Thony Navas: más que medidas autoritarias necesitamos es que los trabajadores no paguemos consecuencias del coronavirus y la crisis

Por Laclase.info

Caracas, 20 de marzo de 2020.- Desde el pasado lunes, el gobierno de Nicolás Maduro con el uso prioritario de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y los organismos policiales, decretó llamada cuarentena social colectiva en todo el país, como respuesta a la aparición de los primeros casos de coronavirus.

Diferentes organizaciones sociales y de derechos humanos han denunciado el sobredimensionamiento del aspecto militar de las medidas del gobierno, y planteado los peligros que corren las trabajadoras y los trabajadores del sistema público de salud en el presente contexto de emergencia sanitaria.

En ese sentido entrevistamos a Thony Navas, presidente del Sindicato Regional de Trabajadoras y Trabajadores de la Salud del Distrito Capital (Sirtrasalud-Distrito Capital), y militante del Partido Socialismo y Libertad (PSL), para preguntarle sobre su evaluación de la respuesta gubernamental ante el coronavirus, las condiciones laborales en los centros hospitalarios del país y sus recomendaciones para el pueblo en general.

¿Se encuentra el sistema público de salud preparado para afrontar la emergencia sanitaria surgida por el coronavirus?

No podemos hablar de sistema público de salud porque eso es una entelequia. El Ministerio de la Salud, el Instituto de Seguro Social y las misiones de salud dirigidas por los funcionarios cubanos, son entes totalmente desarticulados. Esas instituciones del Estado no tienen competencias definidas y diferenciadas, y tampoco se coordinan. Además, el llamado sistema público de salud se encuentra en total ruina y es un verdadero desastre a la vista de todo el pueblo. Esto por el paquetazo aplicado por el gobierno de Nicolás Maduro desde 2013 para priorizar el pago de la deuda externa, el cual se traduce en en un recorte presupuestario que ha causado la escasez en los centros hospitalarios de insumos sanitarios y quirúrgicos básicos, productos de limpieza y equipos médicos. También la presente realidad de los centros hospitalarios es producto de gestiones corruptas como las ejecutadas por el antiguo ministro Luis López, un miembro del equipo de Tareck El Aissami; el general Jesús Mantilla y la coronela Eugenia Sader, que fueron ministros en épocas de Hugo Chávez.

¿Cómo evalúas la respuesta del gobierno ante el surgimiento de los primeros casos de coronavirus en el país?

Nuestra lealtad está con la clase trabajadora y el verdadero socialismo, por eso decimos con claridad que el gobierno de Maduro y la cúpula militar encaran la presente emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia del coronavirus de manera mentirosa y demagógica. Esto se observa cuando Maduro ha dicho que el personal del sistema público de salud tiene una elevada moral para enfrentar el coronavirus en el país. Si, los trabajadores y trabajadoras que aún permanecen en los centros de salud tienen moral y sentido de pertenencia, y disposición a apoyar a los usuarios, pero lamentablemente hay una enorme deserción de los centros hospitalarios, ya que muchos fueron obligados a renunciar y migrar como consecuencia de los salarios de hambre, las pésimas condiciones laborales y la destrucción de sus beneficios laborales por la eliminación de facto de los contratos colectivos con el memorando 2792 y la imposición de las tablas salariales. Además, el vaciamiento presupuestario de las instituciones sanitarias encargadas de la promoción social de la salud, ha llevado al gobierno a destinar a esas labores a militares y policías, que no tienen ninguna calificación y conocimiento técnico. En otras oportunidades, el personal sanitario de la Dirección de Promoción Social de la Salud, altamente preparado, fue central en la superación de brotes de enfermedades con una alta letalidad como el dengue y la cólera. Ahora el gobierno ni siquiera ha convocado a los estudiantes de carreras vinculadas a la medicina para, previa formación y capacitación, constituir brigadas que realicen actividades de educación epidemiológica y atención médica anticipatoria. Todo esto demuestra que el gobierno pretende suplantar con el militarismo y la coerción una política sanitaria que debe estar sustentada en la promoción de la conciencia social, la educación epidemiológica y la atención médica. Entonces, resulta grotesco los llamados de los comandantes militares a la disciplina, en un lenguaje de cuartel, que repite un médico y civil como Jorge Rodríguez, con un mensaje de orden y obediencia. Esto ocasiona que la población se encuentre en una total incertidumbre, y eso es normal porque nadie explica con claridad la solución de problemas que surgen en el necesario confinamiento y distanciamiento social como por ejemplo el acceso a alimentos y servicios públicos, en un contexto de pobreza extrema y de agudo deterioro del suministro de agua, energía eléctrica y gas doméstico. Esto puede aumentar el malestar social ya existente en el país, tal como se ha reflejado en los recientes saqueos en el Zulia, en la frontera con Colombia.

¿Cuáles son las condiciones de trabajo del personal de los centros hospitalarios encargados de asumir la atención sanitaria y tratamiento médico ante posibles casos de coronavirus?

Las trabajadoras y los trabajadores de los centros hospitalarios no cuentan con los implementos mínimos para garantizar el tratamiento médico y la atención sanitaria, y ni siquiera para proteger su propia salud. Como esos centros hospitalarios se encuentran tomados por efectivos militares y policiales la denuncia de la presente realidad ha ocasionado el permanente amedrentamiento y arresto de trabajadores de la salud como el médico Julio Molino en Monagas y otros dos trabajadores de esa entidad, y el enfermero Rubén Duarte en Táchira. No obstante, como dirigente sindical clasista sigo reivindicando las denuncias y la organización de las trabajadoras y los trabajadores de la salud en está difícil coyuntura sanitaria agravada por la respuesta militarista del gobierno de Maduro. En ese sentido, estamos recibiendo toda esa información y divulgándola para acompañar al digno y luchador personal de los centros hospitalarios y direcciones de salud. Por ejemplo, nos han llamado compañeras y compañeros de labores que se encuentran entre la población de alto riego, no sólo por su edad, también por sufrir enfermedades cardíacas y diabetes, y a pesar de eso las autoridades gubernamentales les imponen participar en actividades en zonas de posible contagio. Queremos dejarle claro al gobierno de falso socialismo de Maduro que la clase trabajadora venezolana, en este caso las trabajadoras y los trabajadores del sector, no son población desechable ni sacrificable.

¿Qué recomendaciones le puedes hacer al pueblo ante la emergencia sanitaria ocasionada por la presencia de contagiados con el coronavirus en el país?

Las orientaciones generales asumidas por el gobierno de Maduro como el confinamiento y el distanciamiento social que aquí han llamado cuarentena social colectiva son producto de la Organización Mundial de Salud. Y, sin caer en ninguna apología de ese organismo internacional, tenemos que reivindicar su cumplimiento con conciencia social y responsabilidad por el pueblo venezolano. En estos momentos, debemos evitar convertirnos en vectores de contagio de nuestros vecinos y familiares, sobre todo de las poblaciones de alto riesgo. En ese sentido, es importante cumplir con el confinamiento y el distanciamiento social para bloquear la propagación del coronavirus en un país donde los centros hospitalarios se encuentran sin capacidad para brindar la atención sanitaria y el tratamiento médico necesario. Al mismo tiempo, sin alarmismo, es importante documentarnos sobre el coronavirus pero desde fuentes de información científicas y serias que permitan conocer los síntomas completos, y dirigirnos en caso de necesidad a un centro hospitalario para exigir una oportuna atención sanitaria y tratamiento médico.

¿Qué proponen desde Sirtrasalud Distrito Capital para enfrentar al coronavirus?

Nosotros creemos que más que medidas autoritarias ejecutadas por organismos de seguridad, lo que necesitamos es que los trabajadores y trabajadoras no sean quienes paguen las consecuencias del coronavirus y la crisis económica creada por el gobierno, empresarios y transnacionales. Deben ser los capitalistas, las transnacionales y los funcionarios del gobierno enriquecidos con la renta petrolera los que tienen que asumir los costos de esta pandemia en el país. El gobierno solicitó recientemente un crédito al FMI, después que pasó años repudiándolo. Ahora queda claro que lo hacía de la boca para afuera. Con esto el gobierno pone en evidencia que no es antiimperialista ni socialista, y que es parte de la lógica capitalista de endeudamiento con los organismos financieros imperialistas. El gobierno ya ha pagado más de 80 mil millones de dólares en deuda externa desde el 2013, lo que explica el deterioro de todos los servicios públicos y la reducción del presupuesto en salud y educación. Después de traernos al desastre que padecemos, termina arrodillándose al organismo que tanto Chávez como Maduro criticaban. Nosotros creemos que puede haber una salida distinta a la crisis y a esta pandemia. En ese sentido proponemos que cesen los millonarios gastos militares, que no se siga gastando plata en costosos ejercicios militares. Que se apliquen impuestos a los capitalistas y transnacionales para dotar a los hospitales de los recursos necesarios para enfrentar la pandemia. Que no se pague más deuda externa. Que el petróleo sea 100% estatal sin empresas mixtas ni trasnacionales. Exigimos la confiscación de los bienes de los corruptos e importadores fraudulentos, y con todos esos recursos otorgar salarios igual a la canasta básica para médicos, enfermeras y todos los trabajadores de salud, y demás sectores; que se dote de agua, jabón, mascarillas y guantes a todos los centros de salud del país, no sólo a los 46 hospitales centinelas. Así como insumos y equipos médicos. Exigimos que se garantice el empleo, salarios y todos los beneficios contractuales a los trabajadores que deban permanecer en cuarentena. Que no haya ningún despido ni suspensiones. Pero también rechazamos las sanciones del imperialismo que solo afectan al pueblo, y exigimos que se suspendan de inmediato.

 

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