Palestina: Los presos palestinos finalizan huelga de hambre tras un acuerdo con Israel

Las autoridades racistas de Israel han aceptado las demandas de entre 1.500 y 2.500 presos políticos que ayunaban desde hacía semanas. La entidad sionista hizo algunas concesiones ante la amenaza de que se desatara una rebelión palestina si alguno de los presos políticos ellos moría.

Las autoridades racistas de Israel han aceptado las demandas de entre 1.500 y 2.500 presos políticos que ayunaban desde hacía semanas. La entidad sionista hizo algunas concesiones ante la amenaza de que se desatara una rebelión palestina si alguno de los presos políticos ellos moría.

«Las exigencias de los prisioneros de que se anulen las detenciones administrativas, se ponga fin a la política de aislar a prisioneros y se permita las visitas de familiares -adultos y niños- a los prisioneros de Gaza, han sido aceptadas», aseguró el ministro palestino para los Prisioneros, Isa Qaraque.

Confirmado por todas las partes involucradas, el documento establece una mejoría de las condiciones de encarcelamiento de los presos palestinos, que como contrapartida se han comprometido a no involucrarse en «actividades terroristas desde prisión».

«Los dirigentes de los presos palestinos encarcelados en Israel firmaron un compromiso para poner fin a la actividad terrorista desde las prisiones israelíes y anunciaron el final de la huelga de presos», dice un comunicado difundido por el servicio general de seguridad, el Shabak.

El régimen fascista y racista de Israel mantiene a miles de presos políticos palestinos bajo durísimas condiciones de confinamiento, muchos de ellos sin haber sido enjuiciados, e incluso se encuentran niños entre los presos. Se trata de una de las aristas de la política criminal de Israel contra la población palestina.

«También se ha acordado que un comité del Servicio Israelí de Prisiones aborde otras reclamaciones que tienen los prisioneros sobre las condiciones en las que son mantenidos», agrega el comunicado del Shabak.

La protesta, que han seguido entre 1.500 presos (según fuentes israelíes) y 2.500 (según organizaciones palestinas de presos), comenzó el 17 de abril.

El desafío lo habían iniciado, sin embargo, un grupo de presos que llevan en torno a dos meses y medio en huelga de hambre, lo que ha llevado a su salud a un punto crítico.

Es el caso de Zaer Halahle y Bilal Diab, que llevaban 77 días sin comer; Hasan Safadi, 71 días de ayuno, Omar Abu Shalal, 69 días, Mohamad Taj, 58 días, Jaafar Ezadin, 54 días, y Mohamad Al-Sarsik, 57 días.

Desde Gaza, fuentes próximas a los presos palestinos confirmaron que el acuerdo incluye que no sean renovados los períodos de encarcelamiento de los presos que cumplen detención administrativa, es decir, que no han sido juzgados ni tienen cargos en su contra.

Unos 300 presos, según los últimos datos de la organización israelí Betselem de derechos humanos, se encuentran en ese limbo judicial que la autoridades militares israelíes aplican desde hace décadas para detener a sospechosos sin siquiera informarles de qué se les acusa, a la usanza nazi.

Varios diarios israelíes informaron este lunes de que el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no estaba interesado en que la huelga llegara al 15 de mayo, día en el que los palestinos conmemoran la «Nakba» o «Catástrofe».

En esta jornada recuerdan la confiscación y el exilio que supuso para ellos la creación del Estado de Israel en 1948 y suele estar cargada de protestas.

Los servicios de seguridad y el Ejército estaban por ello en estado de máxima de alerta por temor a que la fusión de los dos temas más sensibles en la vida de los palestinos -los presos y la Nakba- se convirtiesen mañana en una mezcla explosiva.

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