Poema: El Giróscopo

El Giróscopo

Carlos Contramaestre, iniciado necrólogo, creyó;
Ramón Palomares, montuno pajarito de niebla, creyó;
Hugo el Vikingo, con agua delgada en los ojos, creyó;
la ecuación ecuánime del profesor Chela, creyó;
asoleado de asombro el poeta Álvarez creyó;
Douglas con gestualidad de libélula, creyó,
Fruto Vivas, preguntándole de eso, creyó;
Paco Hung, golpe de aire en la tela, creyó;
El Chaparro chaparrito inmolado, creyó,
Emiro Lobo en una lobada de lobo, uuuuuuuu, creyó,
Marvella ojos de miel, creyó,
Luis Alberto a caballo entre Carora y Paris; creyó,
Pablo Antillano, con Sergio y Laura sentado, creyó;
César Chirino, entremezclado y lacustre; creyó;
el catire Hernández que era entonces la promesa, creyó,
Pepe, hermosura de alcohol, creyó;
me dicen incluso que el stalinismo del Chino Valera
no le impidió decir: ahora sí, se acabó esto, coño,
llegó el que era, el que soy ahora, el que será.
Paráfrasis: hace rato el país andaba de bala y se cocinaba
la traición como un nuevo episodio de Macondo en Miraflores.
Mérida singaba de pinga en la universidad;
Maracaibo pasaba por Cabimas Zamuro;
no era poco el que se le quemaran las manos a Betancourt,
los barbudos habían bajado de Sierra Maestra con Fidel y el Ché,
el miedo fue sembrado en nuestras casas como el arroz que faltaba.
Coro sólo era esas viejas que rezaban en Catedral en misa de seis
para que la guerrilla le devolviera a sus muchachos.
En el año moribundo de la cincuentena del XXI ya fenecido
yo había nacido pero aun no abría los ojos.
Todos creyeron, menos los académicos y los curas.

-Señores, la triangulización inversa sucede, la ciencia está al revés.
El trompo común resume el cosmos. En la naturaleza todo está hecho
básicamente con trompos. El electrón es un minúsculo trompo
que gira en torno a un eje mientras realiza su vuelo orbital alrededor
del núcleo; gira la luna sobre sí misma al desplazarse alrededor de la tierra
y ésta lo hace al girar alrededor del sol. Hablamos frecuentemente
de los puntos cardinales del cielo y olvidamos que nuestro norte
geográfico, actualmente, señala la dirección a la cual apunta su eje
de giro la inmensa nave-trompo cósmica que hemos estado tripulando
desde hace centenares de miles de años por millones y millones de kilómetros
en un viaje infinito a través del vacío cósmico como lo hace el pequeño
trompo de juguete por la atracción gravitacional de la tierra, gran parte
de los soles pudieran tener planetas que son todos giróscopos y que,
desde luego, deben estar apuntando, como nuestra tierra,
hacia alguna dirección fija del universo- dijo Ibrahim.

Todos quedaron estupefactos entre serios y festivos de la Otra Banda;
el Techo se venía encima, el triangulo del eco: LUZ, ULA y la UCV.

-He ideado una nave única de planta circular, hecha de cúpulas
de gran rigidez y poco peso que sirve de fuselaje, rodeada de elementos
alares concentrados en la periferia de éste, que le dan a la nave
la conducta de un trompo o giróscopo estable, que es al mismo tiempo
un submarino, una nave oceánica de superficie, un avión y un helicóptero
óptimos. Un submarino-avión con simetría de plano vertical radial cuyo
techo es una enorme ala redonda que puede volar en cualquier dirección
relativa a él -adelante, atrás y lateralmente en cualquier ángulo-; que es
además un helicóptero tres veces más potente, para igual superficie de alas
rotatorias, igual diámetro hasta el extremo de ellas e igual velocidad angular,
y de un mismo peso-.

Aquella armazón dinámica con imanes alrededor que a velocidad
centrífuga no se rozaban nada tenía que ver con la era novus en que se
distrajeron los epígonos de Jung; nada que ver con la superstición
porque el milagro es otra cosa y será siempre un no sé qué;
estaba todo resuelto matemáticamente la cuestión era que volara;
las veces que lo probó en el raudo viento de la Península cada una fue
distinta; que suene el pito enorme de la ignorancia no me aterra, dijo;
por esos días Ibrahim hijo ponía en las manos del poeta Álvarez
Pasaporte a Magonia y el Libro de los Condenados; cada una de las fases
por donde iba pasando lo iban acercando al motor, ahí estaba el quid;
la cuestión no es simplemente la desintegración del quartz como prueba
la cuantica, como Benítez, el J.J que le metió un caballo a Troya en la boca;
ah no la inversión del genio aquel ávida dollar que se llamó Salvador; no,
no lo voy a servir a la CIA ni a la KGB; ah Ibrahim no ostentaba de nada;
ahora que tengo el olivo en el paladar no me lo voy a tragar, alguien lo
llevará esta vez al último lugar del planeta que sigue vivo adelante
en el tiempo que aun no he vivido porque ha llegado la era sin motor;
no me voy a preocupar por saber si será esa la solución contra el pecado
original, ni saber si servirá contra el pienso luego existo conque Descartes
pretendió llenar el vacío, sin preguntarme por qué esa cara de bobo bien
administrada de ese Bill Gates que nos atonta digital, servirá contra
la relatividad que se hizo ley de la fisión y soltó los canes de la explosión,
¿recuerdas Hiroshima?, contra la guerra por los siglos de los siglos
en el amen de la cultura y la energía, contra los bosques inmisericordemente
arrasados por la cordura industrial, es decir con el mismísimo infierno que
vino a quedarse entre nosotros en la tierra bien lejos del purgatorio y bien
cerca del paraíso por si no alcanzaba la oferta y demanda de la religión
en que creyó el florentino que se llamó Dante

Perdóneme maestro, así que el barquito de papel que Rimbaud puso
en su verso es puro chiste ante esto que vuela en toda dirección,
dijo un poseso., fumado evidentemente, en los pasillos de la universidad.
-El giróscopo tiene la misma conducta de nuestro planeta en el cosmos,
en el vacío ella podría ser utilizada como una brújula giroscópica,
apuntando a alguna dirección guía. En la luna podría con mayores razones
posarse en cualquier punto, utilizando sólo la punta de su eje de rotación,
ya que tiene estabilidad giroscópica y como giróscopo que es, almacena
energía dinámica. Una vez en movimiento sólo habrá de vencer el arrastre,
no como momento, sino como fuerza directa. Nos acostumbramos tanto
al avión que olvidamos que fue el pájaro quien nos enseñó a volar-.

No hay desperdicio de energía, no quema combustible
ni siembra muerte como la falsa panacea del ethanol;
flota como burbuja en el espacio sideral;
digamos que su velocidad es mayor a la velocidad de su diámetro,
como la elipsis es lo mismo al cuadrado de la escala,
la velocidad de su potencia entre más grande menos entropía;
ya ni se lo que escucho y menos lo que digo, está en los números
que no mienten y hablan solos por sí mismos; no mas tesis,
no más dialéctica que la sustitución del motor anular por el axial
y nos habremos liberado para siempre y todo volverá a ser como la
gota de leche que cayó del cielo el primer día de la creación y en
pedazos el universo voló a constituirse en materia y pudo
volar rasante por sobre la arena y el lugar, en lo más adentro del alma
clarividente de quien lo hizo volar frente a nosotros.

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