En Amuay no se ha hecho mantenimiento durante 2012

La inversión en reparaciones se redujo el año pasado. Los reportes de Pdvsa indican que en 2011 y el primer semestre de 2012 se pospusieron las paradas. Desde hace tres días se había detectado un escape de gas que no fue atendido, y los gerentes estaban pendientes del simulacro de las elecciones antes que de sus funciones.

La inversión en reparaciones se redujo el año pasado. Los reportes de Pdvsa indican que en 2011 y el primer semestre de 2012 se pospusieron las paradas. Desde hace tres días se había detectado un escape de gas que no fue atendido, y los gerentes estaban pendientes del simulacro de las elecciones antes que de sus funciones.

Los señalamientos de ingenieros que estuvieron vinculados a Petróleos de Venezuela y de dirigentes sindicales que laboran en el sector de hidrocarburos indican que la explosión en la refinería de Amuay se debió a la falta de mantenimiento y las advertencias que se hicieron desde principios de año no fueron atendidas.

«Hicimos llamados de que podía ocurrir una explosión en Amuay y nos dijeron alarmistas», afirmó Iván Freites, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Petróleo del estado Falcón. «Desde hace tres días se había detectado un escape de gas que no fue atendido, y los gerentes estaban pendientes del simulacro de las elecciones antes que de sus funciones», denunció.

La Memoria y Cuenta de Pdvsa de 2011 señala que el año pasado hubo 0% de avance en los trabajos de mantenimiento mayor de las refinerías del país; y en el caso de Amuay se advirtió que tenían previstas nueve paradas de mantenimiento en varias plantas, pero sólo se hicieron tres; mientras que las restantes «fueron desfasadas en su mayoría para 2012, por baja disponibilidad de materiales». En el transcurso de este año se pospuso otra vez la realización de esas labores, salvo en la planta de lubricantes, que se encuentra en revisión en la actualidad.

En cambio, las paradas no programadas en varias instalaciones de Amuay fueron siete en 2011, debido a fallas eléctricas generales, fuga de gases, roturas, problemas en la operación de grúas, fallas en el funcionamiento de bombas y falta de gas natural.

El reporte anual refiere que el año pasado la inversión dirigida al área de refinación se redujo 19% en relación con 2010. El monto desembolsado para esas actividades fue de 1,3 millardos de dólares, lo que implicó una reducción en números absolutos de 326 millones de dólares. Una de las razones de la disminución es que la prioridad de Pdvsa fue incrementar las actividades de exploración y producción.

«En la Pdvsa de antes se hacía revisión a esas instalaciones constantemente y una revisión profunda cada seis meses», explica el ingeniero Nelson Hernández, consultor de la firma Gerencia y Energía.

«La magnitud de la explosión que ocurrió en Amuay radica en que el propano es más pesado que el aire, no sube para su desaparición en la atmósfera, y la fuga fue prolongada, no súbita», explica.

A criterio del experto, entre las medidas prioritarias que deberían tomar las autoridades de Pdvsa está incluir la inmediata revisión del complejo de Jose, las refinerías de Cardón, El Palito y Puerto La Cruz, los gasoductos y las plantas de distribución de combustibles de Yagua y Carenero.

«Otra probable causa de la explosión Paraguaná es el problema de instrumentación o medición para controlar los tanques donde ocurrió el accidente», señala el ingeniero Diego González, ex gerente de Pdvsa Gas. «Esas instalaciones deben ser cargadas y descargadas a presión, velocidad y volumen muy precisos y bien controlados. Si esos instrumentos no están certificados y son suministrados por compañías no calificadas, la empresa que los usé estará en problemas», advirtió.

Recordó un estudio que auspició Pdvsa con la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre, en el que se advierte sobre incumplimiento en seguridad industrial en la empresa petrolera.

Arranque de año. La planta de Amuay figura entre las instalaciones de Pdvsa que este año ha tenido más percances. En enero se registró un incendio en la unidad de destilación 1, que obligó a la paralización de la instalación que procesa 62.000 barriles diarios de productos refinados.

En esa oportunidad se advirtió de la rotura de una válvula que ocasionó un estallido, el cual fue contenido; pero el personal de guardia decidió paralizarla para su revisión por un lapso de 48 horas.

Un mes antes también se habían detectado problemas en la unidad de coquefacción de la planta.

En junio del año pasado se reportó un incendio en parte de las instalaciones, específicamente en el canal que separa los ef luentes de la operación Las fallas eléctricas han afectado el funcionamiento en varias oportunidades en los tres últimos años e igual situación ha ocurrido con la vecina planta de Cardón, que también ha tenido que detener parcialmente las operaciones debido a problemas en unidades como las de craque catalítico y planta hidrotratadora. Esas dificultades han paralizado las operaciones de procesamiento de gasolina para el mercado local, gasoil y lubricantes.

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