España: «Las calles son nuestras»

1 de junio de 2011 Nro. 190
El Socialista es una publicación de Izquierda Socialista

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Escribe:
Pablo Collcionero
Desde Barcelona

España
“Las calles son nuestras”

Cientos de miles de jóvenes “indignados” han iniciado su “mayo” español, ocupando las plazas en Madrid, Barcelona y otras ciudades. Los vientos de la revolución árabe cruzaron el Mediterráneo y entran a una Europa castigada por la crisis capitalista mundial. Los trabajadores y el pueblo griego siguen movilizándose. En Francia, Alemania y otros países también hay manifestaciones.
Barcelona. Los “indignados” votando
Barcelona. Los “indignados” votando

Los acampes en la Puerta del Sol y otros lugares comenzaron el 15 de mayo. Fueron precedidos a nivel nacional por una importante movilización en Madrid de la Plataforma Jóvenes sin Futuro, convocada desde las redes sociales. También por las movilizaciones contra el recorte a los empleados públicos (funcionarios, salud, educación, universidades) en el que el sector de salud viene haciendo las acciones más radicales (corte de importantes avenidas cada miércoles). Las conducciones burocráticas de CCOO (Comisiones Obreras/comunistas) y UGT (Unión General de Trabajadores/socialistas) vienen de aceptar la reforma laboral y no paran de ceder ante la patronal, en medio de un pacto social que solo se vio alterado con la huelga general de septiembre de 2010. Por la defección de esos dirigentes, los sectores en lucha actúan en forma aislada.

Desde sus inicios esta movilización revolucionaria de jóvenes, trabajadores, okupas y desocupados desafió a la institucionalidad burguesa y monárquica, al gobierno y a la justicia. Desconocieron la orden de volverse a las casas en las vísperas de las elecciones, votando en asambleas seguir en las plazas. Hay un desborde a las direcciones políticas y sindicales tradicionales, que incluye a la izquierda reformista. Y un generalizado cuestionamiento a la familia real.

El desalojo fallido del viernes 27

En vísperas del encuentro entre el Barcelona y el Mánchester United por la Champion en Wembley, el gobierno pretendió desalojar la Plaza Catalunya de Barcelona. La excusa era “el aseo”, para permitir el festejo de la hinchada local. Fracasaron por completo y el movimiento mostró su fuerza. Las asambleas del jueves 26 a la noche decidieron no desocupar el terreno, con una definición: “¡No es limpieza, es desalojo!”. A las 7.00 del viernes comenzó la acción de las brigadas de limpieza y los antidisturbios. En algunas zonas, en 8 camiones fueron cargando carpas, “bombonas” (garrafas de gas), ropas y todo tipo de utensillos del acampe. Se corrió la voz, la gente comenzó a aumentar, en otras zonas se reinstalaban carpas. Fue una batalla campal. Para el medio día, con dos detenidos, 121 heridos leves, 37 de ellos policías, los acampados del 15-M le dejaron claro a las autoridades que seguirían allí.

La rebelión de los “indignados” sigue su marcha

Desde el 2008 la crisis de la economía capitalista mundial está pegando fuerte en Europa. España es uno de los países más castigados, con cifras récord de desempleo. El gobierno de Zapatero ha sido derrotado en las recientes elecciones, ya que se lo ve como el responsable directo de las medidas antipopulares. El Partido Popular quedó primero. Más que por un fortalecimiento propio, se benefició por el fuerte “voto castigo” contra el jefe de gobierno del PSOE.

Seguramente en estos días, a través de múltiples discusiones y decisiones asamblearias, la ocupación de las plazas puede ir bajando. Pero el proceso abierto seguirá en desarrollo, y ya hay jornadas de movilización en preparación.

En Catalunya, los sectores que vienen luchando en defensa de la sanidad y la educación convocan a movilizarse el 15 de junio, cuando se tratará en el Parlamento los recortes a los servicios sociales. Ya está planteada una propuesta de hacer un cordón humano para impedir la entrada de los diputados al recinto. Será encabezado con la consigna “la calle es nuestra”, se reclamará “no pagaremos su crisis” y “contra los recortes”. A nivel nacional, se convoca a una manifestación masiva para el sábado 19 de junio y es necesario convocar a los trabajadores y pensionados a que se sumen con sus reivindicaciones, como lo estamos planteando en las asambleas.

Al calor de las asambleas viene tomando forma un programa político, democrático, y de medidas anticapitalistas para buscar una salida a la crisis. Un tema central es “contra los políticos”, exigiendo que se eliminen sus privilegios (que se controle y castigue el ausentismo, tengan que pagar impuestos y reciban pensiones como el resto de la gente, salario igual al salario medio y dietas mínimas para lo imprescindible, entre otras). Modificación de la ley electoral, para garantizar un sistema auténticamente representativo y proporcional, eliminación del Senado, reducción drástica de los gastos en diplomáticos. Y fueron adquiriendo un peso creciente las consignas contra el desempleo, el reparto del trabajo fomentando la reducción de la jornada, imposibilidad de los despidos. Expropiación y colocación en alquiler protegido del exceso de viviendas que están desocupados. Servicios públicos de calidad, incluyendo el transporte público barato y restablecimiento de los trenes. Prohibición de los rescates a las entidades bancarias. Aumento impositivo a las grandes fortunas y entidades bancarias.

Estas y otras consignas aprobadas en las asambleas son acompañadas de un grito: “¡Espabilemos de una vez! ¡No sigamos dormidos y aletargados!”