Colapso energético es consecuencia del burocratismo y la falta de previsión gubernamental

Caracas, 25 de octubre de 2009. En Venezuela se viene produciendo desde hace algunos años una crisis energética sin precedentes. En los últimos meses esto ha adquirido ribetes dantescos, con apagones frecuentes en todo el país, que en ocasiones llegan a durar hasta 24 horas, como ha sido el caso reciente en varias localidades de Anzoátegui. Hasta en el estado Bolívar, muy cerca de la principal represa del país en Guri, que genera el 70% de la electricidad, no hay luz.

El pasado miércoles el presidente Chávez tuvo que reconocer la gravedad de la situación energética, y anunció medidas excepcionales, entre ellas, la creación del Ministerio de Energía Eléctrica, es decir, más burocracia para enfrentar un problema que está afectando a millones de venezolanos.

A cargo del nuevo ministerio estará el diputado del PSUV, Angel Rodríguez, antiguo trabajador petrolero y exsindicalista del sector.

Junto a la creación de la nueva cartera ministerial, Chávez dijo que lanzará una campaña para ahorrar energía y agua. Asimismo, se creó una Comisión Estratégica para el sector eléctrico, la cual estará a cargo del actual vicepresidente ejecutivo, Ramón Carrizález.

El Presidente, además de reconocer el atraso del gobierno en realizar las inversiones necesarias para evitar esta situación, destacó como otra causal de la crisis energética el incremento de la demanda, la cual ha llegado a un 7% interanual, atribuida por su parte al “derroche” de energía de los venezolanos. Chávez señaló que la demanda eléctrica aumentó en los últimos 10 años de 12.000 a 17.000 megavatios.

En realidad, un aumento nada exagerado ni dramático, que equivaldría a unos 500 megavatios anuales.

«No es tiempo de jacuzzi (…) No deje el televisor prendido», señaló Chávez, y agregó que él se baña en tres minutos para ahorrar agua.

El decreto que creará el nuevo ministerio incluirá la obligación de que las oficinas públicas reduzcan su consumo en 20% y la prohibición de importar equipos eléctricos que no sean de bajo consumo.

La capacidad instalada de energía eléctrica en toda Venezuela es de cerca de 24.000 megavatios, a los que se le instalarán 4.000 megavatios adicionales, de acuerdo al mandatario.

Lo cierto de todo esto es que el gobierno responsabiliza a los venezolanos por el aumento de la demanda, y por su supuesto derroche, cuando en rigor se trata de una crisis propiciada por la falta de previsión y la carencia de las inversiones necesarias en tan importante y estratégico sector.

Los sindicatos del sector eléctrico, además de exigir la discusión de su contrato colectivo vencido, han advertido sobre estos problemas, señalando que el país se precipita hacia un colapso de su sistema eléctrico.

El actual gobierno decidió paralizar la construcción de cuatro represas en el Alto Caroní (Guayana), adicionales a Macagua I, Guri I y II, Macagua II y III y Caruachi, que en conjunto habrían de aportar 10 mil megavatios: Tayucay (1.800 MGW), Aripichi (2.800 MGW), Eutobarima (2.700 MGW) y Auraima (2.700 MGW).

Por otra parte, la central hidroeléctrica La Vueltosa, parte del complejo Uribante-Caparo, debía ser terminada en el 2007, sin emnbargo su conclusión se aplazó para el 2011. La represa de Tocoma, en el Caroní, debía iniciar operaciones a finales de este año. Ahora, se informa que será en 2014.

Víctor Poleo, ex viceministro del sector eléctrico entre 1999 y 2001, explica estas demoras por la corrupción y el despilfarro.

Entre 2001 y 2005 debían ser ejecutados 285 proyectos de transmisión, para los cuales se presupuestaron 643 millones de dólares. A la fecha, se ha ejecutado apenas 24% del gasto, o sea, 155 millones de dólares. Poleo dice que se desconoce dónde está el resto de la plata. Dejaron de invertirse 488 millones de dólares, lo que explicaría la crisis energética actual.

Sin duda, la única forma de enfrentar de manera estratégica y a largo plazo esta crisis eléctrica en el país, es incorporando a los trabajadores y sus organizaciones sindicales en la gestión del sector eléctrico. De allí que en la comisión creada recientemente por el presidente Chávez, deberían participar paritariamente con el Estado, los representantes de los trabajadores. Asimismo, desde allí, debería discutirse un plan nacional eléctrico, que cuente con las inversiones necesarias para enfrentar la grave situación.

No es echándole la culpa a los venezolanos, que en realidad son las víctimas de la falta de previsión gubernamental, ni creando una nueva estructura burocrática, como se resolverá la crisis energética en el país.