Exitoso seminario sindical internacional en Brasil

El 1 y 2 de julio se realizó en San Pablo el seminario denominado “Los desafíos del sindicalismo en la actual etapa de América Latina”. Convocado por Unidos Pra Lutar (agrupamiento sindical conformado por la Corriente Socialista de los Trabajadores-PSOL, FOS -Frente Oposicion Socialista- e independientes- Brasil) y C-CURA (Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma), de Venezuela, contó con la presencia de delegaciones internacionales, destacándose la del dirigente de la Central Obrera de Oruro y ex Secretario Ejecutivo de la COB, Jaime Solares. El dirigente clasista venezolano, Orlando Chirino, envió un caluroso saludo ya que no pudo participar por encontrarse con problemas de salud.

El 1 y 2 de julio se realizó en San Pablo el seminario denominado “Los desafíos del sindicalismo en la actual etapa de América Latina”. Convocado por Unidos Pra Lutar (agrupamiento sindical conformado por la Corriente Socialista de los Trabajadores-PSOL, FOS -Frente Oposicion Socialista- e independientes- Brasil) y C-CURA (Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma), de Venezuela, contó con la presencia de delegaciones internacionales, destacándose la del dirigente de la Central Obrera de Oruro y ex Secretario Ejecutivo de la COB, Jaime Solares. El dirigente clasista venezolano, Orlando Chirino, envió un caluroso saludo ya que no pudo participar por encontrarse con problemas de salud.

Alrededor de 300 dirigentes de distintos estados brasileros aprobaron una declaración al servicio de apoyar y coordinar las luchas, en el camino de ir fortaleciendo una nueva dirección sindical y politica en Latinoamérica y el mundo.

La presentación estuvo a cargo de Rosi Messias, de Unidos, y Wellington Cabral (dirigente Químicos San José dos Campos) dio la bienvenida y reflejó la situación de los trabajadores de su país.

Luego se realizó un panel sobre Bolivia, donde expusieron Jaime Solares y Carlos Rojas (La Protesta-ex FEJUVE-El Alto). Otro sobre Venezuela, a cargo del dirigente petrolero Héctor Rincón (C-CURA) y Miguel Hernández (Profesor Comité de Conflicto Universidad Central). Culminando el seminario con una mesa de debate sobre Brasil, con expositores de distintas corrientes sindicales combativas de ese país que, en su mayoria, son las que representaron el 40% del Congreso de la Clase Trabajadora (Conclat) realizado en julio de 2010, con el objetivo de fundar una nueva central, frustrado por la política burocrática y autoproclamatoria del PSTU (LIT-CI).

El país-continente sacudido por grandes huelgas

Nada más acertado que el seminario se hiciera en Brasil. Un reguero de luchas surcan el país, con desbordes a la burocracia sindical. Comenzó con la huelga de 20 mil obreros de la construcción civil en Jirau y San Antonio (Nordeste), que inspiró la lucha de 170.000 trabajadores del sector. Los ferroviarios de San Pablo y choferes del ABC pararon el transporte. Y los bomberos de Río de Janeiro protagonizaron en abril una gran lucha por aumento de salario, logrando un movimiento nacional en apoyo. Protagonizaron una marcha de 50.000 en Copacabana (llamada “onda vermelha“ -roja- por el color de las camisetas de los huelguistas) y una pequeña Plaza Tahrir brasilera, al montar campamento en las escalinatas de la Asamblea Legislativa de Río, emulando a la que se dio en Egipto.

Los bomberos son militares, quienes tienen prohibido hacer huelgas. Tomaron el cuartel central, la policía detuvo a casi 500 y la huelga obtuvo un primer triunfo al conquistar la amnistía de los presos. Irradiando su reclamo salarial hacia los policías, trabajadores estatales, de la educación y la salud, entre otros.

Todo en medio de la traición de la CUT oficial (Central Unica de Trabajadores), y cuando el gobierno de Dilma Rousseff redujo 50 mil millones de dólares en las partidas sociales y congeló salarios estatales, acosado por el brutal endeudamiento público que asciende a un trillón setecientos mil millones de dolares.

Latinoamérica y el mundo

Cuando se pidió un minuto de aplausos en honor a los compañeros caídos -en especial por nuestros camaradas de Venezuela, Richard Gallardo, Luis Hernández, Carlos Requena, Jerry Díaz y otros-, se estaba dejando claro que la criminalización de la protesta social es patrimonio de todos los gobiernos latinoamericanos. Represión, bajos salarios, entrega de los recursos naturales y corrupción son el denominador común en todos ellos. Sean gobiernos pro-imperialistas, como Santos de Colombia o Dilma de Brasil. O los que se autodenominan “antiimperialistas, nacionales y populares, progresistas” o que van “camino al socialismo”, como ocurre con Chávez, Evo Morales, Rafael Correa o Cristina Kirchner.

Carlos Rojas, de Bolivia, senaló que el 76% de la tierra cultivable de ese país está en manos de terratenientes y el 50% del presupuesto va a parar a las fuerzas represivas. Los compañeros de Venezuela señalaron que en 12 años de gobierno chavista el salario básico está en 1.400 bolívares -mientras la canasta básica asciende a 5.400-. Karl Kosaro, de Alemania, relató que estuvo en las marchas de los indignados en Grecia y Barcelona. El dirigente ferroviario argentino, Edgardo Reynoso, relató que los petroleros de Santa Cruz en huelga descabezaron a la burocracia y los docentes de esa provincia acaban de protagonizar 55 días de paro por tiempo indeterminado.

Por direcciones independientes y autónomas

Todas las intervenciones coincidieron en la imperiosa necesidad de apoyar y coordinar las luchas ante la traición de las direcciones sindicales. Muchas de ellas cooptadas por los gobiernos de turno, como la conducción de la COB en Bolivia, la CUT en Brasil, ni qué hablar de la CGT de Argentina. En Venezuela, la UNETE -que surgió como intento de una nueva central- fue liquidada en 2006 por el chavismo.

Ante ello, urge la necesidad de desarrollar un sindicalismo combativo, independiente y autónomo, que se postule como polo de referencia ante miles de luchadores.

El rico intercambio de experiencias de lucha en el marco de grandes huelgas en Europa, la revolución árabe, la crisis económica y política del imperialismo y el desafío de conformar una nueva dirección sindical y política, llevó a que el seminario aprobara una declaración que, en su parte más sobresaliente, señala: “En cada lucha, nuevos y amplios sectores comienzan a rebelarse contra los dirigentes traidores y se organizan en forma independiente de los gobiernos y de los dirigentes sindicales burocráticos. Eso demuestra que estamos delante de un período favorable para las movilizaciones independientes de nuestra clase. En esos procesos debemos actuar para intentar coordinar esas luchas, llevar la más amplia solidaridad y ayudar a que sean victoriosas en cualquier parte del mundo. Batallando para construir una nueva dirección sindical independiente y autónoma de los patrones y de los gobiernos. Ese es el desafío y tarea que los presentes en este seminario nos comprometemos a defender (…).”

Jaime Solares (COB-Bolivia): “Hay que terminar con el sindicalismo amarillo”

«Hoy Evo es repudiado. Lamentablemente, Pedro Montes, secretario Ejecutivo de la COB, se niega a hacer congresos de la Central desde hace cuatro años, pese a que siempre se hicieron cada dos años para elegir la conducción. En la COB domina un sindicalismo amarillo, cooptado por el gobierno. Sin embargo, las bases impusieron la huelga general de 10 días. Evo ha traicionado la Agenda de Octubre, aquella que pide por la nacionalización de nuestro gas y el petróleo.

El gobierno ha negado un aumento salarial diciendo que no había plata. Yo le dije que la saque de la empresa minera San Cristóbal, de la Sumitomo, que en un solo año gana 1.000 millones de dólares y sólo paga 150 de impuestos. No hay nacionalizaciones, sino recompra de acciones. Nos tenemos que preparar porque se puede dar otro Octubre contra Evo. Para eso tenemos que construir un instrumento político de los trabajadores, la clase media y los campesinos revolucionarios. Y organizarnos internacionalmente. El capitalismo no es salida. Tenemos que brindar una alternativa ante los Evo, Chávez y Fidel Castro.»

Héctor Rincón (dirigente petrolero C-CURA, Venezuela): Chávez no es “obrerista” ni “socialista”

«El 40 por ciento de PDVSA está en manos de multinacionales yanquis, japonesas, iraníes y chinas. Por eso reclamamos que PDVSA sea 100 % estatal. Las expropiaciones chavistas son compras de empresas a valor de mercado para entregárselas a su burguesía afín. En esas empresas se liquidó el sindicato y los convenios colectivos y no hay control obrero, sino “obreros controlados” por consejos de gerentes pro-patronales.

El PSUV (partido de gobierno) interviene sindicatos, compra dirigentes e intenta frenar las luchas. A pesar de ello, ya hubo 3.000 manifestaciones obreras y populares en este año. Ante la vieja burocracia de la CTV y la UNETE oficial, hemos constituído el FADESS (Frente Autónomo en Defensa del Empleo, los Sindicatos y el Salario) en unidad de acción con dirigentes que rompen con el chavismo.»

Pedro Rosa (Unidos Pra Lutar, dirigente Sindicato Trabajadores Universidad Federal Fluminense): “Unificar y coordinar las luchas”

«Desde Unidos para la Lucha creemos que es imprescindible hacer los máximos esfuerzos para unificar y coordinar las luchas por el salario y condiciones de trabajo. No va a ser por gremio, estado o municipio como lograremos derrotar la politica de ajuste del gobierno PT-PMDB. No se trata de acuerdos de cúpulas o de crear aparatos, sino de ir a las bases a vincularse con las luchas concretas para ayudarlas a que triunfen.»

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