El desastre de Amuay pudo ser evitado

Ante el terrible accidente acontecido en el Centro de Refinación de Paraguaná el día sábado 25 de Octubre del 2012, el equipo de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura), del estado Zulia, nos hacemos solidarios con los familiares y amigos de los trabajadores y personas que perdieron la vida en este desastre, que hoy enluta nuevamente a todos los venezolanos, igualmente con los heridos y las personas que perdieron sus viviendas y enseres.

Es realmente preocupante la reiteración de accidentes e incidentes en la industria petrolera, manejada por Pdvsa y las empresas mixtas en las que participan las transnacionales. Son innumerables las denuncias de condiciones inseguras realizadas por los trabajadores y delegados de prevención ante los gerentes en todas las áreas de trabajo, sin que éstas sean corregidas estricta y oportunamente.

La situación de deterioro de la industria fue plasmada en un documento presentado a la Futpv por la representación de C-cura (secretarios ejecutivos José Bodas, Iván Freites, Robert González y Fran Luna), que serviría como base para introducir un Pliego de Peticiones con carácter conciliatorio ante la Directiva de Petróleos de Venezuela, buscando subsanar todas las violaciones legales y contractuales que se traducían en condiciones inseguras de trabajo. Se denunciaban las faltas de mantenimiento en todas las áreas de la industria petrolera (Refinerías, Tuberías, Estructuras, Plantas Compresoras, Estaciones de Flujo, Taladros, Patios de Tanques, Muelles, Embarcaciones y Plataformas Marítimas, Talleres, Estaciones de Bombeo). El documento fue entregado el 18 de Noviembre del 2010 al Comité Ejecutivo de la Futpv (Federación Unitaria de Trabajadores de la Industria Petrolera Venezolana, Gas y sus Similares) que presidida por el ciudadano Wills Rangel. Lamentablemente, como la mayoría de los representantes de la Federación pertenecen al Psuv (11 federativos), hicieron caso omiso a las denuncias hechas por el sindicalismo revolucionario y autónomo petrolero. Así fue el comportamiento y la respuesta en ese momento de esos representantes sindicales, cuando se les emplazó para que emprendieran acciones que le garantizaran condiciones de trabajo seguras, salud, y respeto a las leyes laborales a los trabajadores.

La cruda y triste realidad es que hoy PDVSA es una empresa de altísimo riesgo, administrada por gerentes del Psuv, muchos incompetentes pero que forman parte de la clientela política del gobierno, y que manejan la industria petrolera a su antojo, sin respetar los estándares de seguridad, operatividad y mantenimientos.

Todo esto con contar las clasificaciones, las sustituciones, la asignación de tareas extrañas a su labor al personal petrolero, escasean las políticas serias de prevención, hay hurtos y robos a granel en tierra y en el lago, llegando al extremo del asesinato de un trabajador (Williams Raga) cuya muerte no ha sido investigada. Se incumple con la dotación de equipos de protección personal, no hay ambulancias en las áreas, y se hostiga y despide a delegados de prevención y a dirigentes sindicales, si denuncian condiciones inseguras y atropellos. Pdvsa y las empresas mixtas incumplen 80% de la Lopcymat, que es la ley que rige la materia de Seguridad. Inpsasel, el instituto cuyo papel es hace valer la referida ley, jamás puede entrar a inspeccionar en Pdvsa, en donde técnicamente se violan todas las normas y procedimientos operacionales. Por ejemplo, se puentean los sistemas de disparo por vibración de equipos rotativos, válvulas de control automáticas son “baipaseadas” y otras filtran por no haber ni repuestos, ni reemplazos, se amarran con trapos las Válvulas Celenoides de gas por falta de tornillos o tirrajes, no funcionan las alarmas lumínicas y sonoras de alerta, no funcionan los sistemas contraincendios, no se reemplazan las tuberías que presentan bajos espesores y corrosión, solo se pintan de rojo; las plantas Compresoras de Gas y Estaciones de Flujo que estaban automatizadas, hoy funcionan manualmente por falta de repuestos. Estructuras corroídas, cementerios de lanchas sin repuestos, Pozos hundidos en el Lago sin señalizaciones. Clínicas industriales de trabajadores, familiares y pueblo en total abandono, hacinadas y sin medicinas. En fin, se está cayendo a pedazos Pdvsa y todo debido a la falta de inversión y mantenimiento, estas son las verdaderas causas de accidentes y muertes señores gerentes, señor Presidente, señor Ministro; no es ningún saboteo de trabajadores como dicen muchos activistas del Psuv o quintas columnas, tampoco son las iguanas ni rabipelados. Son ustedes y toda su política de desinversión, falta de mantenimiento, clientelismo y corrupción, los responsables de esta tragedia y todas las acontecidas en Pdvsa en los últimos años.

Cuando los trabajadores realizan informes y denuncias, justamente para prevenir los accidentes e incidentes, lo único que obtienen es persecución por parte de los gerentes, se ha llegado al extremo de despedir a delegados de prevención, dirigentes sindicales y hasta al Secretario Ejecutivo de la Futpv, Robert González, de la Refinería El Palito, por denunciar el desastre operativo y de seguridad industrial en que se encuentra la industria petrolera. Claro, quienes exponen la vida en el lugar de trabajo no son los gerentes multimillonarios de Pdvsa ni el ministro Ramírez, somos los trabajadores. Retamos a la directiva de Pdvsa a que publiquen la estadísticas de accidentes y muertes registradas bajo su administración. Solo en el CRP, la REP y la COL en los últimos años se han registrado más de un centenar de muertes, incluyendo el desastre de Amuay, que hoy representa el siniestro más grande acontecido en la historia de Pdvsa, opacando el incendio de Planta Lamas. El incendio de casas de Lagunillas de Agua, con centenares de muertos, fue la tragedia de mayor proporción cuando Venezuela iniciaba su negocio de producción y explotación de petróleo, antes de la creación de Pdvsa.

Concluimos haciendo un llamado a la clase trabajadora, a exigir junto con nosotros la creación de una comisión investigadora independiente que establezca con un método científico las causas del desastre de Amuay y establezca responsabilidades políticas y legales. No puede ser que el gobierno diga que va a investigar, y que de entrada descarten el testimonio de los trabajadores y los habitantes de las comunidades afectadas por el desastre. El mismo Presidente, tildó la tragedia de Amuay como si fuera una función de teatro, al plantear que “la función debe continuar”. Además de esto, debe crearse una comisión nacional de delegados de prevención y dirigentes sindicales para realizar una inspección en todas las áreas petroleras y detectar los déficit de inversión y mantenimiento. El gobierno debe comprometerse a respetar la autonomía de los comité de seguridad laboral, así podrán recaudar toda la información necesaria que determinen y enfrentar a las condiciones inseguras y violaciones de las normas de seguridad que han causado tantos accidentes laborales y muertes. Se deben abrir los archivos de la industria en todas las áreas y conocerse los inventarios de repuestos, igualmente se deben revisar los libros diarios de reportes realizados por los trabajadores de guardia, esas informaciones son precisas y necesarias para identificar las anomalías denunciadas, pero nunca corregidas.

De allí saldrán las responsabilidades de esta tragedia y se evitarán otras que pudiesen venir ante tanta desidia. Aplicar las leyes y normas de seguridad industrial dentro de Pdvsa, tal como lo establece la Lopcymat. Actúe Presidente, ya basta de echar cuentos, destituya inmediatamente a Rafael Ramírez y demuestre que está dispuesto a permitir una investigación independiente del desastre de Amuay y que se castigue a los responsables.

*Dirigente de C-cura y el PSL en el estado Zulia.