El pueblo libio impone la salida del ministro de economía

La movilización popular arrincona al débil gobierno proimperialista del Consejo Nacional de Transición. No sólo se niegan a desarmarse las milicias populares que triunfaron en el combate contra la dictadura de Kadafi, ahora las protestas populares han obligado a renunciar al ministro de Economía, Taher Sharkas. Sharkas ostentaba el mismo ministerio en la dictadura kadafista casi hasta el final, renunciando apenas tres días antes de que el pueblo rebelde tomara control de Trípoli. Su inclusión en el nuevo gobierno era una clara señal de que la dirección del CNT daría continuidad a la política proimperialista de entrega de los recursos petroleros que caracterizó a la dictadura de Kadafi.

Miles de personas se movilizaron en los últimos días en Bengasi para exigir la salida de los altos funcionarios vinculados a la dictadura de Kadafi. El gobierno de EEUU y varios gobiernos europeos han impulsado la política de asimilar elementos de la dictadura kadafista al nuevo gobierno, para garantizar la continuidad de las buenas relaciones que el kadafismo mantuvo con el imperialismo antes del estallido de la guerra civil a comienzos de este año. Al comienzo de la guerra civil, surgieron temores en las transnacionales petroleras debido a que los rebeldes levantaron la reivindicación de nacionalizar el petróleo.

Pese al carácter reaccionario del gobierno impuesto por la dirección del CNT, adicta al imperialismo, luego de la caída de Kadafi la crisis se profundiza y el pueblo libio sigue movilizándose, tal y como ocurre también en Egipto, Siria, y gran parte de la región. La revolución árabe avanza.