¡Los activistas obreros deben ser liberados inmediata e incondicionalmente de las prisiones de la República Islámica de Irán!

El pasado 15 de junio, en la ciudad de Karaj, agentes de la Inteligencia y Seguridad del régimen iraní asaltaron el lugar de reunión de los sindicalistas. Unos sesenta activistas fueron arrestados, golpeados y llevados a prisión para ser interrogados. La reunión fue convocada para discutir y hallar una adecuada respuesta al impago de salarios, a la falta de seguridad laboral, a los despidos masivos y frente a la represión que sufren los trabajadores que intentan formar sindicatos independientes. Aunque la mayor parte de ellos fueron liberados en veinticuatro horas, nueve trabajadores permanecen en prisión. Desde entonces, no han tenido contacto alguno con el exterior.

El pasado 15 de junio, en la ciudad de Karaj, agentes de la Inteligencia y Seguridad del régimen iraní asaltaron el lugar de reunión de los sindicalistas. Unos sesenta activistas fueron arrestados, golpeados y llevados a prisión para ser interrogados. La reunión fue convocada para discutir y hallar una adecuada respuesta al impago de salarios, a la falta de seguridad laboral, a los despidos masivos y frente a la represión que sufren los trabajadores que intentan formar sindicatos independientes. Aunque la mayor parte de ellos fueron liberados en veinticuatro horas, nueve trabajadores permanecen en prisión. Desde entonces, no han tenido contacto alguno con el exterior.

El Partido del Trabajo de Irán (Toufan) condena el arresto y encarcelamiento de los sindicalistas que luchan por sus justos derechos básicos. Una vez más, expresamos nuestra absoluta repugnancia e indignación por el régimen capitalista e impopular de Irán. Los trabajadores tienen derecho a luchar por la falta de derechos y para formar organizaciones independientes. Cualquier intento de restringir las actividades legítimas de la clase obrera debe ser condenado por todos los asalariados y las fuerzas progresistas de todo el mundo. La represión de las masas por el régimen reaccionario de la República Islámica de Irán interesa tanto a los explotadores y saqueadores capitalistas de Irán, como a los imperialistas y militaristas que han empeorado las condiciones de vida del pueblo por sus sanciones económicas y amenazas de invasión militar.

El régimen de la República Islámica se encuentra en una profunda crisis política, económica y social. Las condiciones de vida de los trabajadores han empeorado un año tras otro. El conjunto de las circunstancias en las que se desenvuelve la supervivencia de las masas no les ha dejado más opción que oponerse a los gobernantes y declarar la guerra contra la totalidad del impopular régimen de la República Islámica. Para cambiar la situación, la clase obrera, cuyos hombros soportan la carga más pesada de la crisis económica, trata de fortalecer su poder y de establecer organizaciones obreras combativas y estables, así como abrir a la sociedad el camino de una batalla generalizada y en todos los frentes contra los poderes gobernantes.

Las autoridades de la República Islámica temen la unidad y la solidaridad entre los trabajadores. No han encontrado solución alguna a las intolerables condiciones de vida de los trabajadores, salvo la detención, la represión y el encarcelamiento de los activistas. El régimen ha llevado a cabo estas reaccionarias acciones muchas veces en el pasado, pero no ha sido capaz de aplastar las luchas de los trabajadores. El fuego del movimiento de protesta obrero y popular es inextinguible. Muchos cientos de huelgas, concentraciones, manifestaciones, boicots e incluso la confrontación directa con las fuerzas represivas del régimen son la prueba de ello. La solidaridad y la unidad en sus organizaciones independientes es la clave para que los trabajadores tengan éxito en las luchas por una vida mejor. Cuando esta unidad y solidaridad se expande a los otros sectores de la mano de obra, cuando se eleva a un nivel más alto, dotándose de la conciencia socialista enseñada por el partido de la clase obrera, se convierte en una fuerza tan poderosa que es capaz de pulverizar la reaccionaria maquinaria represiva del régimen, de transferir la propiedad de los medios de producción a manos colectivas y de establecer el socialismo para todos los trabajadores.

El Partido del Trabajo de Irán (Toufan) apoya las justas luchas de los activistas obreros para conseguir unas mejores y más humanas condiciones de vida. Aplaudimos sus intentos de formar sindicatos independientes. Condenamos su arresto, encarcelamiento y maltrato. Llamamos a nuestros Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas hermanos, a todas las fuerzas obreras y a todas las personas progresistas del mundo a alzar su voz, de cualquier forma posible, contra el régimen de la República Islámica de Irán por las recientes detenciones de la ciudad de Karaj, y también contra el cautiverio en que se encuentran los principales líderes de los sindicatos obreros. Pedimos a nuestros camaradas que expresen su solidaridad con las luchas de los militantes obreros iraníes, y que exijan la libertad inmediata e incondicional de todos los recientemente detenidos, de todos los militantes obreros encarcelados y de todos los presos políticos.

Sólo la intensificación de la lucha de las masas iraníes y el sincero apoyo internacional al pueblo iraní puede obligar al régimen de la República Islámica a replegarse y a detener la represión contra el pueblo de Irán.

¡Libertad inmediata e incondicional para todos los activistas obreros!

¡Viva la lucha de la clase obrera iraní!

¡Abajo el régimen capitalista de la República Islámica, por la acción del pueblo iraní!

¡Viva la libertad y el socialismo!

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