Gobierno y Fedecámaras se reúnen para seguir aplicando el paquete contra el pueblo

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Por: Laclase.info

El gobierno de Nicolás Maduro, en este comienzo del 2017, renovó sus votos pro-empresariales, encubiertos por su discurso seudo-socialista, en el contexto de una persecución implacable contra todo el que se le opone.

No bastó con la mano que el Presidente le tendió a Lorenzo Mendoza, presidente del Grupo Polar, en su programa del domingo pasado. También el puente se le lanzó al mismísimo presidente de Fedecámaras. Atrás quedó el discurso estridente contra el “pelucón” y las acusaciones de golpismo a la cúpula patronal.

En medio de la debacle total de la economía, el gobierno insiste desesperado en una tabla de salvación, y para ello apuesta a los patronos en detrimento del pueblo trabajador, al que supuestamente defiende “de la boca para afuera”.

El lunes se reunió el Consejo Nacional de Economía Productiva con la presencia de la crema y nata de la burguesía nacional, incluidos los representantes de Polar. Y hoy jueves se sentaron en la misma mesa la cúpula de Fedecámaras, encabezada por su presidente, Francisco Martínez, con el nuevo ministro del Trabajo, Francisco Torrealba.

Este último había enviado una carta el pasado lunes al presidente de Fedecámaras, citándolo para reunirse en su despacho, “siguiendo las instrucciones del presidente Maduro de abrir los espacios para el diálogo”, según sus palabras.

Como se puede apreciar, los puentes de plata al empresariado son una política del gobierno de Maduro, la cual se viene implementando sistemáticamente desde enero del 2016, cuando se conformó el Consejo Nacional de Economía Productiva, el cual se ha reunido ya en 48 ocasiones.

Este encuentro entre el Ministro y el jefe de los empresarios, no promete nada bueno para los trabajadores y el pueblo. Lo más probable es que sirva para profundizar el brutal paquete de ajuste contra el pueblo, que se expresa en despidos en empresas publicas y privadas, liberación de precios de los productos básicos, y millonarios recursos para los empresarios.

Mientras los patronos y el gobierno se reúnen y acuerdan, el pueblo trabajador sigue en las humillantes colas, pasa grandes vicisitudes para adquirir los alimentos, y presencia estupefacto como su salario se vuelve sal y agua diluido por una desenfrenada inflación que el pasado año cerró cercana al 800%, según cifras extraoficiales.

Todo esto pone al descubierto la patraña de la supuesta “guerra económica”. En rigor, la única guerra es la de los patronos y el gobierno contra el pueblo trabajador que sigue viviendo una pesadilla de escasez, inflación y hambre

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