Cuba: 59 años de la invasión imperialista de Playa Girón

Por Laclase.info

En enero de 1959 la insurrección del pueblo cubano acabó con la dictadura de Fulgencio Batista. El nuevo gobierno estuvo dirigido por el Movimiento 26 de Julio, encabezado por Fidel Castro y el Che Guevara. En medio de un gran ascenso de masas se produjeron cambios políticos, económicos y sociales. Las medidas de reforma agraria dieron lugar a la renuncia a la presidencia del país del Dr. Manuel Urrutia, representante de los sectores burgueses que habían acompañado al 26 de Julio en la lucha contra la dictadura. A partir de 1960 la revolución se fue profundizando al calor de la movilización del pueblo y los trabajadores, mientras arreciaba la presión del imperialismo norteamericano a través de sabotajes y asesinatos. Ese año se produjeron la reforma urbana, la nacionalización de las refinerías petroleras y de los ingenios azucareros.

El 15 de abril de 1961 aviones con falsas insignias cubanas salieron de campamentos de la CIA en Centroamérica. Bombardearon aeropuertos con un saldo de 8 cubanos muertos. El discurso de Fidel Castro del día siguiente, en el funeral de los caídos, proclama por primera vez el carácter socialista de la revolución y se acuña la consigna: “Patria o Muerte. Venceremos”.

El 17 de abril en la madrugada, en Playa Girón, también conocida como Bahía de Cochinos, se inició la invasión de unos 1.300 mercenarios armados por la CIA y apoyados por barcos y aviones proporcionados por el gobierno norteamericano. Produciéndose de inmediato una contraofensiva del ejército rebelde con Fidel Castro a la cabeza. Los combates duraron casi tres días. Luego de 66 horas de sangrientos enfrentamientos fue aplastada la invasión armada promovida por la CIA. El gobierno yanqui no pudo torcer el rumbo socialista que por entonces adquiría la revolución.

La contundente respuesta del pueblo cubano obligó a los mercenarios anticastristas a replegarse. Ante la escasez de municiones y la parálisis del gobierno yanqui (que esperaba un triunfo fulminante) los invasores se rindieron. Algunos intentaron huir, pero la mayoría fueron capturados. Hubo aproximadamente 107 muertos y casi 1.200 prisioneros en las filas anticastristas, 155 abatidos y otros tantos heridos en las fuerzas revolucionarias. Los mercenarios entrenados por la CIA eran hijos de ex terratenientes, ex grandes comerciantes o industriales, y otros exiliados partidarios de la siniestra dictadura de Batista, entre ellos 194 ex militares.

Los primeros años de la Revolución Cubana siguen siendo una fuente de enseñanzas para las jóvenes generaciones de luchadores latinoamericanos. Cuba demostró que es posible avanzar al socialismo con la movilización obrera y popular. A cada golpe del imperialismo y la burguesía cubana, las masas respondían con la radicalización de sus acciones.

A pesar de que el régimen dictatorial de partido único y la sumisión a la burocracia de la Unión Soviética fueron frenando el proceso revolucionario, hasta llevarlo a la restauración capitalista que se desarrolla desde hace algunos años, siguen vigentes los avances del pueblo cubano en el terreno de la dignidad antiimperialista, la educación, la salud y el deporte. Nunca olvidaremos que esos logros fueron el fruto del heroísmo revolucionario de un pueblo movilizado, que tuvo el coraje de romper política y económicamente con la burguesía local y con el imperialismo yanqui, que nunca logró su sueño de aplastar a la joven Cuba socialista.

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