Repudio total a la masacre de mineros en Tumeremo

Minería ilegal en Edo Bolívar

Por: Partido Socialismo y Libertad (PSL)

Los sucesos denunciados por sobrevivientes de la masacre de 28 mineros, ocurrida en las cercanías de la mina Las Atenas en Tumeremo, estado Bolívar, merecen toda la atención y el total repudio por parte del pueblo trabajador y los sectores populares.

Integrantes de una banda delictiva, encabezada por un delincuente apodado El Topo, en alianza con funcionarios del Sebin y el Cicpc, habrían asesinado a 28 mineros que trabajaban en dicha mina. Aparentemente, El Topo y los funcionarios tenían pretensiones de apoderarse de la mina que era ocupada por otra banda denominada La Caratica.

Esta masacre pone en evidencia los niveles de descomposición del Estado y de funcionarios de este gobierno, que actúan amparando a bandas delincuenciales por el control de las minas y los recursos que son patrimonio de todos los venezolanos.

La descomposición social en el sur de Bolívar patentiza el fracaso descomunal del gobierno en materia social, el absoluto desastre de los planes de créditos agrícolas y de la Misión Piar. Ante la total ausencia de alternativas económicas y de trabajo, gran parte de la población pobre del sur de Bolívar subsiste por la minería ilegal, que beneficia a mafias y destruye las fuentes de agua, genera un daño ambiental a gran escala y deja pocos beneficios al país.

El cobro de vacuna a los mineros es el modo de asociación entre el Estado (militares y gobernación) y las mafias mineras. Es una expresión de la enorme corrupción del gobierno, como lo es también la corrupción penitenciaria que permite el tráfico de armas y drogas dentro de los penales.

Para liquidar todas estas mafias tendría que haber un control estatal de los yacimientos auríferos y de otros minerales, y garantizar a la población la posibilidad de subsistir de actividades económicas que no lesionen el interés nacional, bien sea como trabajadores de las empresas estatales mineras, o en actividades agrícolas, ganaderas, y otras. En ese marco, nuestro partido rechaza los recientes acuerdos del gobierno de Maduro con 150 empresas trasnacionales a las que se entregaron los recursos naturales del país, asentados en el llamado Arco del Orinoco.

En Bolívar se reproduce de manera similar la situación que llevó a la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa, México, donde gobierno regional y nacional actuaban de manera combinada con bandas delictivas.

Tumeremo se encuentra consternado y en estado de movilización exigiendo se investiguen los sucesos y revelando que no es la primera vez que se presentan. “Cobrar vacunas y asesinar al que no paga el tributo es parte de las irregularidades que a diario se viven en estas minas. Hemos recibido denuncias de que en el Morichal, meses atrás asesinaron a 25 mineros y que en el Manteco a través de curiaras sacaron los cadáveres de 19 mineros más”. Así nos los dio a conocer un compañero trabajador de Ferrominera Orinoco, refiriéndose a estos sucesos.

No es casual que la primera reacción del gobernador fuera negar los sucesos, -según él- por falta de evidencias, y ante la presión de los familiares de los mineros y pobladores de Tumeremo, se ve envuelto en una ola de repudio creciente en esta parte del estado, tratando ahora de aparecer favorable a la investigación. Sabe que se avecinan las elecciones de gobernador y trata de reacomodarse.

El Ministerio Público ha designado dos fiscales para investigar los hechos. No tenemos ninguna confianza en los organismos del Estado, de allí que nuestro partido propone que se conforme una comisión independiente con participación de los familiares de los involucrados, sobrevievientes de la masacre, mineros de la zona y organizaciones de derechos humanos, para evitar que se tuerza en el camino la investigación de un acontecimiento muy grave.

Repudiamos la masacre y la complicidad del gobierno y de las autoridades locales de la MUD con la consolidación de estas mafias de la minería ilegal.

Alzamos nuestra voz de rechazo a los asesinatos de mineros, y exigimos aparezcan los cuerpos de las víctimas. Llamamos a toda la población a proteger a los mineros sobrevivientes de esta masacre. Exigimos respeto y resguardo de sus vidas, como de los familiares. Hacemos el llamado a los sindicatos de la zona, a las organizaciones campesinas y populares para que se pronuncien contra estos hechos y exijan el esclarecimiento de los mismos y el castigo a los responsables materiales e intelectuales de este crimen.

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