¡Todos a la jornada de lucha del 23 de enero!

Por PSL/C-cura

A profundizar la movilización del 16 de enero

El pasado 16 de enero se produjeron masivas marchas de docentes en todo el país. En Caracas se movilizaron unos 5000 maestros y maestras. Ciudades y pueblos del interior profundo del país fueron testigos de una enorme movilización. Los docentes acompañados por otros trabajadores del sector público, junto a padres y representantes, y pobladores de las comunidades, salieron a las calles. Los motivos centrales de la protesta fueron los miserables salarios y la suspensión en diciembre de la discusión del contrato colectivo, después de más de un año de negociaciones infructuosas.

La protesta que se llevó a cabo un día después del Día del Maestro, fue continuidad de una gran jornada realizada el lunes 9 de enero.

Las maestras y maestros están hartos de depender de las bolsas de comida y los bonos con los cuales el gobierno pretende reemplazar el contrato colectivo y un aumento salarial. Los salarios de hambre han obligado a los docentes a procurarse ingresos adicionales realizando tareas alternativas, en horas en que podrían descansar o formarse. El malestar también está determinado por las pésimas condiciones de trabajo, originadas en la falta de inversión en el sistema educativo, lo cual es parte del ajuste que aplica el gobierno, reduciendo el gasto social, obligando a los docentes a usar su dinero o depender de la colaboración de padres y representantes para medio mantener los planteles.

Miles de docentes en las calles del país

Venciendo el miedo los maestros y maestras se movilizaron por miles en todo el país. Ni las presiones de directores, supervisores y autoridades gubernamentales, ni la negativa de la burocracia sindical del magisterio a movilizar fueron obstáculos para que los maestros y maestras se sumaran a las acciones de lucha. En Maracay los colectivos de motorizados amenazaron a los docentes. En Caracas, el gobierno tomó policialmente todo el centro de la capital, montó una tarima frente al ministerio de Educación, donde estaba previsto que se concentraran los docentes. Incluso, organizaron una provocación convocando una marcha a dicho ministerio. Y Maduro y su ministra Yelitze Santaella hablan hipócritamente del derecho a la educación, para desestimular la protesta, pero son incapaces de garantizar hasta el agua en las escuelas. Todos estos mecanismos son una violación al derecho a la protesta consagrado en el art. 68 de la constitución. Por su parte, la burocracia sindical del magisterio, encabezada por la FVM, ahora quiere presentarse como los convocantes de las acciones de movilización, aunque en rigor no movieron un dedo. Mientras que los partidos de la derecha patronal y proimperialista, oportunistamente tratan de pescar en río revuelto.

¿Qué proponemos?

Hay que darle continuidad a la tremenda voluntad de lucha mostrada por los docentes en todo el país, tanto el 9 como el 16 de enero. Está convocada una nueva jornada de protesta para el próximo lunes 23. Los docentes deben aprovechar para autorganizarse en sus escuelas y liceos. En muchos no hay delegados ni voceros, por ello es necesario conformar comités de conflicto en todos los planteles para preparar la jornada de protesta del 23, y mantenerse en pie de lucha. No se puede confiar en los burócratas de las federaciones y sindicatos, debemos confiar en nuestras propias fuerzas.

El clamor de la mayoría de los docentes es convocar a un paro nacional de toda la docencia, pero esta medida no cuenta con el respaldo de la burocracia sindical del magisterio, por ello hay que exigirle a las federaciones y sindicatos del magisterio que en lugar de desmovilizar y tratar de negociar con el patrono, se pongan a la cabeza de la lucha. Que vayan a los planteles, que prácticamente abandonaron, prefiriendo mandar “mensajitos” por whapsap y las redes. Que convoquen asambleas en todos los centros educativos, para que democráticamente se discuta un plan nacional de lucha que parta de convocar un paro nacional de 36 horas, que sea seguido de otro de 48 horas, con movilización en todas las localidades, para ir preparando el paro nacional docente, hasta doblarle el brazo al gobierno, y derrotar la política antiobrera del gobierno, que es parte de su paquetazo de ajuste capitalista con el cual busca descargar la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador. A la dirigencia sindical hay que exigirle que le ponga fecha a los paros.

La lucha de los docentes es parte de la lucha de los sidoristas y todas las trabajadoras y trabajadores del país, tanto del sector público como privado, activos, jubilados y pensionados. Es necesario lograr la mayor articulación y coordinación posible entre todos los sindicatos, corrientes sindicales, agrupaciones y frentes de trabajadores (Faitec, Asta, Espacio Sindical Unitario, Coordinadora Metropolitana etc.) que se han conformado en el país para potenciar la movilización de todas y todos los trabajadores públicos y privados, y potenciar la lucha de los docentes.

La gran movilización del 16 fue posible gracias a la unidad de todos los sectores laborales y sindicales.

¡Por salario igual a la canasta básica indexado mensualmente!

¡Que los bonos sean salario! ¡Eliminación del IVA!

¡Reinicio inmediato de la discusión del contrato docente!

¡Eliminación del memo 2792 y el instructivo Onapre!

¡Libertad para lxs trabajadorxs presxs!

¡Por petróleo 100% estatal sin transnacionales ni empresas mixtas!

¡Por un Plan Obrero y Popular de emergencia!

¡Hacia el paro nacional docente!

¡Por un gobierno de los trabajadores, trabajadoras y el pueblo!

¡Todos a la jornada de lucha del 23 de enero!

18 de enero de 2022

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