(Vídeo) ‘Construcción’, de Chico Buarque, cumple 50 años. ¿Por qué esta canción es una obra maestra?

Por Mantovanni Colares* (La rueda suelta)
La revista Rolling Stone la eligió como la mejor canción brasileña de todos los tiempos. Refleja, como pocas, la dura vida laboral del latinoamericano.  

Construcción (Construção – 1971) es la gran carta de presentación de quien tenía ya cuatro discos editados entre 1966 y 1970, en los que comenzó su andadura con temas variados, situaciones que iban desde el carnaval hasta el amor.

Y aunque en ese momento era joven, 26 años, ya nos revela en esta obra toda su madurez creativa.  En este álbum –que lleva el mismo nombre de una de las diez canciones que lo componen– comenzamos a  saber de la dimensión de Chico Buarque de Hollanda.

Una producción en la que presenta un estilo que lo acompañaría a lo largo de su trayectoria musical, hasta la actualidad. Las canciones llevan un lenguaje teatral en sus entrañas, están cosidas de tal manera en el disco que se percibe una narración como si fuera una sola historia.

‘Construcción’, versión en español

El oyente recorre las canciones en secuencia, como si se tratara de un musical que desentraña la vida dramática del trabajador que nunca llegará a ningún lado, aunque cambien las perspectivas de las situaciones en las que se ve envuelto en su doloroso caminar.

En época de dictaduras militares

Los versos de la canción Construcción (Construção) se repiten en un momento determinado, haciendo el cambio de la última palabra, en un verdadero juego de alternancia de sentimientos.

Cada final del verso representa el intento de una nueva vida para el obrero; es como si él estuviera dando vueltas, ya que en el sistema al que está atascado nada puede cambiar su destino.

En ese año, 1971, la opresión política se extendió por toda América Latina, materializada en dictaduras militares para aplastar la garantía básica de la dignidad de cualquier ser humano, además de la explotación excesiva de la fuerza laboral.

En este escenario aterrador, del predominio del poder, Chico trae al centro de su obra musical la figura de quienes no tienen ese poder, por el contrario, es víctima de él. El trabajador y su mundo.

Sigamos, pista a pista, la secuencia de canciones de Construcción (Construção), el álbum.

En mi lectura libre –como debe ser en todo arte– Dios te Pague (Deus lhe Pague) sería la apertura del musical, recordando la técnica del teatro griego antiguo, en el que el drama lo iniciaba un coro, formado por actores que se mantenían alejados de la acción principal, y que dio información al público para entender y seguir el espectáculo.

En esta canción ya se habla de la muerte del trabajador en su trabajo, de la humillación que sufre por parte de los poderosos durante su vida, sea cual sea el poder –político, económico, religioso– hasta el punto de agradecer incluso el aire que respira, en una interjección de asombrosa sumisión:

“¡Dios te pague!”.

En secuencia, viene el desvaído día a día del trabajador (Cotidiano – Cotidiano), después, el reconocimiento del propio trabajador, que no trata a su amor como debería (Desánimo – Desalento).

La muerte

Luego llega al trabajo para otro día actuando como una máquina, pero sucede la tragedia que se anunció; cuando no por el peso de la vida imponiendo malas condiciones laborales, por suicidio por no soportar más ese peso (Construcción – Construção).

Sí, el verso y flotó por el aire cual si fuese un pájaro en esta canción, puede ser una indicación de que no tropezó con los andamios del edificio, sino que saltó hacia la muerte.

Durante ese último vuelo, soñaría despierto, en segundos, todo lo que sucedió en su vida y lo que debería haber hecho: la unión de todos los trabajadores en busca de mejores días (Cordón – Cordão), el coraje de decirle a su esposa que a vivir su vida e ir en busca de otros amores (Mira Maria – Olha Maria, hecha en asociación con Vinicius de Moraes y Tom Jobim)…

El miedo a ser detenido por la dictadura y tener que salir del país (Samba de Orly – Samba de Orly, hecha con Vinicius de Moraes y Toquinho), el reencuentro con la mujer y revivir el amor en su plenitud (Pequeño Vals – Valsinha, hecha con Vinicius de Moraes), la imagen del hijo de obrero y su esposa, creando una hermosa historia de cómo habría nacido (Mi Historia – Minha História, una versión de Gesubambino, de Lucio Dalla y Pallottino)

Y al final de este musical, el verdadero narrador, el propio Chico, aparece en el centro del escenario, cantando a su hija recién nacida, Helena, diciendo que la realidad es dura y es mejor dormir (Acalanto – Acalanto). Cierran las cortinas.

Nada cambia para el trabajador

Cincuenta años de Construcción (Construção), una canción y un disco marcados por el drama de su época. Poco ha cambiado en esta triste realidad de la vida del trabajador.

Solo el arte soberano de un Chico Buarque logra poner como protagonista a ese hombre que comió su pan con queso cual si fuese un príncipe, porque la verdadera realeza es la autenticidad, esta la tiene el trabajador, con su comida sencilla pero honesta.

‘Construcción’, el álbum

El arte elige sus valores, Chico inmortaliza la figura relevante del obrero, no la de los poderosos; estos terminan.

Construcción (Construção) logró mostrarnos esto de una manera amplia, ladrillo con ladrillo en un diseño mágico.

 

* Profesor de la Universidad Federal de Ceará (Brasil) y escritor. Dedica un blogy su página de Instagram a destacar el trabajo de Chico Buarque.

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