Estados Unidos: fracasó acto electoral de Trump

Por Miguel Lamas (dirigente de la UIT-CI)

Trump esperaba una fiesta de simpatizantes en el acto por su candidatura, que desafiarían al coronavirus en un estadio colmado con 19.000 personas, su máxima capacidad, en Tulsa, Oklahoma. La propaganda republicana decía que tenían un millón de pedidos de entradas. Pero resultó un fiasco total, con 6.500 participantes. Es decir, un estadio semivacío con solo un tercio de su capacidad ocupada.

Se dijo que el fracaso fue culpa de adolescentes anti-Trump que solicitaron entradas para después no ir. También los dirigentes de la campaña le echaron la culpa a los “medios de comunicación falsos” que infunden temor por el coronavirus.

Sin embargo, ese temor, obviamente justificado, no pudo impedir que hace dos semanas se volcaran a las calles millones de personas para repudiar a Trump.

Vale recordar que el mandatario dijo, y se supone que sus simpatizantes le creen, que era una “gripecita”, y que luego llamó a inyectarse lavandina para no tener coronavirus… No se sabe si por efecto de la lavandina o porque ya no le creen mucho, esta vez sus simpatizantes le fallaron feo.

Esa política de Trump dejó a los Estados Unidos como el peor país del mundo en coronavirus, con 2,5 millones de infectados y más de 120.000 muertos. También es uno de los peores y el más caro en la atención médica a su población trabajadora y pobre. Y está hundido en un desastre social sin precedentes con más de cuarenta millones de despedidos.

Por si esto fuera poco, la enorme movilización antirracista desencadenada por el asesinato de George Floyd a manos de la policía, que Trump llamó a reprimir con las fuerzas armadas (algo repudiado hasta por su ministro de Defensa) fue el otro enorme golpe que recibió.

El Partido Republicano de Trump trata de recuperar terreno electoral para intentar ganar la reelección apelando a los sectores más atrasados cultural y políticamente, que son los que se creen todas las estupideces del presidente. Pero evidentemente no les está dando resultado.

Trump también denunció por intento de fraude a los demócratas, el otro gran partido imperialista, en las futuras elecciones. Joe Biden, el candidato demócrata, devolvió la gentileza acusando a Trump de intentar un fraude y que no va a querer irse de la presidencia.

Los demócratas, ahora con el centroderechista Joe Biden como candidato (después de la renuncia en la interna del “izquierdista” Sanders) ganan puntos solo criticando las tonteras discursivas de Trump. Pero apoyaron en el Congreso su política de ayuda masiva a las grandes empresas en lugar de una asistencia sostenida a los pobres y trabajadores despedidos.

Se hace cada día más necesario que los millones de jóvenes, trabajadores y afroamericanos que se levantaron contra el racismo y el desastre social se unan en un movimiento de izquierda independiente de ambos partidos de la patronal imperialista yanqui.

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