Perú: Suspendido ambicioso proyecto aurífero ante protestas

El gobierno y la empresa minera Yanacocha anunciaron la suspensión del proyecto aurífero Conga, de unos 4.800 millones de dólares, a raíz de que los pobladores de la región Cajamarca emprendieran violentas protestas para evitar perder sus fuentes de agua. En una conferencia de prensa realizada el martes en Palacio de Gobierno, el jefe del gabinete Salomón Lerner y Carlos Santa Cruz, vicepresidente para Sudamérica de la compañía Newmont, accionista mayoritaria de Yanacocha, dijeron que el proyecto Conga queda suspendido con el objetivo de restablecer el orden interno y la tranquilidad pública.

El gobierno y la empresa minera Yanacocha anunciaron la suspensión del proyecto aurífero Conga, de unos 4.800 millones de dólares, a raíz de que los pobladores de la región Cajamarca emprendieran violentas protestas para evitar perder sus fuentes de agua. En una conferencia de prensa realizada el martes en Palacio de Gobierno, el jefe del gabinete Salomón Lerner y Carlos Santa Cruz, vicepresidente para Sudamérica de la compañía Newmont, accionista mayoritaria de Yanacocha, dijeron que el proyecto Conga queda suspendido con el objetivo de restablecer el orden interno y la tranquilidad pública.

«Yanacocha comunica a la opinión pública que a exigencia del supremo gobierno y en aras que se restablezca la tranquilidad y la paz social en Cajamarca, ha decidido suspender las actividades del proyecto», dijo Santa Cruz.

El ejecutivo señaló que no se están dando las condiciones para llevar a cabo un diálogo fructífero con la población de Cajamarca, la cual se opone fuertemente al proyecto, por la enorme depredación ambiental que supone.

La protesta popular obligó al gobierno a retroceder.

«Ahora le toca al pueblo de Cajamarca decidir si acepta que el diálogo y la negociación reemplacen a la violencia y a la arbitrariedad. Convocamos a la población a volver a la calma y recuperar, mediante el diálogo, la confianza perdida», declaró cínicamente Lerner.

Santa Cruz dijo que se comprometía a acatar las exigencias del gobierno para tener una «minería responsable» y colaborar para que, «en el más breve plazo, se generen las condiciones para que el Estado, la empresa privada y la sociedad civil … retomemos una relación de transparencia y respeto en beneficio de Cajamarca y el país». Palabras huecas para mitigar el golpe sufrido con la movilización popular.

La población de Cajamarca, región donde opera Yanacocha, declaró un paro indefinido el pasado jueves en rechazo al proyecto Conga, que implica la destrucción de cuatro lagunas para explotar oro y cobre.

El martes, grupos de manifestantes irrumpieron en las oficinas del proyecto, en la localidad de Celendín, y destruyeron e incendiaron muebles y enseres. La intervención de la policía generó un violento enfrentamiento con el pueblo.

Reynaldo Núñez, director regional de Salud de Cajamarca, dijo en declaraciones a la televisora Canal N, que producto de la represión hubo 20 heridos, entre ellos un policía. Dijo que ocho presentaban heridas de bala, otros ocho diversos cortes, y cuatro contusiones.

El anuncio del gobierno no satisfizo a los dirigentes de la protesta.

«Los campesinos de Cajamarca estamos tremendamente defraudados de Ollanta Humala y realmente lo consideramos un traidor», dijo Milton Sánchez, dirigente popular.

Los campesinos cajamarquinos reclaman a Humala que honre su palabra, pues siendo candidato presidencial les prometió respetar los deseos del pueblo respecto a la minería.

Sin embargo, Humala dijo recientemente que el proyecto Conga es muy importante para el país, y expresó que el gobierno tratará de convencer a los pobladores de que se puede tener una «minería responsable» que no afecte el medio ambiente.

Estaba previsto que Conga iniciara su producción en 2015 y es una extensión de Yanacocha, la mina de oro más grande en América Latina.

El fin de semana, se conoció un informe del ministerio del Medio Ambiente en el que cuestiona el estudio de impacto ambiental del proyecto, afirmando que afectaría irreversiblemente la cabecera de cuenca y desaparecerá ecosistemas.

La protesta que se desató en Cajamarca, además de otros temas, provocaron también la renuncia del viceministro de Gestión Ambiental José de Echave, quien cuestionó que el gobierno carece de una «estrategia adecuada para enfrentar los conflictos sociales».

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