Perú: miles de campesinos aymaras toman Puno e incendian aduana

El gobierno de Alan García intenta dividir el movimiento e hizo una concesión parcial a la provincia de Yunguyo, para proteger el cerro de Capilla. Sin embargo bloqueos continúan en la frontera boliviana en Desaguadero, porque los pobladores dicen que no fueron satisfechas sus demandas de prohibir a las mineras actuar en la región.

El gobierno de Alan García intenta dividir el movimiento e hizo una concesión parcial a la provincia de Yunguyo, para proteger el cerro de Capilla. Sin embargo bloqueos continúan en la frontera boliviana en Desaguadero, porque los pobladores dicen que no fueron satisfechas sus demandas de prohibir a las mineras actuar en la región.

En Puno los manifestantes quemaron las instalacioes de la aduana. Dirigentes del movimiento dijeron que había 150 puntos de bloqueo, lo que implica a decenas de miles de campesinos, familias completas con sus niños que cortan las rutas. El movimiento es gigantesco. El gobierno, que había amenazado con enviar al ejército se tuvo que tragar sus amenazas y ahora intenta negociar cediendo en algunos puntos. Las crónicas del diario El Comercio muestran el pánico e indignación de los oligarcas ante el movimiento.

La comitiva de autoridades de Puno y representantes del Poder Ejecutivo, encabezados por la jefa del Gabinete, Rosario Fernández, llegaron a un primer acuerdo en el reinicio del diálogo para solucionar el paro que acatan los pobladores de dicha región en contra de las concesiones mineras.

Se trata de la declaratoria del cerro Capilla, en la provincia de Yunguyo, como zona reservada y paisajística, a la cual se dará protección especial. Esto se da con un decreto supremo N° 008-2011 del Ministerio del Ambiente. Con ello también se atiende al reclamo de la población para que no se contamine el recurso hídrico del lugar.

El tema de la minera Santa Ana -los pobladores piden su retiro- se abordará en una segunda mesa de negociación.

Los pobladores de la región le dieron una tregua de dos días al Gobierno para que atienda el resto de sus reclamos o volverían a iniciar el paro antiminero. En la zona sur de la región las protestas continúan y el bloqueo de la carretera Puno-Desaguadero (Bolivia) se mantiene.

Tras las violentas protestas que se dieron en los últimos días, hoy la ciudad de Puno ha vuelto a la tranquilidad. En las calles, los trabajadores de las entidades públicas que fueron saqueadas ordenan sus oficinas y recogen los vidrios y demás destrozos que ocasionaron los manifestantes.

Además, los comercios han abierto sus puertas y se puede apreciar largas colas en las afueras de los bancos, que estuvieron cerrados durante cuatro días.

150 puntos de bloqueo

Comunarios aymaras de las poblaciones del sur de Perú aseguraron ayer haber tendido 150 puntos de bloqueo a lo largo de los 146 kilómetros que separan a Desaguadero de Puno. La medida, que calificaron de “extrema”, es resultado de 20 días de protesta movilizada en contra de la concesión minera a una transnacional en la zona autorizada por el Gobierno de Alan García.

Pese a los gestos de cansancio tras casi tres semanas de protestas, pobladores de las provincias de Chucuito y Yunguyo mantienen un férreo bloqueo en los puntos que unen Bolivia y Perú.

Al unísono, los movilizados exigen al Gobierno peruano la cancelación de las concesiones para evitar la contaminación y pretenden mantener su trabajo agrícola y ganadero.

“A la par, en Lloroco, Yunguyo y Chucuito-Juli existen varios puntos de bloqueo, cada uno con al menos 2.000 personas”, manifestó César Serrano Callisaya, dirigente de Desaguadero.

Sus gritos de protesta retumban en el viento contaminado, mientras otros pobladores vigilan la muralla que bordea todo el ingreso carretero a Perú con alambre de púa, madera, letreros y estantes de dependencias del Estado. Jaime Quispe Paco, otro comunario, advirtió de que si el presidente García no actúa pronto, las medidas serán más contundentes. “Puno apoya la medida y quemó instalaciones de la Contraloría allá, sabemos también que Cusco también nos respaldará”.

Luego de efectuar declaraciones a diferentes medios, varios comunarios reconocieron que los choferes bolivianos sufren porque se encuentran varados y con pocas posibilidades de retornar. No obstante, explicaron que en otras oportunidades fueron ellos quienes sufrieron estoicamente los bloqueos producidos en Bolivia y, ahora, esperan que su sacrificio permita suspender un proyecto minero considerado contaminante.

Queman Contraloría en Puno

La violencia continúa en la ciudad peruana de Puno tras la quema del mobiliario del edificio de la Contraloría, la noche del jueves. Los pobladores movilizados desde hace 20 días protagonizaron una jornada de protestas, movilizaciones y violencia en calles de la ciudad en reclamo por la inacción del presidente peruano, Alan García.

Tiembla la burguesía

Una crónica de El Comercio retrata el terror de la burguesía al levantamiento indígena. «En Puno se respira temor. Es como si el suelo temblara a cada instante sin saber cuándo va a venir el remezón más fuerte. Hay protestas por todas las calles, los aimaras han recorrido casi toda la ciudad con marchas que llevan el mismo mensaje: “No a la minería”. Los pobladores de Puno, más que por convicción, están apoyando el paro por miedo.
Los negocios están cerrados, las madres no dejan que los niños salgan a las calles; los pocos vendedores ambulantes que hay esconden su mercadería al escuchar las estruendosas protestas; los hoteles han colgado en sus ventanas mensajes de apoyo al paro y los que no lo han hecho se han sometido a las pedradas. Por la noche, todos los hoteles se mantuvieron sin encender sus luces», reza una nota de ese diario del viernes.

Con patetismo, este vocero burgués agrega: «Todo liderazgo se ha perdido para entregarlo a la colectividad».

CRONOLOGÍA

[15/5/2011]
Continúa interrumpido el tránsito hacia Bolivia.
[17/5/2011]
El viceministro de Minas, Fernando Gala, se reunió en la sede del gobierno regional con los dirigentes campesinos.
[21/5/2011]
En el día 13 de la huelga indefinida, la protesta se trasladó de la frontera con Bolivia a la Plaza de Armas de la capital de la región.
[24/5/2011]
Unos 10.000 manifestantes marchan por las calles de Puno. El presidente Alan García sostiene que las manifestaciones tienen un “tufillo electoral”.

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