Lenin: El dirigente más tergiversado del siglo XX. A 91 años de su muerte

Lenin rostro

Por: Mercedes Petit (El Socialista, Argentina)

Nota: La presente nota se publicó el 21 de abril de 2010, en el Nro. 164 del periódico El Socialista del partido Izquierda Socialista de Argentina, a propósito de un nuevo aniversario del nacimiento de Lenin

El nacimiento de Lenin

Hace 140 años, el 22 de abril de 1870, nacía en Simbirsk Vladimir Ilich Ulianov, más conocido como Lenin. En 1917 encabezó la toma del poder en Rusia con los soviets y el partido bolchevique. El significado del “leninismo” quedó totalmente falsificado desde el triunfo de la dictadura de Stalin.

Simbirsk (más tarde llamada, Ulianovsk) estaba situada sobre el río Volga en la Rusia central, al sur de Kazan. La familia Ulianov era de clase media. Su padre era profesor de física y matemáticas, hijo de un siervo; su madre, una mujer muy culta que hablaba varios idiomas y tocaba el piano, y su abuelo materno era médico.

El imperio zarista avanzaba hacia la industrialización capitalista, manteniendo una rígida autocracia. En 1861 fue abolida la servidumbre feudal. En las dos últimas décadas del siglo XIX, los campesinos iban protagonizando un ascenso creciente, mientras que en las principales ciudades del lado occidental se iba formando una concentrada clase obrera. En 1881 fue ajusticiado el zar Alejandro II por el grupo terrorista La Voluntad del Pueblo (Naródnaia Volia en ruso, los “narodniki”), al cual se sumó luego el hermano mayor de Lenin. En 1887 murió en la horca, acusado de preparar un atentado contra Alejandro III.

Unos meses después, el joven Ulianov comenzó a estudiar derecho en la Universidad de Kazan. El 5 de diciembre sufrió la primera detención. Lo condenaron a vivir fuera de la ciudad en residencia vigilada. Su hermana Ana ya estaba en la misma situación.

El marxismo ruso

En Rusia el marxismo tuvo un rápido desarrollo. Su fundador fue Gregorio Plejanov (1856-1918), acompañado por Pavel Axelrod y Vera Zasulich. En 1890 Ulianov se recibió de abogado en San Petersburgo. Poco ejerció su profesión, dedicándose a las actividades de propaganda marxista entre los obreros. En 1894 escribió Quiénes son los amigos del pueblo, polemizando contra los narodniki.

En 1895 hizo su primer viaje al extranjero y conoció a Plejanov, que estaba exiliado e impulsaba el grupo Emancipación de Trabajo. De regreso en San Petersburgo fundó una sección del grupo. Poco después fue nuevamente detenido y luego exiliado a Siberia. Allí se casó con quien lo acompañaría toda su vida, Nadia Krupskaia. En 1898, en Minsk (Bielorrusia) se fundó el POSDR (Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia).

El surgimiento del leninismo

Hacia el fin de su exilio, en 1899, Ulianov logró publicar una extensa investigación: El desarrollo del capitalismo en Rusia. Fue un texto fundamental, que desmenuzaba científicamente y con multitud de datos empíricos las complejas características de la estructura de las clases y de la gran industria bajo el zarismo.

Por la represión y la obligada clandestinidad, el centro de la elaboración política y teórica del marxismo ruso se desarrollaba en el extranjero. Culminado el destierro, Ulianov logró establecerse en Alemania. En Munich, el 24 de diciembre de 1900 apareció el primer número del periódico Iskra (Chispa). Su comité de redacción lo integraban Plejanov, Axelrod, Vera Zasulich y el joven recién llegado, Ulianov, que comenzaría a firmar “Lenin”. En 1902 la Iskra se trasladó a Londres, y Lenin publicó un folleto que pasó a la historia: ¿Qué hacer?

En ese texto Lenin polemizó con los sectores que defendían en el POSDR el reformismo de Eduard Bernstein en la Segunda Internacional (la socialdemocracia). Planteó la necesidad de la acción política independiente del proletariado y rechazó el enfoque “economicista” o meramente sindicalista que defendían los reformistas rusos. Y para esa acción política planteó la necesidad de un partido de nuevo tipo, para la acción, centralizado en la aplicación de sus decisiones y con la más amplia democracia interna para su elaboración política. La concepción de esa organización de combate, con militantes disciplinados y dedicados a la actividad revolucionaria, fue rechazada por el ala reformista, que defendía un partido laxo, sin fronteras claras, ya que su perspectiva era la participación parlamentaria a medida que se le fueran arrancando libertades al zarismo, y bajo la conducción política de la burguesía.

En 1903 se reunió el Segundo Congreso del POSDR, que se dividió en el punto estatutos, a raíz del debate sobre el carácter del partido. Una mayoría revolucionaria (bolcheviques) apoyó la concepción de ¿Qué hacer? Una minoría reformista (mencheviques) la rechazó. El bolchevismo desde entonces fue encabezado por Lenin.

La toma del poder y la revolución socialista

La concepción de partido que planteó y llevó a la construcción práctica Lenin surgía de su visión sobre la revolución en Rusia, que debía llevar al poder a la clase obrera unida a los campesinos pobres, en ruptura total con cualquier sector burgués. Por eso planteaba que era imprescindible un partido que se fuera fogueando y fortaleciendo en la lucha “cotidiana y gris” y que tuviera como perspectiva permanente la insurrección revolucionaria y la toma del poder.

Hasta 1917, Lenin avizoraba que la derrota del zarismo se daría en Rusia con el triunfo de una revolución “democrática burguesa”, pero encabezada por el proletariado y los campesinos, contra la burguesía. Luego de la caída del Zar en la revolución de febrero de 1917 cambió rápidamente, y planteó que la gran tarea era la toma del poder para impulsar la revolución socialista. Su gran apoyo en este nuevo enfoque fue León Trotsky, que venía haciendo ese planteo desde 1905 (lo que él llamó la “revolución permanente”). Por su parte, Trotsky abandonó definitivamente su posición contraria a la concepción leninista del partido y se sumó a la dirección de los bolcheviques en mayo de 1917.

La insurrección de Octubre los tendrá a ambos al frente de la conducción del partido y de los Soviets, encabezando el triunfo del primer gobierno revolucionario obrero y campesino. Ambos coincidían en que vivían un primer capítulo de la revolución socialista internacional, que esperaban se produjera en Alemania y el resto de Europa. No fue así. Sólo en la URSS triunfó la revolución socialista en aquellos años.

Lenin falleció durante su batalla contra Stalin

El costo de esa soledad fue inmenso, ya que dio lugar a una creciente burocratización en el nuevo aparato del estado obrero y el partido gobernante. Lenin enfermó en 1922 y falleció el 21 de enero de 1924, a los 53 años. Sus últimas fuerzas las dedicó a combatir esa degeneración burocrática, que la encabezaba un oscuro y mediocre viejo bolchevique, José Stalin*. Desde marzo de 1923 (cuando Lenin quedó definitivamente fuera de la actividad) la batalla quedó en manos de León Trotsky y sus seguidores en la oposición, pero fueron derrotados. Fue aplastada la democracia en el partido y el país. Se fue imponiendo una dictadura cada vez más sanguinaria, y con una política de capitulación a la burguesía y el imperialismo, bautizada por Stalin como “socialismo en un solo país”.

Lo más siniestro y paradójico del triunfo de la burocracia, es que logró hacerlo en nombre del “leninismo” y de la clase obrera. La supuesta “desestalinización” en los años 50 mantuvo la farsa, ya que siguió en el poder la misma burocracia que llevó a la URSS a la destrucción y al regreso al capitalismo en los 90. Así, aún hoy la derecha y la socialdemocracia pueden seguir su campaña de que Lenin fue sinónimo de represión y burocracia y el estalinismo su continuidad.

Desde 1924 Trotsky combatió el falso “leninismo” del usurpador Stalin. El fundador de la Cuarta Internacional denunció que había muerto el partido de Lenin, que había sido aplastado el bolchevismo, y marcó el camino de construir nuevos partidos revolucionarios para retomar esa senda.

* Véase, por ejemplo, El último combate de Lenin, de Moshe Lewin (Lumen, Barcelona, 1970). A partir de la disolución de la antigua URSS se abrieron numerosos archivos. Varias biografías, a pesar de su enfoque sobre un supuesto Lenin “cínico”,”dictador sanguinario”, “ávido de poder personal”, que habría sido el creador de Stalin, aportan nuevos datos y hechos que muestran las diferencias entre ambos y la batalla final de Lenin. Dos ejemplos: El verdadero Lenin, de Dmitri Volkogonov (Anaya & Muchnik, Madrid, 1996, 1º ed. en ruso 1994); Lenin, de Helene Carrere D’Encausse, FCE, Bs. As., 1999).

La fundación de la Tercera Internacional

Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo, entre otros, formaron parte de la pequeña minoría que rechazó la traición de la Segunda Internacional, en agosto de 1914, y que llevó a la clase obrera europea a morir en las trincheras en defensa de sus respectivas burguesías imperialistas en la Primera Guerra Mundial. Lenin impulsó la formación de una nueva internacional. Insistía en esa necesidad en medio del torbellino de acontecimientos de 1917. El proyecto se concretó en medio de las penurias tremendas de la guerra civil. En marzo de 1919, en una reunión en Moscú, nació la Tercera o Internacional Comunista. Sus cuatro primeros congresos, hasta 1922, siguen siendo una enorme fuente de enseñanzas y experiencias para desarrollar la lucha y el programa revolucionarios en la época imperialista y de guerras, crisis y revoluciones que aun nos toca vivir al iniciarse el siglo XXI.

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