Petroleros manifestaron por el contrato y seguridad

Puerto La Cruz, 6 de diciembre.- De forma pacífica, los trabajadores salieron -con sus bragas de labor- hasta el portón de la Refinería de Pdvsa para exigir respuestas sobre la firma de la nueva convención.

Un rosario de quejas recitaron ayer decenas de trabajadores petroleros frente a los portones de la Refinería de Puerto La Cruz. El retraso en la firma de contrato colectivo y en el pago de beneficios como la tablita (evaluación por desempeño), escaso mantenimiento de las áreas operativas y la inseguridad fueron algunas de las demandas.

El grupo dejó claro que era una “manifestación espontánea”, sin tilde político y sin el amparo de la Federación de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv). “Ellos no nos representan, no defienden nuestros derechos”.

El dirigente de Fedepetrol, Héctor Rincón, explicó que “las burlas” de la federación fueron el detonante de la actividad. “Solo hacen anuncios y no se sientan a discutir el contrato colectivo. También deben la tablita desde 2005-2009, y luego el aumento que ellos acordaron en 2010 con la anterior convención. Los petroleros se sienten burlados, porque nos decían que pagarían las deudas a principios de noviembre y nada (…) A cada trabajador le adeudan Bs 35 diarios”.

Rincón no entiende cómo seis meses antes de que venza el contrato colectivo de la Polar, esa empresa ya está sentada discutiendo el nuevo proyecto, “mientras que los petroleros tenemos que pedir limosnas”.

Según Rincón, si la Futpv aprueba que se cancele la tablita desde 2010, entonces habrá consecuencias, porque “los trabajadores no lo van a aceptar”. Asomó la posibilidad de pedir un referendo revocatorio contra la federación, “hemos sido pacientes, pero esa paciencia se acaba”.

Hay que recordar que Jaime López -directivo de la federación- dijo el pasado fin de semana que el pago de ese beneficio está establecido desde el 20 de febrero de 2010, no antes. Incluso, adelantó que a partir de diciembre, los trabajadores verán un ajuste en sus finanzas y el impacto en su salario.

La mesa negociadora -apuntó López- ya se instaló.

¿Y la seguridad?

El operador de planta, Jesús Girado, tomó el parlante y en medio de los aplausos de sus compañeros, aseguró: “No estamos parando la planta, nuestros compañeros siguen en sus puestos cubriéndonos para que podamos hacer la actividad”.

Aclaró que los gerentes no están haciendo los mantenimientos necesarios, y por eso hay áreas que trabajan apenas al 60% de su capacidad. Fue más allá y ratificó que por las continuas incursiones de vándalos y delincuentes, ven limitados sus recorridos para hacer los chequeos en la planta. No fue el único en señalar este punto.

Los manifestantes dijeron que recientemente cinco sujetos entraron a la refinería y golpearon a un reservista: “La Guardia Nacional salió corriendo”.

El trabajador Juan Guatarama denunció falta de implementos de seguridad, como las mascarillas de escape, y responsabilizó a los gerentes por no dar respuestas. Recordó que por sus propios medios han tenido que auxiliar a accidentados y enviarlos a hacerles los exámenes médicos.