El MIMPI, los caciques mayores y GADEMA

Ellos en el fondo obedecen a los ganaderos, no a los intereses de los indígenas, de seguro al MINPI. Son doblemente tarifados por el ministerio indígena y por los ganaderos, en las chiquitica es GADEMA quien lo saca de apuros, y ellos le lava el rostro al MINPI cada vez que los necesitan si y sólo si los mantienen en el cargo, así les decía la ministra saliente “ayúdenme que yo les ayudaré”. Pero Sabino no quiso entrar en este juego colonial de la “ruleta rusa”.

Sus discursos los delata, por ejemplo cuando a espalda de las mujeres indígenas heridas por los ganaderos Antonio Romero casi llorando en las oficinas de Caracas del MINPI ufanado en su denuncia contra su hermano Sabino y de su supuesta participación en “el robo y desvalijamiento de la hacienda Medellín” decía “por su culpa somos mal vistos por los ganaderos” o las palabras con rabia emitida al día siguiente por este mismo grupo, esta vez en Maracaibo en la redacción de diario Panorama por otros de los funcionarios indígenas Efraín Romero “no podemos permitir que nos señalen de que son todos los yukpa los que cometemos actos vandálicos” (Panorama, 26/10/12: 9, video: http://www.panorama.com.ve/portal/app/vista/detalle_noticia.php?id=40320). Si leemos los diarios, o vemos o escuchamos la televisión o la radio todos estos medios hacen referencia solamente a “Sabino” o a “Sabino y su grupo”, y a la comunidad “Chaktapa”. En ningún momento fue señalado el pueblo Yukpa en general, es más varias veces lo aclararon tanto periodistas y ganaderos, en ningún lugar se involucró al sector Yukpa más alejado del lugar de los acontecimiento a saber la cuenca del río Apón, o de los ríos Aroy o Tinacoa, o la comunidad Karetru a la que dice representar el veterano Efraín Romero; este grupo fue a cumplir en el MINPI y en RNV, o en Panorama el formato de GADEMA, tal como lo cumplió en pleno desarrollo de los acontecimiento el diario La Verdad, el presidente del INTI y los militares del Fuerte Macoa.
En varias oportunidades hemos afirmados que en Machiques el poder no lo tiene el Gobierno sino la GADEMA, controlan todos los poderes públicos y lo no públicos; también hemos afirmado en varias oportunidades que la dirigencia política de los ganadero gobiernan todo en Machiques, menos los Yukpa, controlan incluso sus llamados caciques mayores y sus sequitos, pero no a sus caciques de bases. No controla su pueblo aguerrido Caribe, a la estirpe de Guaicaipuro. Carecen de formula para ello.

Son los más a culturados, politizados o mestizos de seguro los que hacen las veces de caciques mayores de los llamado centros pilotos, lugares estos que ocupan el poblado final de la carretera negra donde suelen llegar las instituciones del Estado, pues desde allí comienzan los caminos en mula o a pie que les llevan a cada una de las comunidades ubicadas entre las altas montañas de la Sierra de Perijá luego de varias horas de andar en las peores condiciones. Desde luego arriba, entres las montañas por ahora no hay centro pilotos ni por lo tanto caciques mayores; casi todos sus moradores hablan su idioma materno, o hablan muy mal el castellano, pero desde luego influenciados por los caciques mayores que al ser también funcionarios públicos del MINPI o de cualquier otra institución del Estado son los que mantienen el contacto con las políticas asistencialistas del Gobierno, como en los peores tiempo de la cuarta república, sólo que ahora hay un poco más de dinero. Son ellos los que reparten las bolsas de comidas con los militares, por ejemplo, o las meriendas escolares.

La ideología imperante y los intereses generales en los pobladores de este municipio fronterizo zuliano son los mismos de los envalentados ganaderos, sobre ellos se sustenta el circuito económico del municipio Machiques de Perijá, son además los controladores políticos de los dos partidos tradicionales de Venezuela, así como de los partidos Nuevo Tiempo y Primero Justicia. Son ellos los que financian y optan a los cargos gubernamentales y parlamentarios, los que quitan y ponen concejales, alcaldes y diputados, y organizan la feria patronal de la Virgen del Carmen sobreponiendo a ella la feria ganadera, asumen cualquier evento de importancia, y ya llevan años colaborando con la realización de cualquier fiesta del pueblo pobre de Machiques, incluso las fiestas rituales de los centros pilotos indígenas. Son los más queridos y admirados por los sectores medios y profesionales no ganaderos, y están prestos a cualquier llamado que GADEMA les haga cuando sus intereses están en peligro, inclusos los caciques mayores. Es hasta un honor para muchas familias de Machiques que una de sus jóvenes mujeres sea cortejada por un ganadero, o por uno de sus hijos, pero al contrario para la familia ganadera es un deshonor. El sueño de cualquier miembro perteneciente a uno de los sectores de clase de Machiques es convertirse en un ganadero, por esta razón pululan en estas tierras perijaneras las parcelas con un puñadito de vacas, como es el caso de los parcelamientos las Flores y la Estrella.

Por estar divididas las comunidades en subgrupos, relativamente aislados en cinco cuencas de ríos, de tal manera que las vivencias de Chaktapam o Tinacoa, muy poco o casi nada se conoce en la comunidad Sasapa, o en Wasama, es esta una de las principales razones por la cual el pueblo Yukpa es presa fácil de la desinformación y de la manipulación mediática y la maquinaria político militar a favor de los ganaderos. Las riñas históricas y la indiferencia y libertad en la que vive una comunidad con respecto a la otra o de uno individuo con respecto al otro, es GADEMA quien los mantienen al tanto del acontecer conjuntamente con el estamento militares y los factores político partidista.

La cotidianidad termina determinada por los caciques mayores único relacionados con Caracas y Machiques, ganaderos, militares, el INTI y el diario La Verdad. Son estos factores unidos los constructores de la matriz de opinión de un Sabino y un Yaza criminalizados; las principales víctimas son los Yukpa en los extremos del territorio, por ejemplo el extremo norte de donde Efraín Romero se trajo a Toribio y demás seguidores tarifados, sólo pendientes del pago de un quince y último, y alguna que otra dádiva gubernamental o proveniente del bolsillo de los ganaderos “amigos”. Ayer fue Diego García, hoy Francisco Vargas.