Tiempo de cambios

Han transcurrido menos de diez días de las elecciones regionales y es obvio que no es tiempo suficiente para una lectura integral de los resultados del 23 de noviembre, pero sí es bastante como para e

Han transcurrido menos de diez días de las elecciones regionales y es obvio que no es tiempo suficiente para una lectura integral de los resultados del 23 de noviembre, pero sí es bastante como para expresar el temor de que volvamos a escenarios de confrontación política y de polarización que creíamos en proceso de extinción.

No es que deba acabarse la lucha y el debate político entre quienes encarnan opciones confrontadas en lo ideológico. Es que llegó la hora de gobernar y no la de reabrir frentes de batalla que pudieran estimular el retorno de los duros años que transcurrieron entre diciembre 2001 y octubre de 2004.

La corriente que lidera el presidente Hugo Chávez ganó en diecisiete gobernaciones, obtuvo más de 260 alcaldías y domina ampliamente en la mayoría de los Consejos Legislativos del país. Incluso en el Estado Zulia controla la mayoría de las alcaldías, un dato poco divulgado, por cierto. Pero la derrota en los estados Miranda, Zulia, Táchira, Carabobo, Nueva Esparta y la Alcaldía Mayor no es poca cosa.

La oposición tiene ahora la responsabilidad de hacer gestión, de hacer frente a los problemas que las administraciones rojas rojitas no pudieron resolver. Y a las fuerzas que respaldan al presidente Chávez les corresponde, ciertamente, estar alertas y vigilantes para que no se afecten programas sociales que benefician a los sectores humildes. Es válido y necesario que el chavismo ejerza su condición de oposición en estas regiones donde fue derrotado. Ahora bien, qué tipo de oposición hacer, esa es una de las claves de este asunto.

Estimo que la energía de los alcaldes chavistas en aquellas regiones en las cuales el gobernador es opositor no puede estar basada en el estímulo de la confrontación política con ánimo obstruccionista. Por esa vía no se recupera el favor popular perdido. Deberían ocuparse de atender las competencias que la Ley les establece y, a punta de gestión, de trabajo y de vínculo permanente con las comunidades. Jugar posición adelantada frente a los nuevos gobiernos no sería más que un acto de desesperación.

Y la oposición, con los innegables avances que ha logrado, tampoco puede creer que el objetivo de llegar a ser gobierno local o regional es pasar facturas, ordenar desalojos arbitrarios, desconocer la organización comunitaria y revertir conquistas , o utilizar las posiciones alcanzadas en estas elecciones para aventuras que ya bastante le costaron al país y a ella misma.

No creo que en lo inmediato esa sea la tónica de la oposición en general. No los veo abandonando el camino electoral porque obviamente les ha dado resultado. Pero a uno le asalta la duda cuando en esta primera semana ha habido denuncias concretas sobre desalojos y maltratos a personas y grupos pertenecientes a misiones sociales impulsadas por el gobierno nacional. No sólo no deberían cometer semejantes tonterías sino que deberían actuar para impedirlas.

No creo que las grandes mayorías quieran retroceder a los niveles de confrontación que casi nos llevan a un escenario de guerra civil y que nos pusieron durante cuarenta y ocho horas bajo un gobierno de aliento fascistoide. Son demasiados los problemas que tenemos como nación para olvidarnos de ellos e irnos por la vía del escapismo político. La población, chavista y no chavista, quiere soluciones para la inseguridad, la inflación, las graves fallas en materia de servicios públicos y viviendas y no espera otras batallas inmediatas sino contra estos y otros dragones que deterioran su calidad de vida. ¿O no entendimos el mensaje del 23 de noviembre?

ASESINATO.

No puede pasar por debajo de la mesa el asesinato de los dirigentes sindicales del Estado Aragua Luis Hernandez, Richard Gallardo y Carlos Requena. Fueron vícitmas del sicariato en medio de un conflicto con una empresa colombiana, y tampoco se descarta el factor político, porque Hernandez fue candidato a una alcaldía y pretendía impugnar los resultados.

SOLIDARIDAD.

Nuestra solidaridad con el colega Unai Amenábar, cuyo hermano Iñaki fue asesinado el fin de semana por unos desalmados .

fuente: http://www.aporrea.org/actualidad/a67999.html

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