Pdvsa: Hay que luchar por nuestro salario, en defensa de la industria y nuestras condiciones de vida

Por Corriente Clasista, Unitaria, revolucionaria y Autónoma (C-cura Petróleo)

El 1 octubre se vence la convención colectiva

6 de junio de 2019. La situación de las trabajadoras y trabajadores petroleros es angustiante. Resolver asuntos tan básicos como la alimentación de la familia, ir al trabajo y conseguir medicamentos, se ha convertido en una tarea casi imposible. Tenemos que rebuscarnos para medio comer y sobrevivir.

A esto se agrega la desastrosa situación de los servicios y del transporte público, las pésimas condiciones de trabajo, ocasionada por los salarios y pensiones de hambre; la carencia de implementos de seguridad industrial; la desinversión y la falta de mantenimiento en las áreas, configurando una situación insostenible que es necesario revertir con la organización y la movilización de la clase trabajadora.

El origen de esta situación se encuentra en la política de liquidación sistemática de nuestros salarios y de la convención colectiva, de saqueo, privatización y entrega de la industria a los capitales transnacionales que éste gobierno viene desarrollando con el esquema de empresas mixtas, lo que ha traído como consecuencia la destrucción de las refinerías, oleoductos y gasoductos, muelles, taladros, remolcadores, lanchas y demás instalaciones operativas. A todo esto se suma, desde enero, las sanciones impuestas por el gobierno imperialista de Donald Trump. Todo esto explica la brutal caída de la producción petrolera y la escasez de gasolina y demás derivados.

Despiden en Pdvsa a todos los que luchan

Esta política entreguista y antiobrera se complementa con los despidos masivos, jubilaciones forzosas y persecución a los que protestan, todo con el objetivo siniestro de facilitar la entrega de la industria al capital transnacional y a empresarios privados.

Ya son varios los trabajadores despedidos de manera injustificada. La causa: luchar por sus derechos y denunciar el desastre en el que está sumida nuestra principal industria. La lista de activistas y trabajadores despedidos sigue en aumento.

Entre ellos se encuentran, Danny Ferrebuz, delegado de Prevención y operador de planta deshidratadora en Petroboscán, Ramón López, operador de Producción, despedido después de 25 años de servicios en Pdvsa, también de Petroboscán. Héctor Berti de Tía Juana, con 25 años de servicios en Hidrografía, y Remigio “Chon” Quintero, Petroboscán.

También fueron despedidos Alvez Jesús Jiménez, operador DSI y Elio Amesty, operador industrial, ambos de Petroboscán en el Zulia.

Otros despedidos son Jhonny Jiménez, Kelli Orcial, en Maracaibo, mientras que a Jairo Sibada de La Salina y Greco Torres, capitán de lanchas y remolcadores de transporte acuático de Tía Juana, fueron jubilados de manera prematura y prácticamente obligados a irse de la empresa.

La persecución también alcanzó a los compañeros Leonardo Ugarte, técnico de refrigeración, y delegado de Prevención, y a Juan Martínez, instrumentista, y Sioly Guaramata, ingeniera, todos de Petrocedeño, empresa mixta ubicada en el Condominio de Jose (Anzoátegui).

Más recientemente fue despedido Charlie Rivero, trabajador de la refinería de El Palito, tan solo por participar en una protesta realizada en días pasados en dicha área petrolera del estado Carabobo.

El gobierno, Wills Rangel y la gerencia de Pdvsa son los responsables del desastre

El gobierno nacional, Pdvsa, la burocracia roja rojita y todas sus variantes, encabezados por Wills Rangel, son los responsables de la liquidación de nuestro salario y del incumplimiento de nuestra convención colectiva, y de la destrucción de todas nuestras conquistas históricas, como el préstamo de vivienda, las escuelas, liceos, el seguro Sicoprosa, que prácticamente fue eliminado, la dotación de implementos de seguridad, la retroactividad de las prestaciones sociales de la nómina mayor, el pago de la compensación salarial por antigüedad (tablita), el pago de la TEA, igual a la canasta alimentaria, y demás reivindicaciones.

Esta política es consecuencia de la aplicación de un brutal paquete de ajuste que el gobierno denominó Programa de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad, con el cual se pretende descargar la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador. Expresión de este «paquetazo» es la implementación del memorándum 2792 por parte del gobierno hambreador de Maduro, que es una reforma laboral antiobrera y reaccionaria que en la industria petrolera se expresa en el Factor de Equilibrio 9030, mediante el cual se nos reduce el salario, se elimina el pago de horas extra, el bono nocturno, el sistema de guardias, y en los hechos se elimina la discusión de las convenciones colectivas, entre otras reivindicaciones.

El circo del «Congreso Constituyente de la Clase Trabajadora»

Es en este marco de destrucción de las condiciones de vida y de trabajo de las y los trabajadores petroleros que la burocracia patronal roja rojita y el gobierno, convocaron a una encerrona en San Antonio de los Altos, que llamaron pomposamente Congreso Constituyente de la Clase Trabajadora, sin delegados electos, sin ningún tipo de discusión democrática con las bases trabajadoras. Cocinada a nuestras espaldas, sin autonomía e independencia de la clase trabajadora, ya que fue el Ministro del Trabajo, representante del gobierno, quien presidió dicho “evento”.

Con este “congreso”, la burocracia roja rojita dirigida por Wills Rangel, y enquistada en la Futpv, lo que busca es lavarse la cara ante el Ministro del Trabajo, y trata de hacerle creer a los petroleros que ellos están interesados por nuestros problemas, y que los van a solucionar. Pero las trabajadoras y trabajadores estamos conscientes que esto es un circo que ya no engaña a nadie.

En realidad, lo que pretenden es que sus bases y dirigentes gobierneros cierren filas en torno a Wills y los burócratas que lo siguen, el ministro y la gerencia de Pdvsa, para seguir aplicando su política antiobrera, hambreadora y de entrega de nuestra principal industria a los capitales transnacionales chinos, rusos, pero también gringos, europeos y japoneses, y de esta forma continuar pagando salarios de hambre, incumpliendo nuestra convención colectiva, profundizando los despidos, las jubilaciones prematuras forzosas y la criminalización de la protesta.

Debemos defender nuestros sindicatos, el salario y la Convención Colectiva

Ante ésta terrible situación de destrucción de la industria y de las condiciones de vida y de trabajo de las y los petroleros, ratificamos la necesidad de rescatar los sindicatos y la Futpv para la lucha, pero de manera democrática y autónoma, tanto respecto del gobierno como de la oposición patronal y proimperialista encabezada por Guaidó.

Mientras no tengamos salarios dignos y no haya condiciones dignas y seguras para el trabajo, y se respete la contratación colectiva, no será posible la recuperación de la producción y el rescate de la industria. En este sentido, hacemos un llamado a todas y todos los trabajadores petroleros y jubilados a conformar los comités de base democráticos y autónomos para la defensa de la convención colectiva, la industria petrolera y los fondos de ahorro de nuestros pensionados y pensionadas.

 

6 de junio de 2019

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