“Por primera vez el Gobierno está consciente de que puede perder las elecciones”

Jueves, 22 de Marzo de 2012 (Foto cortesía deslinde2011.blogspot.com).- Miguel Ángel Hernández, vocero del partido Socialismo y Libertad, advierte que el Gobierno venezolano quiere ponerle una camisa de fuerza a los sindicatos. Por ello, entre otras cosas, deduce que a Hugo Chávez le queda poco en la Presidencia. La marcha laboral del sábado le dejó un sabor agridulce. A pesar de lo “representativo” del acto por la “alta participación” de trabajadores, Miguel Ángel Hernández lamenta que las peticiones del grupo no hayan sido recibidas.

Jueves, 22 de Marzo de 2012 (Foto cortesía deslinde2011.blogspot.com).- Miguel Ángel Hernández, vocero del partido Socialismo y Libertad, advierte que el Gobierno venezolano quiere ponerle una camisa de fuerza a los sindicatos. Por ello, entre otras cosas, deduce que a Hugo Chávez le queda poco en la Presidencia. La marcha laboral del sábado le dejó un sabor agridulce. A pesar de lo “representativo” del acto por la “alta participación” de trabajadores, Miguel Ángel Hernández lamenta que las peticiones del grupo no hayan sido recibidas.

No le importa mucho que les hayan cerrado el paso hasta la Asamblea Nacional. A eso ya están acostumbrados. Lo que sí lo decepcionó fue que ni el oficialismo ni la oposición los haya atendido en sus requerimientos. “Esos lo que están es pendientes de su campaña política”, asegura, destacando el protagonismo que tienen los trabajadores en este tipo de luchas.

Por eso marchó este sábado. Por eso rechaza una ley del trabajo vía habilitante; y por eso es que no se identifica con ninguna tolda que no sea la del partido Socialismo y Libertad.

Nacido de las cenizas de la Unidad Socialista de Izquierda, la reciente organización política se encuentra en proceso de legalización. Hernández, como su secretario general y jefe del Departamento de Estudios Latinoamericanos de la escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela (UCV) analiza la situación de los trabajadores en un país subordinado a una coyuntura política.

– ¿Por qué esperar hasta ahora para emitir una ley que tiene 13 años en mora legislativa?

– Nosotros creemos que es una razón meramente electoral en un contexto de gran crisis política, de una gran conflictividad social, como los muestran los datos de la conflictividad social de Provea, y de un gran desgaste del Gobierno. El Gobierno viene de un proceso de desgaste, de agotamiento que se complica aún más con la situación de salud de Chávez, que pone en el tapete, por primera vez en más de diez años, la posibilidad cierta de que el gobierno sea derrotado. Producto de esa situación es que el Presidente se da cuenta de que hay una mora legislativa con la ley del trabajo y decide reformarla a través de la ley habilitante.

– ¿Qué opina de que esta ley se quiera reformar por esta vía y no en el seno legislativo, donde sería más lógico discutirla?

– Nosotros estamos en desacuerdo con eso. El gran problema es que la ley no se está discutiendo; ya tenemos conocimiento extraoficial de que el borrador de una propuesta de ley está completamente elaborado. No se conoce, no se ha sometido a la discusión de los trabajadores, se va a aprobar de manera unilateral e inconsulta y nosotros rechazamos ese método. Creemos que la discusión tiene que ser a través de una constituyente nacional sindical, donde los trabajadores discutan y hagan las propuestas que sean pertinentes para avanzar en el desarrollo de los derechos laborales.

– Pero el Gobierno activó una comisión presidencial que se está encargando de recoger las impresiones de los trabajadores y el resto de la sociedad para incluirlas en la ley.

– Es que, precisamente, una comisión presidencial es una comisión patronal porque uno ve cómo está integrada. El principal patrón del país es el Presidente Chávez, y es el que está conduciendo, a través de la habilitante y de esta comisión, un proceso que debería ser conducido y discutido por los trabajadores de manera democrática. Se supone que estamos en una democracia participativa y protagónica, pero el mismo gobierno violenta esa característica que está establecida en la Constitución, para aprobar de manera inconsulta la ley más importante del país después de la Constitución Nacional.

GRIETAS EN LA BASE

– ¿Qué lectura puede hacerse de la situación de los 45 colectivos de base de Guayana, que aun siendo críticos de la gestión del Gobierno en las empresas básicas, todavía se mantienen firmes en su apoyo?

– Yo creo muy positivamente en este comunicado, porque eso refleja el gran descontento y la crisis que hay en el seno de la base chavista, con un gobierno que se dice ‘socialista y obrerista’ de la boca para afuera, pero que en la práctica es todo lo contrario. Este gobierno ha venido criminalizando la protesta, no discutiendo los contratos colectivos, pasándole por encima a la autonomía de los sindicatos, violando la libertad sindical, violando descaradamente los derechos de los trabajadores al estigmatizarlos desde el punto de vista ideológico y político. Esa reacción de esos colectivos representa ese desgaste, ese agotamiento del Gobierno nacional y la crisis que hay en la base social popular del chavismo, que creyó que iba a haber cambios profundos con este Gobierno, cosa que no ha sucedido.

Lo otro que nosotros decimos es que es cuestión de tiempo, de que los sectores honestos de la base del PSUV, que los activistas populares y sindicales comiencen a reaccionar y a darse cuenta de que este gobierno es su principal enemigo y que no tiene nada que ver con el socialismo. Si bien hoy muchos de los que firman ahí, tarde o temprano van a darse cuenta de que el jefe, el patrono que ordena todas estas acciones anti populares es el mismo presidente Chávez.

– ¿Cree usted que este descontento de los trabajadores pudiera traducirse en un voto castigo en las elecciones presidenciales del 7 de octubre?

– Sin duda. Yo creo que de alguna manera eso se reflejó en las elecciones primarias. Las primarias reflejan un pase de factura contra un gobierno anti popular, anti obrero, que criminaliza la protesta, y eso podría producirse el 7 de octubre. Todavía es difícil saber cuál es la situación exacta. Hay una situación muy confusa aún, pero por primera vez el Gobierno está consciente de que puede perder las elecciones; por eso llevan toda una política populista de venta de bienes con el programa Mi casa bien equipada, venta de vehículos iraníes… tratando de recuperar todo el apoyo que tuvo el presidente Chávez.

– ¿Qué se puede esperar de esta nueva Ley Orgánica del Trabajo?

– No esperamos nada bueno. No conocemos el proyecto, pero sí conocemos el gobierno. Tenemos la experiencia y por eso no creemos que este gobierno vaya a aprobar una ley que beneficie a los trabajadores. Nosotros creemos que el objetivo del gobierno con esta ley, aparte de lo electoral, es ponerle una camisa de fuerza al movimiento sindical para maniatarlo, para controlarlo. Lo que quieren es institucionalizar lo que han venido haciendo todos estos años.

rsiverio@correodelcaroni.com

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