Partidos lanzan señalamientos centrados en el caso Ferrominera

Quizás todo comenzó con Rafael Gil Barrios. Su turno al micrófono llegó. En la Asamblea Nacional se discutía el caso de Renny Rojas, el trabajador cuya sangre manchó la entrada de Ferrominera durante la mañana de este jueves.

Enervado, uno de los representantes oficialistas de Heres en el parlamento, acusó a Andrés Velásquez de haber planificado la balacera que sacudió a la empresa.

Quizás todo comenzó con Rafael Gil Barrios. Su turno al micrófono llegó. En la Asamblea Nacional se discutía el caso de Renny Rojas, el trabajador cuya sangre manchó la entrada de Ferrominera durante la mañana de este jueves.

Enervado, uno de los representantes oficialistas de Heres en el parlamento, acusó a Andrés Velásquez de haber planificado la balacera que sacudió a la empresa.



La masa trabajadora regional rechaza las aspiraciones de Andrés Velásquez de autoproclamarse líder de los trabajadores, pues recuerdan que él traicionó a sus propios compañeros de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) y avaló la privatización de esa empresa en 1998, dejando en la calle a miles de padres de familia”, achacó.

Unos minutos después, le tocó el turno a Tito Oviedo, también electo diputado por el circuito 1 del estado Bolívar con los votos a favor del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

“A ellos no les interesa el bienestar de los trabajadores ni sus convenciones colectivas o reivindicaciones, sino que buscan desarrollar una agenda oculta para destruir las empresas básicas como parte de su ataque al proceso revolucionario”, denuncio, según una reseña de la Agencia Venezolana de Noticias.

Ese fue, en síntesis, el común de las opiniones generadas luego del incidente. Del lado opositor tampoco faltaron los señalamientos, lo que convirtió la muerte de Renny Rojas en un festín, un carnaval y un vaivén de acusaciones.

¿Cómo no hacerlo?
El dirigente de la Unidad Socialista de Izquierda, y catedrático de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Miguel Ángel Hernández, plantea, sin considerarlo a la ligera, que la penetración de grupos armados en las empresas básicas tiene como artífice al PSUV.

“Vemos con preocupación la situación de las bandas armadas, que tiene que ver con la conflictividad. Esas agresiones están organizadas por el partido de Gobierno”, sentencia.

Recuerda un precedente del silencio que pretende imponerse dentro de esa factoría en particular: la encarcelación de Rubén González.

“Eso habla de la criminalización de los sindicatos. El Gobierno ve que están cercanas las elecciones y pretende imponer ese terror. Esto sucede en la medida en que haya más luchas, y el Gobierno va a seguir utilizando bandas armadas, a la vieja usanza de Acción Democrática”, advierte.

Conciliación necesaria
Para la ex candidata a diputada suplente de la Asamblea Nacional e integrante de Bandera Roja, María Álvarez, la sociedad guayanesa, primero que nadie, debe reaccionar ante casos como el de ayer.

“Debemos actuar en contra de la violencia, porque la violencia no es sólo gubernamental, la violencia ha llegado a la juventud, a las universidades. Esos muchachos que hirieron y que murieron esta mañana eran jóvenes (…) es dolorosa la situación, porque son jóvenes que necesitamos para el futuro de nuestro país, y como gremialistas le hacemos un llamado al ciudadano común a rechazar la violencia”, exhorta.

Plan gubernamental o no, la dirigente municipal de Primero Justicia, Damaris Becerra, considera que la violencia sindical, de un bando o de otro, no es más que una práctica fascista.

“Es lamentable que los trabajadores y los dirigentes sindicales estén armados. Ellos actúan porque reciben órdenes, y esas son líneas fascistas ya puestas en práctica en otros lugares y en otros momentos, y que son utilizadas para fines oscuros. Nosotros sí creemos que la violencia sindical se puede acabar, pero se deben respetar las instituciones, las ONG, los sindicatos y la Constitución (…) lamentablemente, el Gobierno no está respetando a los sindicatos”, denuncia.

El vocero regional del Partido Comunista de Venezuela e integrante del Frente Antiimperialista del estado Bolívar, Oswaldo Ramos, va un poco más allá, y propone una intervención gubernamental directa para el cese de la violencia.

“Debe estudiarse una zona de seguridad. Obviamente, es algo que todos rechazamos, y por eso debemos hacer causa común en torno de este hecho. Debe prevalecer, en cambio, el diálogo”, manifiesta. ¿Su última propuesta será escuchada?
Próximos anuncios
Mediante un comunicado, la Secretaría Ejecutiva regional de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), anunció que este viernes ofrecerá una rueda de prensa en relación con la situación ocurrida en Ferrominera Orinoco.

En el encuentro con los medios serán anunciadas “movilizaciones contra la violencia”, según detalló la secretaria ejecutiva de la alianza en Bolívar, Grecia Cabrices.

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