José Bodas: «Aumento pírrico acordado por el gobierno y la burocracia sindical es una nueva traición a los petroleros»

Puerto La Cruz, 13 de julio.- El secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), José Bodas, calificó el contrato colectivo acordado por la dirigencia sindical del Psuv y la gerencia de Pdvsa como una burla y una nueva traición a los trabajadores petroleros. «De espaldas a los trabajadores, la burocracia sindical roja-rojita y el gobierno acordaron un nuevo contrato que es una bofetada para los más de cien mil trabajadores de la industria petrolera, pues no compensa ni de lejos los ingresos de los trabajadores ante la inflación acumulada en estos tres años, no se elimina la tercerización, y significa un nuevo retroceso en nuestros derechos. Queda en evidencia por qué el gobierno siempre ha insistido en desconocer la voluntad de los trabajadores, con el argumento de que las negociaciones contractuales deben hacerse supuestamente entre revolucionarios, excluyendo a los federativos de la corriente C-cura que no nos arrodillamos ante la patronal, lo han hecho para poder trabajar a espaldas de los trabajadores y evitar que dieramos a conocer el contenido de las cláusulas que se estaban negociando», explicó el dirigente sindical.

José Bodas explicó que el aumento salarial de 40 bolívares diarios divididos en dos tandas, 30 a la firma y 10 a partir del próximo año, representa menos de la mitad de lo que aspiraban a obtener los trabajadores, como compensación por la elevada inflación. «Ese aumento es realmente miserable, y el aumento de apenas 600 bolívares a la Tarjeta Electrónica de Alimentación después de tres años con la inflación más alta de América Latina, se convierte en una burla a los trabajadores. Con esta política salarial profundamente antiobrera, el gobierno asegura a las transnacionales mano de obra barata para que sigan llevándose ganancias descomunales como socias de las empresas mixtas. Lo peor es que todos estos atropellos los tratan de maquillar con promesas de beneficios sociales que nunca llegan, como las famosas 14 mil casas para trabajadores que se iban a construir con el contrato anterior y que no se hizo ni una», denunció.

«Sin duda que fue la movilización de los trabajadores de todas las refinerías y de la industria en general la que obligó al gobierno a firmar el contrato, a pesar de que tenía en sus planes continuar postergando la negociación. De no haber sido así, no tendríamos contrato, como los empleados públicos que tienen más de seis años sin contrato marco. Pero los petroleros tenemos que seguir luchando y movilizándonos para recuperar los sindicatos y la federación como organizaciones que deben estar al servicio de las luchas y de los derechos de los trabajadores, con total autonomía frente al gobierno y a los partidos patronales», concluyó Bodas.