¿Cómo podemos los trabajadores y el pueblo enfrentar la actual crisis?

Nuestro partido a través de su periódico Voz de los Trabajadores, de la página web laclase.info y de las intervenciones públicas de sus dirigentes, ha planteado en reiteradas ocasiones que el país atraviesa por una severa crisis económica, con fuertes repercusiones sociales, lo que estaría incubando los elementos propios de un eventual estallido social.
Toda esta situación de crisis ha venido repercutiendo en un pronunciado desgaste del gobierno del presidente Maduro, así como en evidentes signos de crisis en el Psuv y en su base social.

Nuestro partido a través de su periódico Voz de los Trabajadores, de la página web laclase.info y de las intervenciones públicas de sus dirigentes, ha planteado en reiteradas ocasiones que el país atraviesa por una severa crisis económica, con fuertes repercusiones sociales, lo que estaría incubando los elementos propios de un eventual estallido social.
Toda esta situación de crisis ha venido repercutiendo en un pronunciado desgaste del gobierno del presidente Maduro, así como en evidentes signos de crisis en el Psuv y en su base social.

Con unas elecciones municipales a la vuelta de la esquina y con este trasfondo crítico, el gobierno optó por lanzar una medida efectista, de corte populista y con fines eminentemente electoreros, tratando de remontar la compleja cuesta empedrada de inflación y desabastecimiento.
En un contexto general de especulación y acaparamiento, métodos típicos de la burguesía venezolana, millones de personas vieron con buenos ojos las medidas de Maduro, y nuestro partido considera correcto que se adopten medidas contra los grandes empresarios, no obstante constatamos que no se toman medidas de fondo para atacar la raíz del problema, y que el gobierno de Maduro es incapaz de hacerlo.
Los desatinos económicos de casi 15 años de gobiernos de Chávez y Maduro, han generado la situación que hoy padecemos. El fracaso de este modelo político y económico de colaboración de clases y falso socialismo, está generando un gran malestar en la población.
No es un secreto que la inflación endémica producida por la caída de la producción nacional, las importaciones masivas, la falta de divisas, y los negociados de empresarios privados y boliburgueses, han sido el caldo de cultivo para que empresarios y comerciantes aprovecharan la situación para hacer gigantescas ganancias a costa del bolsillo de los trabajadores y el pueblo.
Es en ese marco que el gobierno aprueba las sanciones contra la empresa Daka, lo cual generó una gran movilización popular que presionó de inmediato por una reducción sustancial de los precios de la mayoría de los bienes de consumo masivo, que no se limitó a los electrodomésticos, extendiéndose a otros rubros.
Los saqueos que se produjeron en algunos lugares en los primeros días de la aplicación de la medida, pusieron en evidencia la crispación que existe entre la población, lo cual es evidencia del germen de un potencial estallido social, al cual en alguna medida el gobierno le salió al paso, bajando los precios. De igual manera, los comerciantes y empresarios especuladores, temerosos de la movilización popular, comenzaron a bajar los precios de los productos, en todos los rubros. La gente salió a la calle, se movilizó, y constató que con su presión se pueden bajar los precios.

Más allá de que hoy mucha gente se ha beneficiado adquiriendo en días previos a Navidad, artículos con precios mucho más bajos a los que había hace un par semanas, debemos decir que esta medida del gobierno de Maduro no es sostenible en el mediano plazo. La especulación no sólo es consecuencia de la permisividad y gran corrupción de los entes del Estado encargados de fiscalizar a las empresas, sino fundamentalmente del desastre económico del país; de la falta de inversión en las empresas nacionalizadas o compradas por el gobierno a empresarios privados, que hacen que hoy Venezuela sea un país más dependiente de las importaciones y del petróleo.
Esto es pan para hoy y hambre para mañana. Y tendrá un efecto boomerang que lamentablemente seguirá impactando negativamente los bolsillos de los trabajadores y el pueblo. Y esto se constatará el próximo año, después que pase la euforia de una medida coyuntural, lanzada por el gobierno para tratar de asegurar las elecciones de diciembre.
El Partido Socialismo y Libertad, así como sus candidatos a concejales y alcaldes en unos 50 municipios del país, consideramos que las causas de la crisis económica que atravesamos siguen vigentes; que las razones que originaron la inflación y la escasez no han desaparecido. Que los elementos que nos han llevado a plantear la posibilidad de un estallido social siguen presentes. Los trabajadores de muchas empresas públicas y privadas siguen siendo explotados, y se movilizan en defensa de sus derechos. El malestar social aún no se ha disipado. La escasez no cede, y miles de venezolanas y venezolanos siguen en refugios esperando una vivienda; los apagones continúan y el deterioro de los servicios públicos es creciente. Pasado el espejismo de las medidas del gobierno, las razones para protestar seguirán vigentes. Por su parte, la MUD asume la defensa de los empresarios ladrones, y las medidas económicas que propone, (maxidevaluación, eliminación de los controles al comercio), significarían un durísimo ajuste contra el pueblo venezolano.
Por tal razón nuestro partido y candidatos plantean que es necesario unificar las luchas obreras y populares. En ese sentido, llamamos a Fadess, a la Unete, a sindicatos y corrientes sindicales de los distintos sectores y empresas en lucha, así como a las organizaciones populares dispuestas a sumarse, a convocar un Encuentro Nacional Sindical y del Pueblo en Lucha para discutir un plan de movilización y articulación de todos los conflictos.
Sólo la movilización unitaria de los trabajadores y los sectores populares, levantando un Plan Económico de Emergencia, puede imponer medidas que den solución a los reclamos más urgentes. Ese Plan debería incluir medidas como las siguientes:
Aumento general de salarios. Que el salario mínimo se iguala al costo de la canasta básica. Salario ajustado cada 3 meses de acuerdo a la inflación.
Eliminación del IVA. Altos impuestos especiales a las grandes empresas y multinacionales.
Respeto a los contratos de trabajo y pago de todas las deudas laborales.
Reducción en un 60% de los precios de los alimentos. Congelamiento de los alquileres de vivienda y comercios.
Que se garantice el abastecimiento de los productos básicos de la canasta familiar poniendo todas las empresas alimenticias (privadas y estatales) y de distribución, bajo la gestión y control de los trabajadores, técnicos y profesionales. Que a los trabajadores se les respeten sus contratos y la autonomía sindical.
Urgente reinversión en empresas estatizadas de alimentos (Lácteos Los Andes, Aceites Diana, La Gaviota, Empresa Socialista Pedro Camejo, Agropatria, Pdvsa Gas Comunal y otras), del cemento, separando a los burócratas del gobierno por una gestión y administración de sus trabajadores, para instrumentar una rápida reactivación de la producción.
Por un plan de reinversión para la recuperación de las empresas básicas de Guayana.
Inmediata Reforma Agraria y creación de una empresa agroindustrial estatal bajo control y administración de los trabajadores.
Por un gran fondo nacional para desarrollar este plan de emergencia basado en: a) la inmediata suspensión de los pagos de la deuda externa y la eliminación de los tratados de doble tributación; b) una industria petrolera 100% nacionalizada, sin empresas mixtas ni transnacionales. Por una Pdvsa gestionada por sus trabajadores, técnicos y profesionales, para poner los cuantiosos recursos petroleros al servicio de este Plan de Emergencia.

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