15 octubre, 2024

Reclamo laboral y rebeldía de los trabajadores en Sidor

Los trabajadores de la siderúrgica socialista de Guayana “Alfredo Maneiro” (SIDOR) han irrumpido desde sus bases en las Plantas de Laminación en Caliente y de Barras y Alambrón para formular el reclam

Los trabajadores de la siderúrgica socialista de Guayana “Alfredo Maneiro” (SIDOR) han irrumpido desde sus bases en las Plantas de Laminación en Caliente y de Barras y Alambrón para formular el reclamo laboral que tiene como telón de fondo el congelamiento de la convención colectiva desde 2008 en que se venció la última, suscrita en tiempos del Presidente Chávez después de estatizada la factoría para que sirviera de pivote a la construcción del socialismo del siglo XXI.

A los trabajadores se les impuso el sacrificio de sus reivindicaciones laborales y se les pidió que, como vanguardia de la revolución, apuntalaran el llamado proceso bolivariano sustentando el desarrollo nacional especialmente dirigido a proveer a la industria petrolera y la Misión Vivienda de los insumos que se fraguan en la acería de la Zona Industrial Matanzas en Puerto Ordaz.

El proyecto siderúrgico socialista naufraga a causa de la ineficacia de la burocracia que la dirige y de su corrupción galopante. De 4,3 millones de toneladas de acero al año en tiempos de la trasnacional Techint, la producción apenas alcanza a 2,4 millones de toneladas según ha documentado el periodista Damián Prat en su libro Guayana: El Milagro al Revés.

SIDOR ha incorporado en los últimos 5 años a los llamados tercerizados que eran explotados por las contratistas y subcontratistas que ejecutaban obras y prestaban servicios a la trasnacional, sin sindicatos ni contrato colectivo. La nómina contractual de SIDOR pasó de cerca de 7 mil a 13 mil trabajadores, la mayor concentración humana de trabajadores de nuestro país.

Su sindicato, SUTISS, es un emblema de las luchas de vanguardia en Venezuela que ha sido secuestrado por el oficialismo sindical dividido en tres corrientes, enfrentadas entre sí, que paralizaron la lucha por casi un quinquenio. Esas corrientes han sido forzadas desde la base de los departamentos a acompañar la última huelga, de 20 días, que aún no termina de encontrar un desenlace.

El reclamo de los sidoristas puede resumirse en 5 puntos: 1. La corrección de los errores en los cálculos salariales sobre jornada efectiva diaria y semanal, tiempo de viaje, vacaciones y bono vacacional en manos de una Mesa de 35 técnicos cuyos cálculos correctivos no se han cumplido 2. Pago del retroactivo del Tabulador desde mayo 2008 3. Extensión de la prima diurna a todos los trabajadores incluidos los rotativos y los de Planta de Tubos (antes TAVSA) 4. Continuación de la negociación de la convención colectiva y en especial de la cláusula de utilidades que debe ser cancelada a salario integral (126 días) y no a salario básico (120 días) 5. Pago de un anticipo por retardo contractual de 40 mil bolívares al cual se comprometió CVG luego de la huelga.

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