Solo las trabajadoras y trabajadores movilizados cambiaremos al país y nuestras condiciones de vida

Por C-cura Petróleo

Todas las trabajadoras y trabajadores venezolanos vivimos la peor crisis de nuestra historia. En el caso de los petroleros, sobrevivimos con salarios miserables, comedores por el suelo, y el seguro médico de Sicoprosa prácticamente eliminado. Se robaron el fondo de pensiones y jubilaciones, y el gobierno llevó la TEA al ridículo monto de 100 mil bolívares soberanos. Después de tres décadas de trabajo, las prestaciones sociales no cubren ni el mercado de una semana. Siguen robando la retroactividad de las prestaciones de la nómina mayor, violando la Lottt y la constitución.

Para colmo de males, ahora aplican el Factor de Equilibrio 9030 en el sector petrolero, y el memorando 2792 para los demás trabajadores, con el cual, el gobierno de una manera descarada interviene las negociaciones colectivas, elimina en la práctica el derecho a huelga y liquida los bonos y otros beneficios conquistados a lo largo de décadas de lucha.

Mientras tanto, los burócratas sindicales rojos rojitos se arrodillan ante el patrón y el gobierno, y los sindicatos ligados a la CTV y partidos de la oposición patronal, se entregan acríticamente a Guaidó y a los planes injerencistas del imperialismo norteamericano.

El chavismo destruyó la industria petrolera y la entregó a las transnacionales

La producción petrolera sigue cayendo pese al esfuerzo tenaz de los trabajadores que en terribles condiciones laborales, sin implementos de seguridad, ni herramientas, y con un transporte en ruinas, mantienen lo que queda de la industria.

El gobierno continúa entregando los hidrocarburos a capitales transnacionales. Lo mismo hace en el Arco Minero del Orinoco. Entregó nuevos yacimientos de gas en el estado Sucre a Rusia, sin ninguna consulta a los trabajadores y al pueblo venezolano. Nadie conoce las condiciones de la entrega, demostrando así que está dispuesto a subastar el país para mantenerse en el poder.

Guaidó, Voluntad Popular y la oposición patronal no son alternativa

Guaidó y los partidos patronales de la Asamblea Nacional, ya pusieron en evidencia que no son solución para nuestros problemas. Seis meses después de la llamada Operación Libertad, Guaidó se desinfla en medio de la corrupción de Voluntad Popular en Cúcuta con la ayuda humanitaria. Se robaron los reales y no pagaban los hoteles donde estaban los militares y policías que desconocieron a Maduro. Fracasada la pantomima de golpe de Estado del 30 de abril, se van a negociar a Noruega, Suecia y Barbados a espaldas del pueblo. Ya sabemos que para el gobierno estos diálogos le sirven para ganar tiempo y seguir en el poder.

Muchos compañeros y compañeras tuvieron expectativas en Guaidó cuando apareció en la escena política en enero. Entendemos que muchos de buena fe hayan tenido esperanzas en una pronta salida de Maduro del gobierno. Pero la oposición y sus partidos, no tienen nada que ver con las necesidades del pueblo trabajador. Representan los intereses de los patronos privados y del imperialismo norteamericano.

Lo cierto es que mientras Guaidó, Borges, Maduro, Diosdado, siguen comiendo bien, y otros están en el exilio dorado en Europa y Estados Unidos, las trabajadoras y trabajadores petroleros seguimos con salarios de hambre, y en la completa incertidumbre con respecto a nuestra convención colectiva que vence en octubre. Nuestros sufrimientos siguen y se agravan. No tenemos comida. No hay luz ni agua. Seguimos pasando toda clase de necesidades. Nuestros hijos se van del país. Seis meses después de la Operación Libertad nada ha cambiado para los petroleros y nuestras familias.

Está claro que no podemos apoyar a un gobierno que nos sume en la miseria ni a quienes dicen ser una alternativa pero se sientan a negociar con nuestros verdugos. Ambos pretenden que la crisis la sigamos pagando los trabajadores. Por eso es imprescindible luchar con autonomía e independencia política respecto al gobierno hambreador y a la oposición patronal.

Sí es posible salir de esta crisis, sí es posible tener buenos salarios, salud y estudio para nuestros hijos. Es posible recuperar la producción petrolera y las condiciones operativas de nuestra industria. Eso se puede lograr si se deja de pagar la deuda externa, si el petróleo es 100% estatal sin empresas mixtas ni transnacionales, y si se recupera el dinero de la corrupción y el saqueo que actualmente está en paraísos fiscales.

Para lograr que el salario sea igual a la canasta básica, contratos dignos y libertades democráticas plenas, y poner las riquezas del país y la renta petrolera al servicio de las necesidades urgentes del pueblo trabajador y salir de la crisis, tenemos que ponernos en pie como clase trabajadora. Saliendo unidos como un solo puño, haciendo respetar nuestros derechos en las calles, en las fábricas, en los portones, en los muelles, refinerías y taladros, en todas las áreas de trabajo.

Es hora de desechar las ilusiones en dirigentes políticos, de lado y lado, que nada tienen que ver con la clase trabajadora, y organizar desde abajo la lucha por nuestros derechos. Todos a movilizarnos contra el 9030, por salario y pensión equivalente a la canasta básica, por la recuperación de la industria petrolera, y por un contrato colectivo discutido con participación de las bases; desde la elaboración del proyecto hasta su aprobación en asamblea. Para ello proponemos conformar comités de base en defensa de nuestro contrato y el salario.

Construyamos C-Cura

Para dar esta pelea debemos organizarnos de forma independiente al partido de gobierno, a los partidos patronales de la Asamblea Nacional, y a los burócratas sindicales rojos rojitos. Para reconstruir nuestras organizaciones sindicales y recuperar la Futpv para los trabajadores y la lucha, debemos organizar una fuerte corriente sindical clasista y combativa, al servicio de los trabajadores y trabajadoras.

A todos los activistas y luchadores en todas las áreas los llamamos a sumarse a nuestra Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura). Ustedes nos conocen. Son muchos años viéndonos en la primera línea de lucha, defendiendo el salario, nuestro contrato y nuestra industria. Saben de la lucha de José Bodas en Anzoátegui, de Fran Luna en la costa oriental del lago, y de nuestros activistas en todo el país. Nos conocen como gente honesta, que no se doblega ni ante el gobierno, los patronos privados, ni Guaidó ni el imperialismo.

Por una organización unitaria para luchar

Sabemos que hay luchadores que defienden los derechos de los trabajadores pero que tienen diferencias políticas con algunos de estos planteamientos. A ellos los llamamos a la unidad de acción. Los convocamos a conformar una alianza obrera en defensa de nuestros derechos, que empalme con la agrupación que recientemente se conformó en Caracas denominada Trabajadores en Lucha. Este espacio, en el que participan sindicatos y trabajadores universitarios, de la salud, del Metro de Caracas, de la educación, del sector industrial privado, y por la industria petrolera los compañeros de C-Cura encabezados por José Bodas, es un importante paso hacia la rearticulación sindical y la unidad de las luchas.

Impulsemos la construcción de Trabajadores en Lucha en todas las regiones del país, y en Anzoátegui con todos los activistas y luchadores que entiendan la necesidad de la movilización autónoma, sobre todo con los compañeros de la zona industrial de Barcelona, de la industria cementera, los jubilados, los trabajadores de la salud y la educación, para contar con una poderosa herramienta de lucha unitaria contra el paquete de ajuste del gobierno, por salario igual a la canasta básica, contratos dignos, contra el memorando 2792 y el Factor de equilibrio 9030, entre otras reivindicaciones.

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