Saludo al 2do Congreso Cultural de Cabimas

Hoy arranca el 2do Congreso Cultural de Cabimas. Tengo 39 años y he crecido escuchando a mis compañeros mayores hablar de Cabimas 70, ha sido un privilegio escuchar de esa jornada a José (Emilio) Zavala, a Lidda Franco Farias, a Tito Nuñez Silva, a José Quintero Weir, a Rafael(el negro) Uzcategui, a Enrique Arenas.

Hoy arranca el 2do Congreso Cultural de Cabimas. Tengo 39 años y he crecido escuchando a mis compañeros mayores hablar de Cabimas 70, ha sido un privilegio escuchar de esa jornada a José (Emilio) Zavala, a Lidda Franco Farias, a Tito Nuñez Silva, a José Quintero Weir, a Rafael(el negro) Uzcategui, a Enrique Arenas.

La primera vez que leí algo sobre el Congreso fue un pequeño librillo de las conclusiones del mismo de la extinta editorial Rocinante, recuerdo vagamente las consignas quec reafirmaban la resolución de persistir en la lucha por la liberación de nuestra patria. Ya soy un viejo y he visto suceder maravillas dolorosas en una guerra que nos arrastró a todos.

La mayor parte de los que conozco y se que vivieron la jornada del 70 desde entonces hasta hoy son fabricantes humildes y anónimos de la rebelión que ha marcado la vida de mi generación, tejedores de la memoria y la consecuencia, hijos de la crisis de la izquierda venezolana, supieron conseguir el camino para hacer parte de la multitud que abrió dolorosamente el camino en 1989.

Los que con pocos años murieron y vivieron en estos años, mis amigos de esta generación provenientes de los barrios y comunidades populares de nuestro país, somos de esta jornada.

No por mencionar lo generacional eso nos divide, nuestra vida ha sido unida por la desesperación y la voluntad de cambio de esas multitudes en las cuales se ha resuelto nuestra pequeña existencia, salimos «con las hambres entre el hueso y el pellejo» como dice una canción popular, las hambres de maíz y de justicia, las hambres de dignidad.

No estaré en Cabimas este fin de semana por que la responsabilidad de vivir me lo impide, pero no duermo en la víspera de la jornada, convencido que le país de los centauros del que habló Martí, pudiera reunirse de nuevo, debo escribirle con respeto y muchas ganas de pelea a mis que ahí van a estar por que habitan la crisis con dignidad como yo lo intento torpemente.

No le demos en Cabimas la bienvenida a quienes van a hacer foto de nostalgia, cuando viven pendientes del próximo cargo disponible en el club del gobierno, ni a los que hacen eventos para justificar la revolución en la oficina.

Hace rato la maldición de la renta petrolera nos arrancó de las manos la conducción de la esperanza y nuestro pueblo necesita prepararse para rehacer las riendas, para retomar la conducción de esta guerra por la justicia y la dignidad. desde esa convicción les pido con el calor de nuestra hermandad que….

No fundemos en Cabimas una dirección, ni un frente, que no se repartan en el panel los cargos de un gabinete que solo tiene sentido en el estar del hotel el Conde, a tres cuadras de Miraflores.

En los últimos 19 años, nuestro pueblo ha destruido rapidamente las organizaciones que no le han servido para avanzar, que duele el tiempo en que los cuadros se tardan en montar los andamios y tapiales. Hemos avanzado destruyendo y no construyendo.

No aprueben un programa mínimo que deba ejecutar gobierno alguno, no le sugieran programa alguno al gobierno actual. Nada de lo que ha sucedido en nuestra patria tiene un origen prográmatico claro. Y no se cambia nada entregando un pliego en las oficinas de atención al ciudadano.

No concluyan nada que los acerque a la ciencia social insignificante de la universidad venezolana o de la vida académica subvencionada. No protejan a palabra con la vanidad mortal de los conceptos. La Universidad colonial debe ser cerrada de un portazo para que no contamine la ciencia y los saberes dinámicos que se están probando en la realidad, no le hagan caso a la Universidad y no le hagan caso a la ilusión del conocimiento hecha caricatura.

No convoquemos la resistencia, ni la unidad de la izquierda, ni la unidad nacional, ni la del movimiento social, ni la lucha contra el imperialismo, sin ver desde donde convocan, sin verse en los errores, en las derrotas, en los silencios observados, sin ver la carne humana y la tierra que hace cada palabra que se proclama. Sin ver las relaciones que tejen la frase y la palabra, que hacen sus verdaderos compromisos.

Que no se levante alegato o proclama alguna en Cabimas ni se recoja la vaca para pagar el remitido en Últimas Noticias, mucho menos en Vea, pasquín dirigido por antiguos estalinistas con las orejas de Carbozulia.

No seamos «amplios» en Cabimas, hasta el punto de construir alianzas con el enemigo sin que la clase a la que «representamos» se de por enterada. No nos podemos permitir seguir pagando la pieza del fondo en la pensión de las conspiraciones.

A los mas jóvenes que asisten, rebeldes y libertarios, no evalúen la experiencia de Cabimas desde el dogma de las ideas sino desde el de la carne, véanse las marcas del cuerpo y las marcas que la lucha social a dejado. Que no parezca que ustedes son la solución de cada debate. no digan tantas verdades absolutas. No crean que vale algo ahora ser estudiante, mucho menos dirigente de los estudiantes, o de tal o cual grupo de siglas, todo eso esta en la vitrina escolar del poder. Haganse todas las preguntas, la duda es un formidable camino.

No seamos cabrones ni por un segundo en Cabimas de la grave culpa de la burocracia, ni con lo grupos de poder, ni con los vínculos financieros de esos grupos que estan usurpando la voz popular . No aplaudamos al triunvirato estalinista nuevamente, ni a las conspiraciones contra la democracia que necesitan las multitudes callejeras para expresar su propia rebelión mas allá del reparto de banderitas, no matemos nuevamente a León Trotsky, arranquemos a Roque Dalton de las garras de los imbéciles.

No hagamos en Cabimas una proclama por el rescate de la Patria, nosotros no tenemos patria desde que las patrias originales fueron masacradas y la de Bolívar fue traicionada. esta es la capitanía general y en Caracas la bandera es aún la que preserva los derechos de Fernando VII.

Hagamos nuevamente en Cabimas la relación de las naves, veamos a nuestros guerreros con ganas de entrar en batalla, no hagamos en Cabimas un sanedrín de segundones mientras Pilatos juega el ajedrez de la dominación.

Fundemos una fábrica de espadas en Cabimas, una escuela de artillería, una panadería y un comité de poesía, ordenemos el pasto de las cabras que van a alimentar a los nuestros. Escuchemos de nuevo a los ancianos reducidos por la memoria.

No podemos venir a Cabimas como cuadros militantes, sino como legión popular, no podemos dejar atras a nuestros hijos y a la familia para venir a la política. mientras ellos se quedan en la miseria dela hambre o en la miseria del interés. la lucha de nuestro pueblo es de nuestro pueblo, y nos mudamos por completo a ella, criamos a nuestros hijos en ella o fracasará.

Veamos en Cabimas claramente donde estan los traidores y salgamos del falso dilema gobierno oposición que nos condena a ser secretarios del batallón electoral, apoyando en silencio a los corruptos de siempre.

Puede ser Cabimas el comienzo de una definitiva marcha, puede ser la polvareda levantada que se pone en marcha, otras relaciones, otra historia, otra manera de vivir con dignidad y justicia, otro poder, la derrota del imperio sobre los territorios donde ha puesto sus garras y sus intereses, la derrota de la burocracia y de las «izquierdas» y las derechas que dentro y fuera del gobierno hacen de la política un asunto de sectas financieras.

Seamos humildes en la reunión de los alegres artesanos, hablemos de talla y de tejido, de hortalizas y de bahareque, de gasoductos y de trasnacionales, de energías limpias y de autonomía comunal, de ocupaciones de tierras y de tambores. de nuestra agua, de nuestra escuela y nuestros caminos. hagamos política en serio hermanas y hermanos, presentemos pelea.

Otra política, ciencia y palabra de nuestro pueblo es urgente.

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