PIB petrolero de 2011 cerró a nivel similar al del año 2002

Lunes 20 de febrero de 2012. Petróleos de Venezuela, convertida en sostén financiero y social del Gobierno nacional, vio pasar otro año de bonanza petrolera sin que ello se reflejara en un incremento en el valor de su producción.

De acuerdo con los datos del Banco Central de Venezuela, el PIB del sector petrolero para el año 2011 cerró con un crecimiento de 0,6% frente al resultado del año 2010.

El valor de la extracción y producción de petróleo y derivados durante el año 2011 fue de 6,59 millardos de bolívares. Esa cifra del año pasado, si bien mejora al Producto Interno Bruto de los años 2009 y 2010, ubica a la actividad en valores similares a las del año 2002, cuando el PIB petrolero fue también de 6,59 millardos de bolívares.

Renta y endeudamiento

El año pasado el precio promedio del barril de la cesta petrolera venezolana fue de 101,06 dólares -el más alto registrado hasta la fecha- un valor 40% superior a los 71,97 dólares del año 2010.

Gracias a esa bonanza, los ingresos de Pdvsa para el ejercicio pasado crecieron 35% hasta 127.877 millones de dólares, lo que indica una correlación muy cercana en el crecimiento del precio de la cesta, y de los ingresos de la estatal.

Ello revela que el crecimiento de los ingresos de Pdvsa se ha sostenido dentro del boom de precios, puesto que la producción prácticamente permanece estancada.

Si bien Venezuela como miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) debe atender cuotas de producción de crudo, la capacidad de producción -factor clave para que el cartel petrolero eleve los topes para cada país productor- no ha crecido ni se ha desarrollado, pese a la actual vigencia del Plan Siembra Petrolera, que tras haberse postergado durante un lustro, se plantea como meta que Venezuela produzca 6 millones de barriles de petróleo para el año 2019.

Y al mismo tiempo en que se ha estancado la producción, Pdvsa se ha endeudado hasta por 34 mil 800 millones de dólares. Solo en el año 2011 esa deuda se incrementó 40%, desde 24 mil 900 millones de dólares.

Según el ministro de Energía y Petróleo y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, la petrolera se encuentra embarcada en un ambicioso proyecto que se costeará con préstamos.

«Estamos en un plan de inversión entre 2013 y 2018 de 236 mil millones de dólares. Nadie asume este plan de inversión de su flujo de caja (…) se piden préstamos y eso es lo que estamos haciendo».

Pero Pdvsa ha asumido los compromisos financieros correspondientes a buena parte de los programas sociales del Estado venezolano, incluyendo la Gran Misión Vivienda, la misión AgroVenezuela, préstamos para las empresas básicas de Guayana, y la subvención del resto de las misiones del Gobierno venezolano.

Todo esto ha resquebrajado las finanzas de Pdvsa y la ha llevado a acumular ayudas y asistencia financiera en entes oficiales como la Oficina Nacional del Tesoro, el Banco Central e instancias de la banca pública como el Banco del Tesoro y el Banco de Venezuela, que recibieron certificados de la petrolera.

Y simultáneamente, las inversiones de la petrolera se redujeron en 2011, pues sumaron 10 mil millones de dólares, menos que los 18 mil 357 millones previstos para el año pasado e incluso menos que los 13 mil 300 reportados para 2010.

Más desde la Faja

La ampliación de la capacidad de producción y la explotación de los bloques de la Faja del Orinoco fue fijada como una prioridad para Pdvsa desde finales de 2010.

A mediados de 2011, la estatal anunció su Proyecto Tricolor, que mediante la inversión de 2 mil millones de dólares en el segundo semestre del año pasado se lograría que los bloques Carabobo, Junín y Ayacucho aportaran 146 mil barriles diarios de crudo adicionales a la producción de la división Faja, para entonces cifrada en 900 mil barriles diarios.

Y aunque no hay una cifra precisa sobre el cierre de producción para 2011 (solo se habla de alrededor de 3 millones de barriles), el PIB petrolero de junio a diciembre de 2011 solo creció 1%, cuando el Proyecto Tricolor previó un alza de 5% en el volumen de extracción en la Faja del Orinoco.