Chicago: Una huelga por la escuela pública

Redacción de A l´encontre
http://alencontre.org/
Traducción de Faustino Eguberri, Viento Sur

El jueves 13 de septiembre de 2012 marcó el cuarto día de huelga de los enseñantes de las escuelas públicas de Chicago. Negociaciones y huelga van parejos. La experiencia del Chicago Teachers Union (CTU) y de sus 26.000 miembros les indica que no se puede conceder ninguna confianza al alcalde demócrata Rahm Emanuel y al Consejo de Gestión del sistema escolar. Desde el comienzo de su mandato, en junio de 2011, el exsecretario general de la Casa Blanca (durante los primeros meses de la presidencia Obama) no ha dejado de llevar a cabo una campaña contra el CTU.

Redacción de A l´encontre
http://alencontre.org/
Traducción de Faustino Eguberri, Viento Sur

El jueves 13 de septiembre de 2012 marcó el cuarto día de huelga de los enseñantes de las escuelas públicas de Chicago. Negociaciones y huelga van parejos. La experiencia del Chicago Teachers Union (CTU) y de sus 26.000 miembros les indica que no se puede conceder ninguna confianza al alcalde demócrata Rahm Emanuel y al Consejo de Gestión del sistema escolar. Desde el comienzo de su mandato, en junio de 2011, el exsecretario general de la Casa Blanca (durante los primeros meses de la presidencia Obama) no ha dejado de llevar a cabo una campaña contra el CTU.

Un primer balance indica que si se han conseguido logros efectivos durante la negociación, no encuentran su origen más que en la determinación de los enseñantes y en el apoyo que han logrado obtener entre los padres. El CTU ha llamado a una gran manifestación para el sábado 15 de septiembre. Y la organiza de forma sistemática y dinámica.

Los enseñantes están convocados por la CTU a estar presentes en su escuela el viernes por la mañana, 14 de septiembre, desde las 8h. Tras una hora de intercambio de opiniones entre los huelguistas, a las 9h éstos comienzan un trabajo de explicación sobre el sentido de sus luchas y de sus reivindicaciones. Se han elaborado panfletos en inglés y español para dirigirse directamente a los padres y, con ello, frenar la tentativa de Rahm Emanuel de suscitar entre los padres una oposición a la acción de los enseñantes.

La manifestación del sábado 15 de septiembre debe partir de Union Park, lugar en el que se había desarrollado la mayor movilización de los emigrantes en 2006. El jueves 13 de septiembre, un enseñante, presente en su piquete de huelga constataba: «Hemos obtenido más haciendo cuatro días de huelga que durante negociaciones que han durado 10 meses. Pero esto no se acabará hasta que podamos ver, en concreto, lo que se nos ofrece -no a través del antisindical Chicago Tribune, sino por nuestro sindicato. Solo siguiendo fuertes, movilizados, buscando extender el apoyo que nos dan, poniendo de relieve las injusticias de nuestro sistema educativo podremos ganar».

La amplitud y la dinámica de la movilización se han concretado, el jueves 13 de septiembre, durante la imponente concentración de unas 30.000 personas ante el Hotel Hyatt. La elección de este sitio tenía por objetivo subrayar la composición social del Consejo de Gestión del sistema escolar. En efecto, Penny Pritzker, heredera de la fortuna del grupo hotelero Hyatt, está en ese Consejo. Sin embargo, esa empresa, a través de un sistema complejo de impuestos y financiación, ha recibido millones de la ciudad para «proyectos de desarrollo», sumas de las que tienen necesidad urgente las escuelas y los barrios desfavorecidos.

El Partido Demócrata ha puesto en marcha su máquina para enfrentarse a los huelguistas, acelerando su campaña. Utiliza no solo los medios, sino que empuja a los líderes religiosos a demandar a los enseñantes que pongan fin a la huelga para «no perjudicar a los 350 000 estudiantes». En su carta abierta publicada en la prensa, se cuidan, para ser más eficaces, de no proclamar su apoyo al alcalde o al CPS (Chicago Public Schools). Esto coincide con la orientación táctica de Rahm Emanuel que puede resumirse así: «Volved al trabajo, mientras tanto se negocia, lo que beneficiará a todo el mundo». ¡Como si la CTU no hubiera negociado durante 10 meses! Como si, desde hace años, la CTU no hubiera subrayado la degradación de las condiciones de enseñanza y la subfinanciación sistemática de las escuelas públicas, particularmente en los barrios más pobres, a menudo con una población latina o negra. Esta política de subfinanciación conduce a una selección escolar, al cierre de clases y a la expansión del sector privado de la educación.

Esta huelga demuestra no solo la fuerza de la CTU, su ruptura con una política de concesiones, sino también un hecho de una gran importancia: quienes conocen mejor las necesidades de la mayoría de los estudiantes son los enseñantes. Y una parte significativa de los padres lo ha comprendido. Lo que refuerza esta lucha ejemplar, en período electoral.

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