Las autoridades siguen sin dar respuesta ¡No hay gas en La Pastora!

Por Laclase.info

28 de junio de 2020.- La escasez de agua, de gas doméstico, de servicio eléctrico, y en general de todos los servicios públicos, en el marco de la emergencia sanitaria causada por el covid-19 amenaza con agudizar aún más las condiciones de precariedad de los habitantes de Caracas y de la mayoría de caseríos, pueblos y ciudades del territorio nacional.

En la populosa parroquia La Pastora de Caracas, la escasez de agua y gas doméstico sigue causando inconvenientes y molestia entre sus pobladores el Consejo Comunal Madre Tierra ha venido denunciando reiteradamente esta situación, la respuesta que han recibido de los organismos «competentes» han sido promesas que se desvanecen en el viento, ya que ni el gobierno local, ni los llamados equipos políticos oficialistas han aportado soluciones, por el contrario lo que recibe la población de La Pastora es amedrentamiento y vigilancia por parte de los grupos oficialistas con el fin de impedir que la gente se organice y se manifieste para exigir respuesta a sus demandas concretas

El Consejo Comunal Madre Tierra, no hizo llegar una nueva nota de prensa en la que reiteran su denuncia ante la falta de gas doméstico, que difundimos a continuación.

Las autoridades parroquiales continúan sin dar respuesta

¡SEGUIMOS SIN GAS EN EL SECTOR MADRE TIERRA

DE LA PASTORA!

Por: prensa Madre Tierra

Desde nuestra última denuncia publicada en distintos medios el pasado 17 de junio, la situación de los servicios públicos, en particular del suministro de gas, sigue siendo caótica en la parroquia La Pastora (Distrito Capital), al igual que en todo el país. A raíz de una anterior denuncia, el día 4 de junio, la empresa estatal GASCOMUNAL mandó misteriosamente y sin previo aviso un camión de bombonas de gas; y luego más nada. Es decir que nuestro sector Madre Tierra, que abarca alrededor de 650 familias, tiene exactamente 22 días sin recibir este servicio de primerísima necesidad, obligando la gente a resolver como puede (cocinando con leña, pidiendo prestadas cocinas eléctricas o pagando precios exorbitantes para bombonas bachaqueadas, como fue el caso hace unos días cuando un grupo de revendedores pidieron entre 70 y 150.000 Bs. por bombona cuando el precio estipulado es alrededor de 30.000 Bs.  para llevarse varias bombonas a un llenadero y devolvérselas llenas a los vecinos que pudieron pagar ese sobreprecio).

Pero además de las semanas que llevamos sin recibir el vital producto, hay que añadirle un mes más, cuando las autoridades parroquiales y municipales decidieron arbitrariamente y sin previo aviso privarnos del camión que nos surtía desde hace años, alegando que se están reestructurando las rutas a nivel municipal. Y, como para completar el ciclo de arbitrariedades y de humillaciones a las que nos tienen acostumbrados las autoridades parroquiales, lo más asombroso es que todo esto sucede en medio del trato más denigrante y despreciativo por parte de ellos.

Por ejemplo, pusieron a la gente a hacer cola desde tempranas horas de la mañana el pasado sábado 20 de junio, haciéndoles creer que venía un camón de gas al sector. Pero, alrededor del mediodía, le informaron a los vecinos presentes que no venía el camión… Por supuesto, desde que se agudizó esta crisis con el gas doméstico, ninguna autoridad local, parroquial o municipal, trátese de los dirigentes del CLAP, del equipo político del partido de gobierno o del Estado Mayor, le ha dado la cara a la comunidad. Lo único que recibimos es un silencio administrativo, cada vez que solicitamos una información.

A lo sumo, se escuchan o se leen las palabras lacónicas de algún burócrata, soltando, en algún grupo de WhatsApp: “Se les pide un poquito de paciencia”, o: “ya el problema del gas se está solucionando”.

Lamentablemente, la problemática del gas en La Pastora es la de todos los servicios en general: trátese de la falta de suministro de agua, de las condiciones catastróficas de la vialidad, del pésimo alumbrado público, de las condiciones deplorables de los planteles educativos y de los módulos de Barrio Adentro, de la destrucción de los espacios públicos y de recreación, todo evidencia el saqueo sistemático del que ha sido objeto nuestra parroquia, fiel reflejo del total agotamiento del modelo económico rentista y extractivista que ha acabado con nuestro país y ha traído cada vez más pobreza a nuestro pueblo.

Cuando la supuesta “refundación de la república” prometía acabar con todos nuestros males de nación subdesarrollada, lo que ha hecho es multiplicarlos en proporciones vertiginosas.