Nota suicida de un trabajador jubilado griego

Nota de Laclase.info: Dimitris Christoulas, un jubilado griego de 77 años, se suicidó de un disparo en la cabeza frente al edificio del Parlamento, en Atenas, el miércoles 4 de abril. Su suicidio ha indignado al combativo pueblo griego y ha desatado protestas. En su nota suicida, Christoulas se refiere al gobierno capitalista griego que viene aplicando terribles medidas antipopulares de ajuste, como «el gobierno de Tsolakoglou», haciendo referencia al primer ministro que colaboró con la ocupación nazi de Grecia, durante la II Guerra Mundial. Emmi Jristula, hija de Christoulas, envió una comunicación a la prensa griega reivindicando el suicidio de su padre como un acto político. «La nota manuscrita de mi padre no deja margen para ideas erróneas. Durante toda su vida ha sido un militante de la izquierda, un visionario desinteresado (…) El acto de su suicidio es un acto político consciente, coherente con lo que creyó e hizo durante toda su vida», expresó.

Nota de Laclase.info: Dimitris Christoulas, un jubilado griego de 77 años, se suicidó de un disparo en la cabeza frente al edificio del Parlamento, en Atenas, el miércoles 4 de abril. Su suicidio ha indignado al combativo pueblo griego y ha desatado protestas. En su nota suicida, Christoulas se refiere al gobierno capitalista griego que viene aplicando terribles medidas antipopulares de ajuste, como «el gobierno de Tsolakoglou», haciendo referencia al primer ministro que colaboró con la ocupación nazi de Grecia, durante la II Guerra Mundial. Emmi Jristula, hija de Christoulas, envió una comunicación a la prensa griega reivindicando el suicidio de su padre como un acto político. «La nota manuscrita de mi padre no deja margen para ideas erróneas. Durante toda su vida ha sido un militante de la izquierda, un visionario desinteresado (…) El acto de su suicidio es un acto político consciente, coherente con lo que creyó e hizo durante toda su vida», expresó.

A continuación el texto de la nota:

El Gobierno de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años. Y dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un kalashnikov, yo le apoyaría) no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir. Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún día las armas y colgarán boca abajo a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussollini en 1945.

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