¿Qué pasa en Cuba?

Por Laclase.info 

Reproducimos la desgrabación corregida de la charla virtual sobre Cuba que se llevó a cabo el pasado 27 de julio de 2021, impartida por Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista, de Argentina, y de la UIT-CI.

Las protestas del pueblo cubano del 11 de julio han abierto el debate sobre qué pasa en Cuba, cuál es el origen de las protestas y si son genuinas o no. A veces se crea confusión porque sigue existiendo el recuerdo de la Cuba revolucionaria de los 60, la Cuba del Che Guevara. Entonces trataremos de aclarar todo esto en este nuevo intercambio, que es un intercambio entre los que siempre defendimos a Cuba del imperialismo y repudiamos el bloqueo yanky. Pero también es un intercambio entre los que siempre desde la izquierda trotskista hemos rechazado al gobierno autoritario y burocrático del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Según el gobierno cubano, y en palabras de su presidente Díaz Canel, las protestas fueron “financiadas por Estados Unidos” y hace pocos días en La Habana dijo que sería producto “de un terrorismo mediático”. Nosotros categóricamente decimos que esto no es cierto. Se tratan de protestas genuinas. El pueblo cubano salió a la calle porque no aguanta más la miseria, no aguanta más el grave deterioro de su nivel de vida, la falta de medicamentos y la falta de derechos para protestar. Desde ya que el imperialismo norteamericano y los sectores de la derecha cubana pro Miami, quieren utilizar estas protestas a su favor, cosa que repudiamos desde el primer momento. Pero la gente reclama por comida y por sus bajos salarios.

El gobierno cubano y sus aliados dicen que la culpa de todo es por el bloqueo norteamericano. Desde ya que el bloqueo continúa y tiene su parte de responsabilidad de la crisis social de Cuba, pero tampoco es cierto que el bloqueo yanqui sea la causa única de los problemas. Esgrimiendo lo del bloqueo, la burocracia del gobierno del PCC siempre ha escondido la realidad de Cuba. La causa central para nosotros de la crisis social y de las protestas está en que hace más de 20 años el castrismo fue abriendo Cuba a la inversión privada extranjera, en especial a las multinacionales de la UE, de Canadá, del Reino Unido y de otros países. Y de esta forma se ha ido restaurando el capitalismo en Cuba, que nosotros decimos “capitalismo a la cubana”. Y que ha traído todas las nefastas consecuencias de la entrada del capitalismo en Cuba. Y por eso ha crecido la desigualdad social, han aparecido los nuevos ricos, junto con la burocracia del PCC y los militares que siempre han vivido con privilegios y en barrios cerrados. Meses atrás, por ejemplo, hubo una indignación popular en Cuba al ver a Tony Castro, uno de los nietos de Fidel Castro, manejando un auto de lujo BMW, mientras los trabajadores y trabajadoras cubanas llevan 25 años cobrando salarios entre 10 y 20 dólares mensuales, sin derecho a protestar con el argumento del bloqueo y de una posible invasión imperialista.

El pueblo cubano no tiene derecho a hacer una huelga ni a elegir libremente a sus dirigentes políticos y sindicales. La verdad en Cuba es otra y esto es lo que esconde el castrismo y sus aliados de la izquierda reformista en todo el mundo. El PCC ha seguido el camino del PC de China y desde hace más de 20 años, hay una apertura a la inversión extranjera que es lo que ha ido liquidando, paulatinamente, lo que quedaba de las viejas conquistas socialistas. En Cuba funcionan las empresas mixtas en casi todos los terrenos. Y los hechos son contundentes.

El turismo es uno de los centros económicos de Cuba. En turismo están las multinacionales españolas Meliá, el grupo Barceló, el 48% de las habitaciones son administradas por multinacionales. En la explotación del níquel, existe una empresa mixta con la multinacional canadiense Sherritt. En la industria del tabaco, en especial en habanos, que es otra de las grandes producciones de Cuba, funciona la sociedad mixta Habanos SA, con el grupo inglés Tabaco Group, que tiene el 80% del mercado mundial de los puros. Havana Club, el famoso ron cubano, es una empresa mixta con la francesa Ricard Pernod, dueña de Chivas Regal. La cerveza cubana más popular de Cuba, Bucanero la produce una empresa mixta con la canadiense CervuCo. En construcción, para la sorpresa quizás de muchos, actúan capitales israelíes del grupo BM, del cual es propietario un ex jefe del Mossad. Esto que decimos se puede corroborar buscando en Google. Esta empresa israelí BM, construyó el Miramar Trader Center, el principal centro de negocios de La Habana. Este mismo grupo desde el año 1992 controla el 68% de la comercialización de la industria citrícola de Cuba.

Se calcula que hay 280 empresas multinacionales extranjeras de 48 países. Por eso nosotros decimos que el bloqueo se mantiene y lo repudiamos, pero no es el mismo bloqueo originario. Es parcial y con EEUU, pero no existe bloqueo con la Unión Europea, con Canadá, con los países capitalistas de Latinoamérica, con China, etc. Y estas empresas mixtas, que trabajan para las multinacionales en todos los rubros que estamos señalando, se basan en que hay trabajadoras y trabajadores cubanos que llevan años con sueldos de 10 a 20 dólares. Mientras se reparten las ganancias de esa explotación las multinacionales y la burocracia del PCC y los militares asociados con las multinacionales del turismo. La empresa que centraliza los acuerdos de turismo la manejan los militares y su nombre es Gaviota S.A.

Es en este marco en que se produce el estallido el 11 de julio, porque el gobierno cubano respondió a la crisis global del capitalismo, que la definimos como una de las crisis más grandes de la historia que se agudizó con la pandemia del covid19, con un plan de ajuste. O sea, de la misma manera que todos los gobiernos capitalistas, Y esto es importante, es parte de la realidad que no se quiere reconocer y que se quiere tapar.

Esas medidas de ajuste se lanzaron el 1 de enero de 2021 y el gobierno de Díaz Canel lo llamó “Tarea de Ordenamiento”. ¿Qué objetivo tiene este plan de Tarea de Ordenamiento?, explícitamente Díaz Canel y el propio Raúl Castro que todavía estaba en la jefatura del PCC, que se retiró hace unos meses, explicaron que era para “alentar la inversión privada extranjera” para dinamizar la producción. Es lo mismo o semejante a lo que escuchamos de otros gobiernos capitalistas. Los gobiernos dicen que necesitamos inversiones y para tener inversiones necesitamos ajustar un poquito las cuentas. Y para ello el gobierno cubano volvió a atacar el ya miserable salario, que si no es único, es de los pocos en el planeta donde un trabajador o trabajadora gana 20 o 30 dólares.

Entonces unificaron las dos monedas que existían, y en apariencia dieron un aumento de salario mensual, que pasó de 20 dólares a 87 dólares, que sigue siendo récord probablemente mundial de salario miserable, para trabajar para las multinacionales de las empresas mixtas. Mientras quitaban los antiguos subsidios y liberaban los precios y las tarifas de los alimentos, del gas, de la luz, del transporte. Lo cual desató, por un lado, un proceso inflacionario y, por otro, una devaluación del dólar que estaba en enero a 24 pesos cubanos y hoy día está en 60/70 pesos en el mercado paralelo.

Esto provocó escasez y un tremendo mercado negro y un gran desabastecimiento para el pueblo trabajador que tiene poca plata para consumir. Hay colas de horas para conseguir pan, harina, arroz. Pero esto no fue igual para todos.

Porque por otro lado el gobierno cubano ratificó la existencia de las tiendas que se llaman MLC (Mercado de Libre Convertibilidad), donde allí se vende de todo, productos alimenticios, de aseo, pero en dólares. ¿Quién va a comprar a estas tiendas o mercados? Los adinerados, los funcionarios del gobierno, los militares, los burócratas del PCC y los nuevos ricos. En Cuba no hay ninguna igualdad, hay una gran desigualdad, por eso la gente salió a las calles, porque no aguantaba más.

Porque, por un lado, se dijo que se anulaba y se iba a una sola moneda, pero el resultado es que hay dos monedas. Antes había dos monedas, el peso cubano y el CUC (peso cubano convertible) que tenía valor un dólar. El pueblo cubano se manejaba con el peso, y los turistas, los funcionarios y los nuevos ricos con el CUC. Ahora sucede que directamente el gobierno de Diaz Canel termina dolarizando la economía, Así permiten, que los que tienen dólares vayan a comprar a las tiendas MLC. Allí no hay escasez. En las tiendas para ricos se consiguen los pollos o el arroz que no consigue el pueblo.

De los 11 millones de habitantes del pueblo cubano hay una selecta minoría que sí puede consumir porque hay tiendas de ricos y tiendas de pobres. Esa es la realidad, por eso entre los reclamos de la protesta popular estaba que se terminen esas tiendas de libre convertibilidad.

Como socialistas revolucionarios, desde la UIT-CI, apoyamos estas protestas del pueblo cubano, sin lugar a dudas. Sabemos que sectores de la derecha pro Miami, las quieren usar, y que el imperialismo y los sectores pro yankis del mundo también quieren usarlas a su favor y también para desprestigiar al socialismo, propagandizando que hambre y represión es socialismo.

Los verdaderos socialistas repudiamos, una vez más, el bloqueo norteamericano y sus sanciones económicas, como todo el accionar de la derecha cubana. Pero no por eso podemos respaldar ni justificar al gobierno cubano de Díaz Canel y el PCC y su represión. Ni tampoco podemos aceptar que eso es socialismo.

Pese a las confusiones, que lógicamente existen frente a lo que sucede en Cuba, como socialistas no podemos dejar de apoyar la lucha del pueblo cubano por sus reivindicaciones sociales y democráticas.

Como tampoco podemos dejar de decir que en Cuba no hay socialismo. Hay un gobierno que tiene un doble discurso. que usa las viejas banderas de la revolución cubana para pactar con las multinacionales y para seguir enriqueciendo a nuevos ricos cubanos y para sostener los viejos privilegios de la burocracia gobernante del PCC y de las Fuerzas Armadas.
Esa es la realidad, por eso apoyamos las movilizaciones y repudiamos la represión del gobierno de Díaz Canel. Como también denunciamos el accionar imperialista y a la derecha de Miami. Apoyamos esa lucha en la perspectiva de terminar con ese gobierno de partido único para lograr un gobierno de la clase trabajadora y del pueblo cubano. Esa es la perspectiva para nuestra corriente trotskista organizada en la UIT-CI y sus secciones.

Las protestas han logrado un triunfo parcial. Ya que el gobierno, pese a decir que todo era montado por supuesto dinero estadounidense, tuvo que aceptar que “hubo errores” y permitir, por ejemplo, que todos los viajeros que llegan a Cuba puedan entrar alimentos, elementos de aseo, medicamentos, sin límites y sin cobrar impuestos. Lo que era también un reclamo de la movilización popular. Porque hasta ahora tenía límites y cobraban altos impuestos. Esta medida, esta concesión, puede parecer muy poco, sin embargo, para la realidad cubana era un reclamo popular.

Es una medida que solo alivia a quien tenga un familiar que pueda viajar desde los EEUU, México, Venezuela o de otro país para que le alcancen esos productos. No es una solución de fondo.

Por eso seguiremos apoyando toda lucha para terminar con el bloqueo yanqui y sus sanciones, pero también para terminar con los ajustes al pueblo y la represión del gobierno cubano. Apoyamos la lucha del pueblo cubano por un salario digno para toda trabajadora, trabajador o campesino. La lucha porque se terminen los salarios de privilegios de todos los miembros y funcionarios del gobierno y de los militares ya que ni ahora ni hace 30 años se vio a los grandes jerarcas del PCC haciendo una cola para conseguir pan o arroz. Que se terminen las tiendas para ricos en dólares y las tiendas para pobres en pesos cubanos.

La movilización tiene que seguir, pero también para terminar con las empresas mixtas en Cuba. Terminar con las empresas capitalistas, sean mixtas o no. Para que haya un plan económico nacional, consultado con la clase trabajadora, con los productores rurales, para lanzar un plan de producción que termine con la escasez y con la importación del 80% de lo que consume el pueblo cubano.

Por el pleno derecho a protestas, a hacer huelgas, a tener sindicatos y centro de estudiantes independientes. Que los artistas tengan derecho a expresarse libremente. Nos sumamos al reclamo por la libertad de los presos por protestar. En la perspectiva de lograr en Cuba un verdadero socialismo con democracia obrera y popular.

Desde la UIT-CI alentamos la construcción de una nueva dirección socialista revolucionaria. Y consideramos que ello es posible y puede surgir al calor de esta lucha popular, de esta resistencia diversa que está llevando adelante el pueblo cubano. En especial desde la juventud que reclama de todas formas. En estas protestas se ha visualizado que hay sectores de la juventud que reivindican el socialismo, que participan de las protestas desde una perspectiva de izquierda independiente. Como el caso del profesor marxista Frank García Hernández, que es parte del blog Comunistas y organizó un evento por Trotsky en La Habana en 2019, o Maykel González Viveros y otros que fueron detenidos en la protesta del 11 de julio y luego liberados. Como ellos hay otros honestos luchadores que han ido a las marchas incluso con la consigna “socialismo no es represión”.

En ese proceso es que desde la UIT-CI y nuestras secciones, confiamos en que en el futuro se siga desarrollando esta lucha y se retome así la bandera del Che Guevara y de la revolución socialista de 1959. A eso aspiramos.

Preguntas y respuestas de Miguel Sorans, en su charla sobre Cuba

¿Qué opinas de la canción y de la consigna “Patria y vida”?

La consigna “Patria y vida” nosotros no la apoyamos. No es nuestra consigna, sino que es una consigna que impulsa la derecha cubana y lamentablemente se ha hecho popular en Cuba. Hay que reconocer que parte de la protesta cantaba o gritaba esa consigna, pero fruto de la gran confusión que ha generado la distorsión de tantos años de gobierno autoritario y hambreador del PC cubano. Es la canción del rapero Yaguel Romero, pero surge por el odio a esta burocracia y a esta represión, en contra de la vieja consigna “Patria o muerte”, que en su momento fue revolucionaria. Fue una de las grandes consignas cuando se enfrentó al imperialismo en Bahía de Cochinos en 1961. Cuando el imperialismo realmente intentó una invasión y fue derrotado por el pueblo cubano, con la solidaridad de los pueblos de América latina y de todo el mundo. Entonces esa consigna tenía el valor de la Cuba revolucionaria, “patria o muerte, derrotar al imperialismo”. Pero todo eso a través de los años fue siendo una frase hueca. La gente ya notó que el gobierno y sus agentes usan esa consigna para imponer: no al reclamo, no a la protesta, no a cantar la canción que quiera, no a usar internet y no a vivir dignamente. De ahí surge, lamentablemente, esa confusión.

Surgió también del movimiento de artistas que hubo a fin del año 2020, el Movimiento San Isidro, que también es un movimiento que tiene mucho peso de un sector de artistas, que en la desesperación se vuelca a una falsa esperanza de que el imperialismo le pueda solucionar los problemas. Pero fue un movimiento genuino contra la censura, que nació con la prisión de un rapero, porque al gobierno cubano no le gustan los raperos que canten cosas contra ellos. Y ese movimiento, por primera vez, tuvo el apoyo de sectores culturales y de artistas que no están con Miami, no están con el imperialismo y la derecha. Entre ellos se hizo presente unos de los actores más conocidos de Cuba, Jorge Perugorria, que es el actor de la famosa película Fresa y Chocolate. Incluso el cantautor Silvio Rodríguez, que es miembro del PCC, tuvo que decir que se debía dialogar con los artistas. Porque lo que pedía ese movimiento o parte de los artistas, era una mesa de diálogo por sus reclamos.

¿Qué pasa con el bloqueo norteamericano?

Esta pregunta del bloqueo es importante para profundizar un poco. Como decía al principio, el bloqueo se mantiene y afecta al pueblo cubano desde hace décadas. Desde la UIT-CI lo seguimos denunciando y repudiando. Internacionalmente seguimos llamando a movilizarse para que se termine el embargo yanqui.

Entonces esta primera definición es muy importante. La segunda definición es que históricamente fracasó el bloqueo imperialista. Algunos sectores de izquierda nos han criticado que digamos esto de que fracasó. Esto no es sinónimo que decir no hay más bloqueo o embargo. No, bloqueo hay, pero no es el mismo.

Negar que fracasó es desconocer la realidad y los logros de la histórica resistencia del pueblo cubano. Porque el objetivo del bloqueo, que instaló John Fitzgerald Kennedy en 1962, después de haber fracasado en la invasión militar en Bahía de Cochinos, era terminar con la revolución socialista, terminar con la Cuba socialista revolucionaria en esos primeros años. Por eso el bloqueo no era sólo de EE.UU. El imperialismo yanky dio la directiva que todo país capitalista debía bloquear a Cuba. Para terminar con Cuba socialista y recuperar el poder para la burguesía, para imponer un gobierno títere pronorteamericano. Y eso no ocurrió luego de 60 años. En ese sentido el bloqueo fracasó. Fue un triunfo del pueblo cubano que resistió, y fue un triunfo también de los pueblos del mundo que apoyaron a Cuba.

Desde hace más de 25 años la mayor parte de los gobiernos del mundo tiene relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba. Lamentablemente la burocracia gobernante del PCC usó esa apertura de una forma negativa, para conceder la entrada del capital privado multinacional canadiense, italiano, español, francés, israelí, inglés, brasilero o argentino, ofreciendo salarios de 15-20 dólares.

Entonces hay un bloqueo, pero ya no es el mismo. A su vez, el bloqueo con EEUU también está limitado, porque se ha permitido y existe, por ejemplo, intercambio comercial de alimentos. Esto desde la izquierda no lo podemos negar ni esconder. Para sorpresa de muchos, desde hace muchos años, en vida del mismo Fidel Castro, el principal abastecedor de alimentos fue y es los EEUU. El 80% de la carne y el pollo que se consume en Cuba viene de los EEUU.

Esa es la realidad. Este año según el informe que hay tanto de Cuba como de EEUU, aumentó el 40% la entrada de alimentos de EEUU. Entonces hay bloqueo, pero es muy relativo, y está muy lejos de aquello que se propuso en 1962 el imperialismo yanqui.

Las cosas son muy contradictorias, muy confusas. El gobierno cubano hace discursos contra el bloqueo, y lo pone como la gran causa de las dificultades y penurias, como parte de sus mentiras y doble discurso. Y podemos decir más, Obama, que viajó a La Habana en marzo del 2016, había pactado con la dirección cubana que empezaban las inversiones, se iba a trasladar una fábrica de tractores totalmente yanky (la compañía, Cleber LLC). También Obama había iniciado acuerdos para que entraran inversiones yanquis en turismo. Porque hay todo un sector de la burguesía norteamericana, en especial la del turismo, de los cruceros y navieros, que dicen basta de embargo ya que llevan años perdiendo negocios ante las multinacionales españolas, canadienses o inglesas.

Por eso Obama ya había pactado que la cadena Marriot, que es la dueña del Sheraton, instalara un primer hotel en La Habana. Pero al subir Trump no le extendió el permiso y Marriot, se tuvo que retirar.

A veces se confunde como que la entrada de inversiones norteamericanas serían una gran “ayuda” a la economía cubana. Es el PCC y el gobierno de Díaz Canel los que crean esa confusión. Pero no es así. Nosotros creemos que, desde el punto de vista de los socialistas y de la izquierda, las inversiones norteamericanas o de las multinacionales no son la solución para el pueblo trabajador cubano, ni para el argentino, venezolano o brasilero. Es mayor dependencia y explotación.

Por eso tenemos que decir cuál es la realidad, el embargo existe pero es parcial y no es la causa fundamental de la actual crisis social. Muchos esperaban, entre ellos, el gobierno cubano, que Biden cambiara las medidas de Trump hacia Cuba y volviera a la apertura iniciada por Obama, siendo Biden su vicepresidente. La razón por la cual Biden no levanta las restricciones de Trump y el mismo embargo, es más política que económica. Las dudas de Biden y los demócratas tienen que ver con el problema político que le presenta el electorado cubano en Florida. Y esa ha sido la razón política por la cual los gobiernos de EE.UU. no han terminado nunca de levantar el embargo, por el temor a perder votos en La Florida. En especial los demócratas que pierden en ese distrito por el gran peso del exilio cubano.

Entonces la permanencia del bloqueo tiene más un elemento político electoral interno que económico, porque gran parte del sector del empresariado de los EEUU lo rechaza hace muchos años. El NY Times ha escrito que es necesario que se levante. Empezando con que el agrobusiness yanki, que son los más importantes del mundo, ya hace rato que están vendiéndole productos a Cuba. Pero también quieren entrar, por ejemplo, en el turismo, quieren entrar las navieras, los cruceros y los ferrys.

¿Cuáles son esas restricciones del bloqueo?

Las que más están afectando son las que impuso Trump. Hay dos medidas muy fuertes, una que afecta mucho al pueblo cubano, el cierre de envío de remesas en dólares a Cuba. Envíos que se hacían a través de la multinacional norteamericana Western Union (WU). Esto sólo ya muestra las contradicciones y limitaciones del bloqueo yanky.

Llegó a haber hasta el 2020, 400 oficinas de WU a lo largo de toda Cuba. Que se cerraron ante la medida de Trump. ¿Por qué la burocracia del PC cubano había pactado con Western Union? Porque por esa vía aliviaba parcialmente los salarios de miseria que existen en la isla, permitiendo que los familiares o amigos les manden dólares desde Estados Unidos, México o Europa. Con eso un sector del pueblo empobrecido se defendía, porque si estamos diciendo que ganaban hace 25 años entre 10 y 20 dólares, que lleguen 100 o 150 dólares para un cubano o una cubana de a pie, es mucho. Trump cortó todo esto y esto si provocó un gran problema para los bolsillos del pueblo cubano.

La otra medida tenía que ver con la apertura de Obama, que había pactado con Raúl Castro que se iba a abrir el libre turismo y viajes sin restricciones a EEUU a Cuba. Entonces se iban a abrir, por ejemplo, los ferrys entre Miami y La Habana, que es un viaje más masivo, directo y más barato que en avión. Esencialmente sectores empresariales de los ferrys y los cruceros se fregaban las manos para este negocio y Trump los cortó. Entonces esto golpeó lógicamente a la economía cubana.

¿Cuál es la postura de la iglesia en Cuba?

Sobre las protestas dijo poco y nada. Los obispos sacaron una sola declaración, por eso nadie ha podido leer en los diarios qué dijo la Iglesia cubana. Llamaron “a la paz”, a la “no violencia”. La frase textual fue “No violencia, horas inciertas, llamar al dialogo para para no profundizar los problemas”. Y llamaba a las familias a luchar por su bienestar, o sea la misma línea que el gobierno cubano que es que cada uno se arregle como pueda. Si alguno tiene un familiar que pueda acercarle algo, perfecto.

La iglesia apoya al gobierno cubano hace mucho. Empezando porque desde el Vaticano hace años dice, como tantos países imperialistas o como la mayor parte de los países del planeta, está contra el bloqueo. Los únicos que votan a favor son EEUU e Israel.

La iglesia tiene muchos acuerdos. De hecho, es el único partido político que tiene libertad para actuar. Tiene una revista que se llama Espacio Laical y se reúnen libremente.

Desde hace años los acuerdos se han ido profundizando. Cuando en el año 2012, viajó a Cuba el papa Joseph Ratzinger, uno de los papas más conservadores y reaccionarios, fue recibido por Fidel y Raúl Castro. A partir de su visita no sólo repusieron el feriado de Semana Santa, sino que en Cuba la Iglesia pueda dar enseñanza primaria, secundaria y universitaria. Con lo cual se empezó a romper la conquista de la educación única estatal. En síntesis, la Iglesia no apoyó la protesta.

¿Existen ya leyes capitalistas en Cuba?

Si, efectivamente hay normas capitalistas en Cuba, legales. Desde 1991, por ejemplo, el 4to congreso del PCC abandonó el monopolio estatal del comercio exterior, que es una de las medidas que tiene que ver con la planificación centralizada que caracteriza una economía no capitalista o socialista. Eso fue después ratificado en una reforma en la constitución, se autorizó a las empresas estatales y luego a las estatales mixtas, a exportar o importar por su propia cuenta contra el antiguo plan centralizado. Eso se ratificó en la constitución del 92’.

Después está la famosa ley 77 de inversiones extranjeras de 1995 que incluye, no sólo a las inversiones privadas, sino que especifica que se garantiza que nunca van a ser expropiadas, punto uno, y punto dos, libre envío de remesas, o sea libre envío de sus ganancias al exterior. Y en 2018 se reformó la constitución, donde antes decía que era un país y una economía exclusivamente socialista…. se agregó este párrafo, “se reconoce el papel del mercado y nuevas formas de propiedad, entre ellas la privada”. Esto es textual.

¿Hubo realmente una economía planificada en la producción?

En la primera etapa de la Cuba revolucionaria si hubo una planificación central, y más en los primeros planes cuando el Che Guevara fue ministro de Industria. Todo ese plan se hizo a partir de la expropiación de las multinacionales norteamericanas como de la burguesía cubana, por eso hoy día todavía hay reclamos del famoso Bacardí, gran patrón cubano del ron. Entonces a partir de la expropiación y la reforma agraria, se trabajó con un plan nacional.
Justamente esa planificación de la economía y la expropiación de los capitalistas, significó un gran progreso para las masas cubanas. Por eso se conocieron lo que fueron las grandes conquistas de la educación, de la salud y de que pudieran comer todos y bien.

Hasta 1959, con la dictadura capitalista de Batista, a Cuba se la definía como el “cabaret” de los EEUU. Ahora la palabra cabaret suena antigua, pero se la consideraba así a Cuba como una isla para la diversión de los norteamericanos ricos y un lugar donde también iba la mafia norteamericana. Eso cambió radicalmente con la revolución socialista. Por eso decimos la época de la Cuba revolucionaria que todos defendimos, que todos apoyamos, más allá de las diferencias políticas con Fidel Castro, y con el propio Che Guevara.

De eso no quedó casi nada a partir del proceso de restauración capitalista, que nosotros decimos un “capitalismo a la cubana”. Es a la cubana porque no es un capitalismo normal como conocemos nosotros en nuestros países.

¿Por qué no han podido diversificar la industria alimenticia en Cuba, desarrollando una sustitución de importaciones con producción local tanto con productos agrícolas como ganaderos?

Las razones tienen que ver con el problema estructural del distorsionado desarrollo económico cubano, que está ligado a las decisiones políticas, no centralmente económicas, bajo la dirección de Fidel Castro y el PCC.

Desde ya la presión y rol del criminal bloqueo imperialista actuó. Pero la economía cubana se fue distorsionando y entrando en crisis a partir del pacto de Fidel Castro con la conducción burocrática y contrarrevolucionaria de la ex URSS, a mediados de los 60.

La primera causa de la crisis económica y de la baja producción interna, fue que, siguiendo el modelo estalinista, hubo una conducción burocrática de la economía y de la sociedad cubana. La falta de democracia obrera y la falta de debate y discusión de los planes de producción con la clase trabajadora urbana y rural afectó.

La segunda causa fue la aceptación de Fidel Castro de la política del “socialismo en un solo país” por la cual la burocracia de ex URRS se justificaba para pactar con el imperialismo y no impulsar las revoluciones. Contra lo que se opuso el Che, que quedó solo con el planteo de extender la revolución. Cuba se fue aislando cada vez más y dependiendo de los acuerdos económicos con la ex URSS.

Desde el 1965 Cuba se ata al monocultivo de azúcar, en vez de ampliar y diversificar su producción, porque la URSS se compromete a comprar gran parte de la producción con sobreprecio. O sea, se inicia un proceso de una economía subsidiada. A cambio del apoyo a la política de “coexistencia pacífíca” pactada entre la burocracia estalinista y el imperialismo.

Para enfrentar el bloqueo imperialista y salir del aislamiento económico la única medida era política: impulsar la revolución socialista en Latinoamérica y en el mundo.

En 1968, se produjo la primera manifestación pública de claudicación de Fidel Castro a la burocracia gobernante de la URSS. Cuando apoyó la invasión a Checoeslovaquia de los tanques rusos para aplastar una rebelión obrera y popular que reclamaba socialismo con democracia.

Entonces, lamentablemente, Fidel Castro adhirió a eso, y por eso después en el 1979 no apoya que la revolución nicaragüense avance hacia el socialismo, que rompan con la burguesía y expropien. Ni en Nicaragua y ni en El Salvador, cuando era la única manera de intentar una unidad socialista política y económica. En Nicaragua y El Salvador, hubo condiciones para avanzar en la expropiación de la burguesía también pudo haberla en la Venezuela de Chávez, un país petrolero. Pero Fidel Castro viajó a Caracas a decirle a Chávez y al pueblo venezolano “No, ustedes un país con petróleo ni necesitan tomar las medidas que nosotros tomamos en Cuba. Pueden ser una nueva Suecia”. Si se hubiera avanzado a la ruptura con el imperialismo y a construir el socialismo en Nicaragua, El Salvador y Venezuela, uniéndose a Cuba en una federación de Países socialistas, se hubiera llevado a avanzar en la revolución socialista latinoamericana y también a un gran progreso económico en Cuba.

Durante años Cuba vivió de los subsidios de la URSS. Era una economía que no ampliaba ni desarrollaba su producción. Cuando viene la caída de la URSS, estalla una gran crisis económica en Cuba. El llamado “Periodo especial”, de gran escasez. Ni helados había en Cuba. Todo era importado de la URSS o de Europa del Este. Hasta las esencias para producir helados se importaban.

Entonces Cuba quedó como un país y una economía totalmente deforme, Ante la debacle económica, a partir de los años 90, la dirección de Fidel y del PCC profundizó su curso hacia la restauración capitalista. Ya desde los años 80 se venían abriendo la economía a las inversiones privadas extranjeras.

Adoptaron el camino, con menos éxito, del PC de China y de Vietnam. Restaurar, de pactar con las multinacionales en forma de empresas mixtas en turismo y en sectores productivos para la exportación como níquel, tabaco, ron, etc.

Hoy existe un plan económico adaptado a las ganancias de las multinacionales y a los negociados del régimen, a los nuevos ricos, los funcionarios y los militares-empresarios, y no a las necesidades del pueblo cubano. Por eso no hay un plan nacional de producción de alimentos y se sigue importando el 80% de lo que se consume.

Lo que está pasando en Cuba nos abre nuevas perspectivas para discutir qué gobierno queremos y desnuda la mentira de estos gobiernos que con discursos socialistas aplican ajustes y gobiernan para los ricos ¿Pero no es contradictorio también, porque la confusión es tan grande que se hace más difícil la pelea por el verdadero socialismo con democracia obrera con los discursos anti izquierda que se generan con estos fenómenos?

Bueno, la pregunta es oportuna. Es la contradicción que produce la situación de Cuba o la de Venezuela con el chavismo. Porque son gobiernos, efectivamente, que hablan en nombre del socialismo, del antiimperialismo. Si uno cierra los ojos y no sabe quienes son, dice “que bien, esta gente es socialista, quieren terminar con el capitalismo”. Pero si abrimos los ojos, y vamos a la realidad sucede que son otra cosa. Entonces se provocan grandes confusiones en el movimiento de masas, que no podemos desconocer.

Manchan la bandera del socialismo y confunde a millones. Como ya pasó con la caída del régimen estalinista de la ex URSS o la caída del Muro de Berlín, fue un hecho revolucionario de que cayera el Muro y el aparato estalinista de Moscú. Pero con la contradicción de que eso lo terminó capitalizando políticamente el imperialismo y consolidando la restauración capitalista en esos países.

Entonces esa contradicción existe y por eso es muy importante construir una nueva dirección socialista revolucionaria. Porque nosotros somos seguidores de León Trotsky, que fue expulsado de la URSS por Stalin, por defender el socialismo con democracia. Hemos seguido su legado. Trotsky junto a Lenin dirigieron la Revolución Rusa, ellos querían un socialismo para el pueblo trabajador y las masas, que fuera democrático, que todo se debatiera con los soviets obreros y campesinos. Todo esto fue cerrado por el estalinismo, que hizo la caricatura del socialismo, la caricatura del partido único, la caricatura de que el que protesta es agente del imperialismo.

Esto es ahora lo que se repite, pero por eso es necesario seguir construyendo partidos revolucionarios en Cuba, en Venezuela, en Europa, en China, en todos lados. Esa es nuestra tarea y es correcta. Aunque es difícil, no decimos que es fácil. Por eso es muy importante estas charlas, estos debates, y poder difundir la verdad de Cuba. Y combatir a los sectores de izquierda o centroizquierda que siguen repitiendo el discurso falso y mentiroso de que todo el problema en Cuba es que la gente que protesta está pagada o alentada por el imperialismo. Eso no se lo cree nadie, por eso tenemos que decir la verdad los que somos socialistas revolucionarios, porque si vamos detrás de esas mentiras nos vamos a seguir enterrando. Lo que nosotros tenemos que decir es que el socialismo es otra cosa, no lo que construyó la burocracia estalinista o los traidores del Partido Comunista de China.

¿Cómo apoyar las protestas populares sin hacerle el juego al imperialismo y a la derecha cubana?

Bueno, de eso se trata. No le hacemos el juego ya que a su vez denunciamos claramente el rol del imperialismo y la derecha. Esa lucha se debilita y favorece al imperialismo si la izquierda revolucionaria claudica y se suma al falso discurso de los Díaz Canel y Cía que dicen “las protestas son manejadas por el imperialismo y la derecha”; “no le hagan el juego al imperialismo”.
No, al revés, si los revolucionarios no apoyamos las protestas, el pueblo cubano va a ir hacia la derecha y se va a repetir lo que sucedió en la URSS. Que, por falta de una fuerte alternativa socialista revolucionaria, la mayor parte de la gente, en la primera etapa, apoyaba las medidas capitalistas, creyó en el capitalismo. Y ahora se está dando cuenta en Europa del Este o en Rusia, de lo que es el capitalismo, lo que es Putin gobernando, un ex comunista de la KGB, la policía secreta de la ex URSS.

Entonces, justamente, no le hacemos al juego si nos ponemos del lado del pueblo cubano. Si la izquierda crítica e independiente cubana se pone a no dejarle el espacio a la derecha pro yanky. A que la consigna “Patria y vida” no siga predominando. Se necesita una tercera alternativa para estar presente, para encabezar las luchas. Por eso nosotros internacionalmente también lo hacemos. Porque el pueblo cubano, la juventud, las mujeres luchadoras, tienen que saber que hay otra izquierda que están con ellos, contra el imperialismo y contra la burocracia y los militares cubanos. De esta forma es que podemos apoyar la lucha sin hacerle el juego al imperialismo. Y tenemos que confiar en que esto se puede lograr, porque en Cuba, a diferencia de lo que pasó la URSS, hay un espacio para que surja una corriente de izquierda antiimperialista que pueda asumir una posición revolucionaria. Esa es nuestra lucha, nuestra solidaridad internacional tiene que apuntar a apoyar a todos aquellos antiimperialistas, socialistas y comunistas para que surja una alternativa. Es necesario construir un polo revolucionario que constituya esta tercera fuerza. Porque gran parte del pueblo cubano aún no ha sido ganado por el imperialismo. Por eso tiene la fuerza presente de la lucha antiimperialista. En ese sentido el embargo juega ciertamente todavía a favor de que el antiimperialismo perdure. Por eso uno escucha a René de Calle 13, que no es cubano, que refleja esa posición, uniendo la lucha de Puerto Rico a la de Cuba, una posición antiimperialista de no cederle al imperialismo y eso es lo que nosotros debemos alentar.

Cierre final

Está casi todo dicho. Hubo preguntas importantes que ayudaron a profundizar. Desde ya lo primero es llamar a seguir debatiendo, conociendo y transmitir toda esta realidad tan compleja y contradictoria a las y los trabajadores y a la juventud. Desde el punto de vista de apoyar la protesta del pueblo cubano y también desde este enfoque socialista revolucionario y contra el imperialismo. Manteniendo el repudio al imperialismo y al bloqueo, pero planteando esta tercera alternativa. Porque de esa forma también vamos fortaleciendo, consolidando y haciendo crecer al verdadero socialismo que reivindicamos siguiendo el legado de León Trotsky. Construyendo partidos y organizaciones verdaderamente revolucionarias, que no tienen nada que ver con la farsa que instaló el estalinismo.

Esto es muy importante porque nosotros seguimos creyendo que no hay otra salida frente al capitalismo y al sistema imperialista-capitalista, que provocar un cambio de sistema. Y el único cambio es el socialismo en el mundo y con democracia obrera, y para eso necesitamos construir partidos revolucionarios como los partidos de nuestra corriente internacional la UIT-CI. Porque el objetivo sigue siendo el mismo, porque en ese sentido nosotros vamos a seguir reivindicando la revolución socialista cubana que fue el primer país que declaró el socialismo en Latinoamérica. Y eso fue extraordinario.

Lo que no reivindicamos es el proceso de burocratización y de restauración capitalista. Por eso seguimos reivindicando las banderas del Che Guevara, de aquel inicio revolucionario que se tendrá y se tiene que retomar para Cuba y América Latina. Esa es nuestra lucha, por eso invitamos a que todo esto se pueda transmitir para seguir siendo solidarios con el pueblo cubano, con la lucha genuina de las trabajadoras, los trabajadores, las mujeres y la juventud como de los demás pueblos de América Latina y del mundo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *