13 octubre, 2024

Sustitución patronal en Agroisleña afecta a los trabajadores y al pueblo

El presidente Chávez, en forma sorpresiva, sin consultar con los trabajadores de Agroisleña y a los pequeños productores afectados, anunció la “expropiación” (compra con pago justo según el gobierno) de la empresa Agroisleña que suministra insumos a unos 18 mil pequeños productores agrícolas.

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Por: Unidad Socialista de Izquierda

El presidente Chávez, en forma sorpresiva, sin consultar con los trabajadores de Agroisleña y a los pequeños productores afectados, anunció la “expropiación” (compra con pago justo según el gobierno) de la empresa Agroisleña que suministra insumos a unos 18 mil pequeños productores agrícolas.

El gobierno lanza esta medida en el marco de un supuesto “socialismo agrario” para lograr “la soberanía alimentaria”, que “beneficiaría al pueblo” contra los “latifundistas”, según palabras de Chávez y voceros gubernamentales.

Nada de esto es real. Ya llevamos años de experiencia con estas falsas “nacionalizaciones” agrarias e industriales, que supuestamente iban a beneficiar a los trabajadores y al pueblo, pero en realidad ha ocurrido exactamente lo contrario. En todas ellas los trabajadores perdieron conquistas, no se respetó sus contrataciones, se pisoteó la autonomía de los sindicatos, hubo y hay corrupción, negocios turbios que perjudican al pueblo, y para colmo de males, muchas de estas empresas y fundos terminaron quebradas e improductivos, o, como en el caso de Invetex, Rialca, las briqueteras y de la productora de tubos para la empresa petrolera Tavsa, se encuentran paralizadas.

Por eso, no es casual que los primeros en rechazar esta falsa “nacionalización” hayan sido los trabajadores de Agroisleña, y los pequeños productores, como los de Mérida, que trancaron la Transandina en protesta por esta acción inconsulta del gobierno.

En primer término los socialistas revolucionarios de la Unidad Socialista de Izquierda (USI), no defendemos ni metemos las manos en el fuego por los patrones explotadores de Agroisleña. No obstante, sin ninguna duda, nos ponemos del lado de los trabajadores de Agroisleña y de los pequeños productores agropecuarios que no fueron consultados, y que rechazan de plano esta medida.

Rechazamos este tipo de “nacionalizaciones”, en primer lugar, porque, simplemente se termina reemplazando a un patrón por otro, por medio de una compra-venta en donde el gobierno pagará millones de bolívares a estos patrones con el dinero del pueblo, como ya se hizo con otros grupos empresariales (Techint, Cemex, Banco Venezuela, etc.), que al fin de cuentas, son los que se benefician con esos jugosos pagos. Ya el Ministro de Agricultura y Tierras, Juan C. Loyo, anunció que se está negociando cuál será el pago, y por eso se habla de un “plazo de tres meses” para concluir el proceso de traspaso de manos privadas al gobierno.

En segundo lugar, pese a que el gobierno dice que va “a resguardar los derechos de los trabajadores”, la experiencia de más de 10 años de gobierno demuestran lo contrario, pues lo que ha venido sucediendo con estas supuestas nacionalizaciones, es que se termina desconociendo las contrataciones colectivas, botando trabajadores y no respetando a los sindicatos y el derecho de huelga. Uno de los funcionarios de gobierno que estuvo ayer en una de las plantas de Agroisleña en Cagua, le «aclaró» a los trabajadores que el Estado sólo paga 90 días por utilidades y no 120 como está contemplado en el contrato colectivo de trabajo y que sólo estaría en condiciones de cumplir con un 50% de lo que devengan los trabajadores semanalmente.

En tercer lugar, rechazamos esta medida supuestamente “socialista”, porque no beneficiará al pueblo, sino a la burocracia de gobierno y los boliburgueses que aprovecharán para hacer toda clase de negocios y chanchullos, a costa de los trabajadores y los pequeños productores agrícolas. Aquí no hay ningún “socialismo agrario” para rebajar los precios de las hortalizas, el maíz, ni para lograr la “soberanía alimentaria”, liquidando la importación masiva de alimentos. La realidad muestra que todo esto es falso. Desde el 2005, Chávez y el gobierno nacional han “expropiado” 2,9 millones de hectáreas, controlando otras empresas de agroindustria, con los mismos argumentos y no sólo no han bajado los precios de los alimentos sino que en estos años se han batido todos los récords de inflación, particularmente en los alimentos, que el año pasado aumentaron un 42%.

Tampoco ese llamado “Plan socialista” ha logrado hacer crecer la producción de alimentos. Por el contrario, se sigue importando más del 60% de lo que se consume, favoreciendo todo tipo de negociados de los empresarios importadores. Y este año se llegó al colmo de que se dejaran pudrir miles de toneladas de alimentos por los manejos corruptos que existen en PDVAL y PDVSA. Sólo un plan nacional agropecuario, con una verdadera reforma agraria, consultado con los trabajadores rurales, de la agroindustria, los campesinos y pequeños productores, podrá lograr la soberanía alimentaria.

Trabajadores de la Polar mostraron el camino

Ahora son los trabajadores de Agroisleña, organizados en sindicatos filiales de la Unión Nacional de Trabajadores de Aragua los que levantan su voz contra otra acción inconsulta de Chávez, se mantienen unidos en la defensa de sus intereses, convocan al conjunto del movimiento sindical del país a pronunciarse contra esta medida unilateral que afecta los derechos de los trabajadores y no beneficia al pueblo venezolano y exigen el inmediato retiro de la Guardia Nacional que amedrenta a empleados y trabajadores.

Desde la USI llamamos a los trabajadores y a los sectores populares a rechazar esta falsa “expropiación” o “compra-venta de empresas”, y a movilizarse en defensa de los derechos y de la fuente de empleo de los trabajadores de Agroisleña. Los revolucionarios apoyamos las expropiaciones protagonizadas por los trabajadores en defensa de sus derechos, en donde la administración de las empresas y la producción esten bajo estricto control obrero, con absoluto respeto a las formas organizativas y a las decisiones que adopten los trabajadores democráticamente en asambleas y sin imposiciones burocráticas de funcionarios de gobierno.

Proponemos rodear de solidaridad a estos trabajadores y a los pequeños productores afectados, llamando a la realización de un Encuentro Sindical y Popular de Emergencia, en Aragua, convocado en forma unitaria por todos los factores sindicales, populares y campesinos que rechacen esta medida del gobierno, para aprobar un plan de acción y de lucha en defensa de los puestos de trabajo, de las contrataciones colectivas, del respeto a la autonomía sindical y de los derechos de los pequeños productores agrícolas.

Unidad Socialista de Izquierda (USI)

Octubre 2010

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