido, anunció la incorporación de 1.111 médicos cubanos que comenzarán a llegar al país a partir del 8 de octubre, así como 213 médicos venezolanos que están por graduarse en Cuba.

“Declaremos la salud en emergencia. Detectamos 2.000 módulos de Barrio Adentro abandonados; sin médicos. Un descuido de todos. El fenómeno vino presentándose y se tomaron medidas, pero nunca pudimos con el problema. La culpa es de todos”, recalcó el Presidente.

Según relató el propio presidente Chávez, habría sido Fidel Castro quien se percató de la grave situación de Barrio Adentro, y no los funcionarios gubernamentales responsables de la salud.

«Fidel (Castro) me llamó un día y me mandó una carta y comienza diciendo que ‘tengo un compromiso moral con esto, así que me activo’. Hicimos allá (en Cuba) una reunión especial y mandó una inspección por todas las misiones cubanas», comentó el Presidente.

Lo cierto es que al fin el gobierno se percata de lo que ya era para la mayoría de la población un hecho notablemente visible: la crisis de Barrio Adentro, uno de los programas socales bandera del actual gobierno. Pero no sólo de Barrio Adentro, si no de todo el sistema nacional de salud.

Como ya es costumbre, y al viejo estilo de Cantinflas, el Presidente se desdice a cada momento. A finales de agosto había declarado que la salud en su gestión «ha dado pasos agigantados» y que iba camino a «un sistema de óptima calidad”. Ahora no le queda otra opción que reconocer la dura realidad, y declarar en emergencia a la salud.

Sin embargo, lo que llama la atención es que el Presidente declara en emergencia la salud, pero sólo se refiere a los módulos de Barrio Adentro cerrados, a la falta de médicos en los mismos, y a un Fondo de Inversión restringido a dicha misión. Y no dice una sola palabra de la crisis en el sistema hospitalario nacional, ni al conjunto del sector salud que involucra a miles de ambulatorios en todo el país. Tampoco hace mención de los reclamos laborales y de contratación colectiva de los médicos, enfermeras y demás trabajadores del sector, incluyendo a los del mismo Barrio Adentro.

Quizás este era un buen momento para que el presidente Chávez explicara al país el destino de 8 créditos adicionales entregados en los últimos dos años al Ministerio de Salud, así como el paradero de 1,35 millardos de bolívares fuertes, que en el 2007 fueron aprobados por la Asamblea Nacional como crédito adicional para la refacción de 62 hospitales en todo el país, así como el de los Bs. F. 300 millones, autorizados este año para la culminación de dichas obras, la mayoría aún inconclusas.

De esos recursos el Ministerio de Salud no ha rendido cuentas al país, y mientras tanto la mayoría de los hospitales se encuentran en precarias condiciones y las obras encargadas no han sido concluidas, manteniéndose muchos servicios cerrados.

En una entrevista que le hiciera el diario El Universal el pasado 30 de agosto al diputado del PSUV Tirso Silva, miembro de la comisión de Finanzas y ex-presidente de la subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional, este denunció que las empresas a las que se encomendó la remodelación de los hospitales, se fueron con la cabuya en la pata, no hicieron el trabajo, pero ya habían recibido jugoso un anticipo. Silva puso en cuestión los mecanismos para contratar a estas empresas, las cuales, según él, no habrían pasado por una licitación, y además agregó que estas constructoras pertenecen a las mismas personas y que se reciclan por todo el país con nombres distintos. ¿Será acaso empresas de la nueva boliburguesía, con sólidas conexiones con funcionarios del gobierno? Nos preguntamos nosotros.

La verdad es que como el mismo Silva reconoce, en el marco del capitalismo del siglo XXI, la salud en el país sigue siendo un lucrativo negocio.

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