La voz de los fusiles

Setenta y un mil votos rojos en el Distrito Federal hacen del Partido Comunista de Venezuela el Segundo Partido de la Capital. Es éste el titular desplegado en Tribuna Popular el 20 de diciembre de 1958, menos de un año después de haber sido derrocada la dictadura de Pérez Jiménez.

Setenta y un mil votos rojos en el Distrito Federal hacen del Partido Comunista de Venezuela el Segundo Partido de la Capital. Es éste el titular desplegado en Tribuna Popular el 20 de diciembre de 1958, menos de un año después de haber sido derrocada la dictadura de Pérez Jiménez.

Jóvenes como Iván Barreto, Baltazar Ojeda Negretti, Livia Gouverneur, eran entonces adolescentes de diecisiete años, estudiantes de la Escuela Técnica Industrial de Caracas los dos primeros. Emporio de rebeldía y forja de ideales fue esta Escuela, nacida en el seno de la Universidad Central de Venezuela y luego clausurada por el Presidente Rafael Caldera. Allí –parodiando a Nikolai Ostrovski- se templó el acero que conduciría a tantos jóvenes, descontentos y acerados, a empuñar su fusil en diversos puntos de las montañas de Venezuela.

Vieron ellos cómo el PCV, de cuya Juventud eran militantes, se deslizó por la peligrosa pendiente de conciliación de clases y cómo la Junta de Gobierno integrada con su anuencia en enero de 1958, incluía entre sus miembros a representantes de la más rancia burguesía, Eugenio Mendoza entre otros. Su temprana edad no fue óbice para interpretar la rémora que significaban las directrices de un partido que frenaba las luchas del pueblo y cedía el terreno, arduamente conquistado, a quienes después constituirían el Pacto de Punto Fijo cuya nefasta política padeció el pueblo venezolano durante cuarenta años.

Vendría el impulso de la Revolución Cubana –no dirigida por el Partido Comunista- de la cual muchos militantes descontentos del PCV e integrantes de su Juventud esperaban algo diferente a aquellas ataduras impartidas por la Unión Soviética y aplicadas luego en la isla, con los conocidos resultados de un callejón sin salida.

En aquellas trabas impuestas desde arriba están los gérmenes del ascenso a las montañas de aquellos jóvenes que se inmolaron en aras de un ideal hoy inconcluso.

Conjuras de “elegidos”

Sabido es que desde 1957 el brazo armado del PCV inició la estrategia de penetrar la Fuerza Armada Nacional, cuya mayoría de oficiales y suboficiales procedían de la pequeña y mediana burguesía y no pocos de ellos de los sectores populares. Serían estos militares, ganados para una alianza cívico-militar con miras a la toma del poder, los alzados en armas en Carúpano y Puerto Cabello (1962) y quienes, derrotada la insurrección, se sumarían después a la creación de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).

Es de 1966 la exhortación del Teniente del Ejército Nicolás Hurtado Barrios a sus compañeros de armas, cuando pasó a integrar las filas de las FALN: “Les toca contribuir junto al pueblo venezolano a la recuperación del prestigio del Ejército Libertador, incorporarse a las FALN para luchar codo a codo junto al pueblo, dirigir el fuego de los fusiles hacia los opresores o seguir los dictados anti-patrióticos y traidores del Alto Mando Militar” (Diario del Cmdte. guerrillero Nicolás Hurtado Barrios, 1966, UBV, s/f, p.28).

Es un llamado en consonancia con los planteamientos de quienes entonces dirigían las guerrillas en Venezuela:

“Las amplias perspectivas que se abren con la oficialidad democrática nos permiten estimular pronunciamientos militares en combinación con el movimiento guerrillero suburbano y urbano, donde las masas populares desepeñan un papel activo en cualquier coyuntura revolucionaria” (Douglas Bravo, Documentos de la polémica, Iracara, Venezuela, 1978, cit. por Alberto Garrido en “De la Revolución de la guerrilla al gobierno de Hugo Chávez, El Universal, 08/10/2002).

En estas páginas de nuestra reciente historia las nuevas generaciones hallarán el germen de sucesivas conjuras, desde el carupanazo y el porteñazo, pasando por la creación de la Alianza Revolucionaria de Militares Activos (ARMA), a comienzos de los años 80, organizada por hombres que van a jugar significativos papeles en el gobierno de Hugo Chávez, hasta el Movimiento Bolivariano Revolucionario-200 (MBR-200), para desembocar en el 4 de Febrero de 1992. Eterno ausente en estas conjuras de “elegidos” ha sido el pueblo, ocasionalmente invitado para dar un lustre de masas a “cualquier coyuntura revolucionaria”.

Medio siglo después

En las montañas de El Charal (Portuguesa) se erige la “Fila del Guerrillero Heroico”. Es el lugar donde los restos de Iván Barreto -asesinado el 2 de marzo de 1962 en una emboscada durante el gobierno de Rómulo Betancourt- fueron recogidos por los lugareños, quienes retienen como alto honor albergar en su tierra la semilla de un pionero de la lucha revolucionaria por transformar la realidad venezolana. No fueron mártires él ni sus compañeros de armas caídos en combate o bajo la traicionera emboscada del enemigo. Los mártires se quedan para las catacumbas de los cristianos. Ellos son los jóvenes héroes que llaman hoy al pueblo venezolano a proseguir el combate.

¿Dónde están quienes llamaron a la guerra?

Oigamos sus voces:

DOUGLAS BRAVO (declaraciones a Correo del Orinoco, 4 feb. 2012): “Antes del 4-F se dio una alianza de civiles y militares en la que participaron los partidos PRV, Causa R y luego Bandera Roja. El principal líder del movimiento era Hugo Chávez, quien política e intelectualmente estaba por encima de los otros oficiales. Sin embargo, llegado el momento, los militares no le entregaron las armas al pueblo para combatir, tal como se había acordado desde hacía años (…) El 4-F fue, pues, una acción militarista sin participación popular”.

FRANCISCO PRADA (Comandante Arauca, sociólogo) – Ruptura.org., 19/08/2010 –

“No se puede hablar de socialismo, cuando el modo de producción capitalista permanece incólume, cuando se entregan los recursos de un país a las trasnacionales bajo la figura de empresas mixtas, cuando la banca se encuentra en manos de emporios extranjeros (…)

“El presidente Chávez tiene un doble discurso con una clara intención: por un lado cuestiona y grita a todo trapo que es antiimperialista, pero por otro lado su ejecutoria es neoliberal y globalizadora y se encuentra de rodillas frente al capital trasnacional independientemente de que lo niegue (…) Sus discursos son incendiarios para capturar a los desinformados, para hacerles creer que se está haciendo una revolución, pero en la práctica ha entregado todos los recursos energéticos nuestros, como el carbón, el gas y el petróleo a las empresas multinacionales, bajo la figura jurídica de empresas mixtas, transformándolas en socias propietarias y otorgándoles en propiedad privada el 40% de la producción petrolera.

“De otro lado todo su entorno se ha enriquecido, lo que trae como consecuencia la formación de una nueva burguesía paraestatal, que controla las decisiones económicas del país en alianza traicionera con las trasnacionales del mundo.

“(…) Hoy mantenemos la tesis de la insurrección popular prolongada para la toma del poder popular”.

CARLOS BETANCOURT (Comandante Jerónimo) – Foro en el CELARG, 24/10/2010 – “Quiero que se entienda una cosa, nosotros “LOS COMUNEROS” (1) jamás hemos desconocido el liderazgo del presidente Chávez. Lo que si no hemos dejado de señalar es que él es el líder de una revolución democrático-burguesa, y que en Venezuela el socialismo es una palabra de utilería, de cierto contenido agitativo pero que no existe socialismo. Chávez se apropió del discurso de la vieja izquierda insurreccional de los años 60 y 70 del pasado siglo, esto con el propósito de neutralizar a muchos de sus afectos y adherentes y de colocarlos a su servicio.

“Si le hacemos una radiografía a estos 11 años de gestión al gobierno bolivariano, el desánimo y la desmotivación nos afecta; porque como resultado tenemos la materialización de un emplasto social económico y político que de hecho ha entrado en una fase de agotamiento donde avizoramos la probabilidad de que sus contradicciones internas nos conduzcan, o a restaurar las posiciones de la vieja burguesía contrarrevolucionaria o en su defecto que nos dediquemos a trabajar en aras de un proceso de acumulación de fuerzas que a través de una insurrección popular nos permita recomponer la historia arreglar cuentas con la burguesía y que se retome en serio la tarea histórica de construir al socialismo científico, esto sin adulteraciones y sin ambigüedades como las que hoy vivimos.

MARCOS GÓMEZ (ex combatiente del frente guerrillero A.J.de Sucre) – La Razón, 3 junio 2011 – “Esto no es socialismo, ni del siglo XXI, es puro capitalismo rentista y petrolero. El Estado es quien regula y permite el funcionamiento del capitalismo, bien sea privado o con las empresas mixtas.

“(…) El presidente Chávez no es dictador, pero sí hay autoritarismo. Libertad de prensa sí hay. Un ejemplo es La Razón, donde escriben tirios y troyanos, con posiciones a favor y críticas severas al gobierno.

“En cuanto a las elecciones, no simpatizo con ningún candidato. Me gustaría que fuese alguno de quienes están en ´De frente con Venezuela´ (…) En la MUD hay gente preparada para asumir desafíos (…)

¿Retomar el fusil?

¡Oh, Iván, Baltazar, César Ríos, ¡Cuán absurdo sería hoy el retorno a unas montañas desoladas, cuando todos los campesinos han desuncido sus bueyes, como en los bucólicos tiempos virgilianos, y en espera de modernos tractores made in China, han emigrado a inhumanas urbes, encontrándose en inclementes refugios hacinados!

No en las montañas, nos dice Iván Barreto desde la “Fila del Guerrillero Heroico”. Somos protagonistas de la historia. Hemos librado batallas sin fin y no podemos seguir atrapados en engaños. No es una acción más, una vergonzante claudicación ante las denominadas “mesas de unidad democrática”, donde debemos inclinarnos, conciliando allí con los continuadores del pacto puntofijista, con los ancestrales verdugos, para afirmar impúdicamente: “hay allí gente preparada para asumir desafíos”

No es a los verdugos del pueblo a quienes corresponde asumir el desafío, sino a la acción conjunta de un pueblo frustrado, decidido a arrancar sus propios derechos de los poderosos, de los farsantes, de los corruptos enquistados en altas esferas.

Hoy a los cincuenta de años de haber sembrado heroicamente su simiente en las montañas de El Charal, Iván Barreto llama al pueblo venezolano a asumir su papel histórico, sin creer en cantos de sirenas.

Nota

1.- Organización ideológica liderada por Carlos Betancourt en sectores obreros, comunitarios y estudiantiles.

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