La guerra contra los Sabinos

Esta es la verdadera guerra contra los pueblos indigenas, la misma que ancestralmente entablaron los invasores europeos, lo que ha cambiado es que ahora tiene disfraz de «criollo» con un ladino discurso. Sabino no salio libre cuando le abrieron las rejas quienes cometieron el delito de encarcelarlo, lo que realmente hicieron fue trasladar, expandir el cerco de atropellos para postergarle el golpe final. Había que entramparlo para verdaderamente acabarlo, así se comenzaron a crear las condiciones que justificaran hacer «justicia» de lo que realmente era una verdadera injusticia.

Esta es la verdadera guerra contra los pueblos indigenas, la misma que ancestralmente entablaron los invasores europeos, lo que ha cambiado es que ahora tiene disfraz de «criollo» con un ladino discurso. Sabino no salio libre cuando le abrieron las rejas quienes cometieron el delito de encarcelarlo, lo que realmente hicieron fue trasladar, expandir el cerco de atropellos para postergarle el golpe final. Había que entramparlo para verdaderamente acabarlo, así se comenzaron a crear las condiciones que justificaran hacer «justicia» de lo que realmente era una verdadera injusticia.

El enmascaramiento comenzo con la oferta «revolucionaria» de la demarcación de los terriorios indigenas en la Sierra de Perijá sin teceros, es decir, sin ganaderos, parceleros criollos ni trasnacionales explotando carbón, luego vino el consabido retardo en la aplicación de esa oferta, los intermediarios que hacen el trabajo sucio de omnubilar el desenlace y la aplicación, de la hasta ahora, exitosa trampa del divide y venceras, ya listo el escenario apareció el fín de la tenebrosa estrategia con la»legalidad» de un estado evesado en convertir a la victima en victimaria: acusar a Sabino de ladron de ganado. Es decir transformarlo en un «verdadero» delincuente, en eso no faltó el contar con una prensa complice.

La trampa les funcionó perfecta: un delito, un «delincuente», unas «victimas», una división de los caciques. Ahora a cazar al «delincuente» Sabino Romero. Era demasiado esperar que el estado cumpliera, Sabino era una piedra en el zapato y había que acabarlo para escarmiento de todos los Sabinos y los Lusbi portillo.

Ahora la «justicia» en manos del «ejército del pueblo» encarcelará o ejecutará a Sabino,cualquiera de las dos vías es a respuesta de un Estado que desde su creación solo ha sido depredador de la justicia hacia los que solo dice defender en el discurso .

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